Por Manuel Filomeno
Las fiestas de fin de año son un momento para reunirse con la familia y amigos, desestresarse y descansar, pero también son una época en la que es muy fácil caer en excesos que pueden afectar nuestra salud. Por esta razón, los expertos recomiendan la moderación en la comida, la bebida y la fiesta, pero si uno ya incurrió en estas prácticas, es necesario desintoxicarse para retornar a una rutina saludable y evitar efectos nocivos.
“La clave para disfrutar de las fiestas, sin preocupaciones, es no excederse, vigilar las porciones y, sobre todo, equilibrar y distribuir los nutrientes en las comidas. Sin embargo, si ya cometió excesos, hay algunas prácticas que se pueden seguir para limpiar nuestro cuerpo de las toxinas y reducir los efectos dañinos”, explica Magaly Bishop, nutricionista y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Bishop señala que uno de los mecanismos de desintoxicación más importantes es el consumo de agua.
“Para desintoxicar el cuerpo después de las fiestas, es esencial consumir mucha agua, ya que ayuda a eliminar las toxinas acumuladas y mantiene el cuerpo hidratado. Es fundamental incorporar frutas, verduras y proteínas magras en la dieta diaria, ya que proporcionan vitaminas y minerales esenciales que fortalecen el sistema inmunológico y reparan el cuerpo”, puntualiza.
La experta también recomienda realizar ejercicio y dormir mejor para permitir que el cuerpo se recupere de los excesos.
“Una buena práctica es realizar ejercicio físico regularmente, ya que este ayuda a eliminar toxinas a través del sudor y mejora el estado de ánimo, además de favorecer la circulación sanguínea y la función cardiovascular. También dormir las horas necesarias es crucial para que el cuerpo recupere energía y funcione de manera óptima, lo que mejora la concentración y el estado de ánimo”.
Otras recomendaciones son el consumo de bebidas como el té verde y las infusiones de hierbas, ya que estas ayudan a desintoxicar el cuerpo gracias a sus propiedades antioxidantes, las cuales pueden calmar el sistema digestivo.
Asimismo, se recomienda reducir el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas, ya que estos pueden generar sensaciones de letargo y no permitir una buena digestión.
Otras estrategias pasan por practicar técnicas de respiración profunda que ayudan a oxigenar el cuerpo y a reducir el estrés, mejorando la salud mental y física o métodos como la sauna o el baño caliente que pueden relajar los músculos y reducir el estrés.
“Finalmente, incluir alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, frutas y verduras, ayuda a mantener el sistema digestivo en movimiento y a eliminar desechos del cuerpo de manera eficaz”, indica.
Evitar las grasas saturadas, el azúcar y el alcohol
La nutricionista explica que es necesario evitar el consumo del alcohol y las bebidas gaseosas u otras ricas en azúcares, ya que elevan la carga energética de las comidas.
“Las bebidas alcohólicas se deben evitar ya que, por las fiestas, las personas consumen en mayor cantidad y esto eleva la carga energética, es decir que aumentan las calorías, 1 gr de alcohol equivale a 7 calorías”, explica.
Sobre el tema, la OMS señala que no hay una dosis segura de consumo de alcohol y no forma parte de una dieta saludable por lo que debe evitarse en la medida de lo posible. Y no solo por los efectos nocivos para nuestra salud como daño hepático, cáncer, enfermedad cardíaca y enfermedad mental ya que además su consumo afecta nuestra conducta y puede conllevar importantes consecuencias y lesiones, sobre todo si vamos al volante.
Asimismo, la organización internacional indica que el elevado consumo de azúcar puede ser la antesala de problemas graves y crónicos de salud. Lamentablemente, está muy presente en muchos alimentos y bebidas y, habitualmente, no somos conscientes de las cantidades que ingerimos por lo que es aconsejable evitar los dulces, refrescos, bebidas energéticas, bollería y, en general, todos aquellos productos procesados que de una forma más o menos explícita contengan azúcar.
“Hay que evitar el exceso de bebidas gaseosas, por la cantidad de azúcar que contienen y son calorías vacías, no nutren, pero aumentan las calorías. Sugiero jugos de frutos de la época, con bajas cantidades de uso de azúcar para endulzar, como la estevia”, agrega la experta.
Otro de los elementos a evitar son las grasas saturadas, ya que, si bien la grasa es necesaria en nuestra dieta, no todas son iguales. También es importante evitar los alimentos procesados ricos en grasa para reducir el riesgo de obesidad, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Evitar freír los alimentos y optar por otras formas de preparado como hervirlos o cocinarlos al vapor es también recomendable, dice la OMS.