Por Manuel Filomeno
La tecnología alcanza niveles de interactividad que antes solo podíamos soñar, interactuar con todo nuestro entorno desde una computadora, obtener experiencias ciberfísicas, interactivas e inmersivas es cada vez más una realidad que producto de nuestras fantasías.
La computación espacial ha llegado y si bien se encuentra en sus primeros estados de desarrollo, ya promete revolucionar el mundo.
Esta tecnología fusiona el mundo digital con el físico, facilitando interacciones más naturales e inmersivas con los sistemas informáticos. Emplea la realidad aumentada (AR), la realidad virtual (VR), la realidad mixta (MR) y la realidad extendida (XR) para crear experiencias que integran elementos digitales en el entorno físico.
Desarrollada por lo menos en seis años, la computación espacial plantea un mundo de oportunidades para la educación, así como para el entretenimiento, la productividad y el desarrollo de nuevas aplicaciones, explica el ingeniero Juan Carlos Cuellar Sonco, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“Estas ‘computadoras espaciales’ tienen un gran potencial educativo debido al carácter mixto de su tecnología, que permite interactuar tanto con la realidad virtual como la realidad aumentada y lo que sucede a nuestro alrededor, permitiendo aplicaciones en arquitectura, medicina, programación, y otras áreas del conocimiento”, explica el experto.
Para Cathy Hackl, fundadora de Spacial Dynamics, una empresa pionera en esta tecnología, la computación espacial representa el futuro de la interacción de los seres humanos con la tecnología.
“Se trata de una forma de computación tridimensional en constante evolución que en su centro utiliza IA, visión por computadora, realidad extendida y otras tecnologías para combinar a la perfección contenidos y experiencias virtuales con la experiencia del mundo físico”.
La primera generación de computación espacial adopta la forma de dispositivos portátiles como el Apple Vision Pro, Oculus Quest o Microsoft Hololens, los cuales pueden sobreponer objetos digitales 3D a la realidad como si formaran parte del entorno físico creando nuevas interfases.
“La forma más fácil de entenderlo es como la computación que expande la computación a todo lo que se puede ver, tocar, conocer y sentir. Empiezas a traer la computación al mundo físico, algo de lo que ha carecido durante mucho tiempo. Esto transformará sectores que van desde la educación y el entretenimiento hasta la ingeniería avanzada”, explica Hackl.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), las aplicaciones de la computación espacial ya son tangibles, ya que esta tecnología se utilizó para construir una nave espacial para el programa de exploración lunar Artemis de la NASA.
Los dispositivos Hololens de Microsoft superpusieron instrucciones holográficas a los componentes de una nave espacial mientras los ingenieros trabajaban en ellos, Esto eliminó, prácticamente, los errores de montaje y aceleró muchas tareas repetitivas, reduciendo el 93% de los costos en una parte del proceso de fabricación, informa el Harvard Business Report.
“Estos dispositivos son herramientas poderosas, que nos abren la puerta a un mundo computacional virtual y las aplicaciones de esta tecnología no tienen límites, como todos los dispositivos en el área informática. Sus límites solo los pone la creatividad de la persona que vaya a utilizarla”, indica Cuellar.
De acuerdo con el experto, lo que se busca con esta tecnología es llevar la experiencia del usuario a un mundo inmersivo donde personas de todo el mundo están interconectados y pueden trabajar colaborativamente como si estuvieran en la misma habitación.
Esto nos va a permitir establecer comunicación, conocimiento, ciencia, investigación con todo el mundo. Ése es el objetivo, interrelacionar a todos en una sola área de trabajo virtual. Medicina, tecnología, marketing, arquitectura e ingenierías y la ciencia en general van a ser beneficiadas con esta tecnología. Esto nos va a permitir visualizar sin tener que estar físicamente en el lugar. Habilidades o posibilidades las tiene”, apunta.
Un salto tecnológico
Sin embargo, Hackl reconoce que esta tecnología de nueva generación requerirá saltos de capacidad en otros ámbitos
“Es increíblemente pronto para la computación espacial, así que necesitamos una conectividad y una potencia de computación nunca antes vistas. Ya estamos obligados a pensar en la potencia de los procesadores de una forma totalmente diferente debido al auge de la IA, así que la informática tiene que evolucionar y cambiar”, reflexiona.
El uso extensivo de esta tecnología requerirá niveles de computación en la nube y conectividad móvil de nueva generación.
“Cuando hablamos de una experiencia fuera de casa de miles de millones de personas que llevan una computadora espacial o un dispositivo de hardware como lentes inteligentes, todo fuera de casa, teniendo esa experiencia aprovechando esa capa de datos, estamos hablando de 6G, 6G plus, niveles de conectividad que no se han creado”.
Puede que sea pronto para esta tecnología, dice Hackl, pero ya se están sentando las bases.
“Estamos en los inicios de la computación espacial, así que, al igual que la informática móvil cambió las comunicaciones y los negocios entre humanos y la interacción entre humanos y computadoras estamos al principio de otro cambio en la informática y de otra expansión de la web”, concluye.