Covid-19 en 2025: Nuevas variantes reactivan la vigilancia global

Por Aldo Juan Peralta Lemus

Imagen Unifranz

A pesar de que el mundo ha aprendido a convivir con el Covid-19, el virus sigue en evolución. En 2025, nuevas variantes han surgido en distintas partes del planeta, planteando retos en salud pública, vacunación y prevención.

Álvaro Eyzaguirre, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, sostiene que las variantes del virus sobreviven y ante este se deben tomar medidas genéricas en relación a cualquier proceso infeccioso.

“La probabilidad de que las cepas de covid, incluyendo las nuevas, pasen a los humanos es una certeza, porque es a través de los humanos que estas se mantienen y proliferan”, sostiene el académico.

Aunque la emergencia sanitaria global declarada por la Organización Mundial de la Salud finalizó en 2023, el Covid-19 no ha desaparecido. En 2025, la presencia de nuevas variantes ha reactivado la atención de expertos, que advierten sobre la necesidad de mantener una atención constante. 

En abril y mayo del año, las variantes de Covid-19 que predominan y generan vigilancia a nivel mundial son principalmente sub variantes descendientes de Ómicron, con mutaciones que afectan su transmisibilidad y evasión inmunitaria. Es decir, que algunas variantes se propagan más fácilmente, mientras que otras podrían evitar parcialmente la protección que brindan las vacunas anteriores.

La variante LP.8.1, ha captado atención por su alta capacidad de propagación, representando entre el 20% y 60% de casos en regiones como Australia, Reino Unido y Estados Unidos siendo clasificada como “variante bajo vigilancia” desde principios de este 2025.

Otra de las variantes es: JN.1 que en la actualidad sigue siendo de interés para la OMS. Sus subgrupos también están bajo vigilancia, especialmente por su rápida circulación y evolución. Una de sus características es que tiene alta transmisibilidad.

KP.2 y KP.3 son descendientes de Ómicron. KP.2 fue dominante en Estados Unidos a finales de abril y mayo de 2024, y sigue siendo una de las más circulantes en 2025, aunque su relevancia puede variar según la región. También están clasificadas como “variantes bajo vigilancia” debido a mutaciones que facilitan su propagación y posible escape inmunitario

“Las variantes sobreviven a través de la interacción con RNA (ácido ribonucleico) humano, que se adhieren a nuevos grupos de aminoácidos a sus cadenas proteicas, y eso es lo que los vuelve mutantes”, explica Eyzaguirre.

Qué características tiene una variante que cause preocupación

Una variante de Covid-19 se considera preocupante (VOC, por sus siglas en inglés) cuando presenta una o varias de las siguientes características:

– Mayor transmisibilidad: Se propaga con más facilidad y rapidez que las variantes anteriores, lo que puede provocar un aumento rápido de casos.

– Aumento de la gravedad de la enfermedad: Asociada con mayor riesgo de hospitalización, ingreso a cuidados intensivos y mortalidad.

– Evasión de la respuesta inmunitaria: Puede escapar parcial o totalmente a la protección generada por infecciones previas o vacunas, aumentando el riesgo de reinfección o reduciendo la efectividad de los tratamientos.

– Impacto en diagnósticos, vacunas o tratamientos: Puede afectar la efectividad de pruebas diagnósticas, vacunas o terapias disponibles, dificultando la gestión de la pandemia.

– Capacidad de causar brotes o superar medidas de salud pública: Puede dificultar la contención de la enfermedad y requerir ajustes en las estrategias de control.

Según el reporte del Servicio Departamental de La Paz (Sedes) en la actualidad se tiene registros de casos confirmados por Covid-19, sin especificar la variante, además, del registro de casos de recuperados. En cuanto a la letalidad del virus la misma tiene una tasa de 1.4%.

En términos médicos, el Covid prolongado sigue siendo una complicación presente. Algunos pacientes continúan con síntomas meses después de haber superado la infección inicial, como fatiga extrema, confusión mental o problemas respiratorios.

De la misma manera, los expertos sugieren a no bajar la guardia y a ver el virus como parte de un ecosistema viral con el que debemos convivir con responsabilidad. “Las medidas de cuidado son genéricas en relación a cualquier proceso infeccioso. El uso de barbijo con filtro y sobre todo la buena higiene de las manos. La higiene personal es clave para el mantenimiento y supervivencia de los virus”, enfatiza Eyzaguirre.

Si bien, el Covid-19 ya no domina los titulares como antes, su evolución y mutaciones en nuevas variantes demuestra que no se ha ido. Adaptarse, informarse y actuar con responsabilidad es fundamental para que las variantes no se conviertan en retrocesos. Desde la pandemia el mundo ha cambiado, es por esa razón que el cuidado y el aprendizaje debe seguir activo.

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