Construir una reputación sólida y auténtica, los beneficios del personal branding

Construir una reputación sólida y auténtica, los beneficios del personal branding

Por Manuel Filomeno

El mundo es cada vez más grande y es fácil fundirse con el entorno y sólo quienes puedan diferenciarse podrán resaltar entre la multitud; en otras palabras, saber venderse, crear una marca personal o un branding personal.

El branding personal es el proceso estratégico mediante el cual una persona gestiona y comunica su identidad, valores, habilidades y experiencia para construir una reputación sólida y auténtica. 

“Consiste en desarrollar una imagen coherente y memorable que permita destacar en el ámbito profesional y personal, generando confianza, credibilidad y oportunidades de crecimiento y conexión”, explica Shirley Lozada, directora de la carrera de Publicidad y Marketing de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

De acuerdo con la experta, el branding personal es la forma en que uno se posiciona y se diferencia en el mercado laboral y social, aprovechando sus fortalezas y valores únicos para alcanzar sus metas y objetivos.  En palabras del autor y especialista en branding, Javier Velilla, «resalta magistralmente que una marca no es sólo un símbolo, sino un universo cargado de significados, conexiones emocionales y compromisos».

“Eso quiere decir que, ya sea que represente ideas, individuos, productos o servicios, una marca posee un inmenso poder transformador y, por ende, una responsabilidad igualmente significativa. En esencia, una marca es la suma de las percepciones que las personas tienen de ella, y cuanto más sólida y compartida sea esta percepción, más impacto positivo generará”, acota.

La cultura de marca, explica la experta, no es simplemente un conjunto de reglas o directrices, sino un terreno donde se cultivan las experiencias y percepciones. En este contexto, la colaboración es fundamental, pues permite fortalecer y enriquecer la imagen de la marca, mientras que la rivalidad solo debilita su potencial. 

“Es importante comprender que el branding personal, en esencia, sigue los mismos principios. Es la forma en que las personas gestionan su propia imagen y reputación, creando una percepción sólida y auténtica que les distingue en el mundo profesional y personal”, aclara.

Ventajas y desventajas del branding personal

Ventajas

Diferenciación: una marca personal bien desarrollada permite destacar entre la competencia al mostrar tu singularidad, personalidad y valores únicos.

Credibilidad: al construir una reputación sólida y coherente, se gana la confianza de la audiencia, convirtiéndote en una autoridad en tu campo.

Oportunidades profesionales.

Visibilidad: aumenta la visibilidad y el alcance, lo que puede llevar a una mayor exposición y reconocimiento.

Flexibilidad: adaptación y evolución según los objetivos y valores cambiantes.

Desventajas

Responsabilidad: construir y mantener una marca personal exitosa requiere tiempo, esfuerzo y dedicación constantes.

Riesgo de sobreexposición: existe el riesgo de compartir demasiado o de manera inapropiada, lo que puede afectar negativamente tu imagen.

Críticas y rechazo.

Limitaciones de privacidad: al compartir detalles personales en línea, puedes comprometer tu privacidad y seguridad, especialmente si no estableces límites claros.

Dependencia de la reputación: tu marca personal está estrechamente ligada a tu reputación, lo que significa que cualquier error o controversia puede afectar negativamente tu imagen y credibilidad.

Construir una reputación sólida y auténtica, los beneficios del personal branding

Construcción del branding personal

El branding personal está compuesto por tres elementos, lo que decimos, lo que hacemos y nuestra actitud.

En primer lugar (lo que decimos), es importante entender que la marca personal se refleja en todo aquello que publicamos en cada una de las redes, tanto en texto como vídeo o audio. Es decir, la imagen que proyectamos: el físico, la vestimenta, el diseño de nuestra web, la elección de fotos de perfil.

El segundo elemento se refiere a los actos que realizamos, la coherencia con la cual actuamos, la responsabilidad de nuestras acciones y los compromisos que asumimos, con nosotros y con el resto.

El tercer elemento es la actitud, es decir aquello que decimos y hacemos. Cómo decimos las cosas y cómo las hacemos es un factor determinante en nuestra marca personal.

Adicionalmente, si bien es fácil caer en la tentación de querer mostrar una imagen mejorada de nosotros mismos, no podemos basar nuestra marca personal en un engaño.

“La marca y el branding personal no son solo cuestiones de diseño o promoción, sino que representan la esencia misma de la identidad y la reputación. Su poder radica en la capacidad de influir en las percepciones y generar conexiones emocionales profundas. Por lo tanto, es crucial cultivar una cultura de colaboración y autenticidad para maximizar los beneficios y el impacto positivo tanto a nivel individual como organizacional”, concluye Lozada.

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