Cinco tips para emprender sin fracasar en tiempos de crisis

En contextos de incertidumbre económica, donde la inflación, la escasez de divisas o las restricciones al comercio complican el panorama, el impulso emprendedor no se detiene. Por el contrario, muchas personas deciden dar el salto y crear su propio negocio como una alternativa viable frente a la falta de empleo o como un mecanismo de resiliencia financiera. Pero, ¿cómo emprender sin fracasar en tiempos de crisis?
Carlos Molina y Andrea Cisneros, directores de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz en La Paz y El Alto, brindan cinco recomendaciones fundamentales para los emprendedores bolivianos que desean sobrevivir, crecer y consolidarse en escenarios adversos.
A través de su experiencia académica y el contacto permanente con jóvenes innovadores, ambos especialistas coinciden en que la clave está en planificar con inteligencia, adaptarse al mercado y aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles.
- Tener claridad sobre tu negocio y hacia dónde va
El primer paso es detenerse a reflexionar ¿cómo está tu negocio? ¿Hacia dónde se dirige? “Eso es primordial. Si tú no tienes una idea clara hacia dónde quieres llevar tu negocio o hacia dónde quieres ir, estás sin rumbo, y eso lo que va a hacer es que empieces a disparar a diferentes lugares y vas a tener un fracaso”, advierte Molina.
En tiempos de crisis, la improvisación es el peor enemigo. Se requiere una hoja de ruta clara que considere los recursos reales disponibles, las capacidades del equipo y los objetivos a corto, mediano y largo plazo.
- Observar a la competencia y aprender de ella
En un mercado contraído, diferenciarse es esencial. Pero para lograrlo, primero hay que entender qué está haciendo la competencia. “¿Qué es lo que está haciendo el competidor? ¿En qué se está concentrando?”, plantea Molina.
El análisis competitivo no solo permite identificar oportunidades de mejora, sino también adaptar estrategias exitosas ya que no siempre lo que hacemos nosotros está bien y lo que hace el resto está mal. Hay que ver qué hacen ellos para tratar de mejorar y seguir ese camino.
- Escuchar al cliente y seguir las tendencias del mercado
El consumidor actual es más exigente y cambia rápidamente de preferencias. Por eso, entenderlo en profundidad es vital.
Las empresas que superan las expectativas de sus clientes suelen ser las que se consolidan, no necesariamente por la calidad del producto, sino por la experiencia y cumplimiento que brindan. Estar atento a las nuevas tendencias del mercado puede marcar la diferencia entre crecer o estancarse.
- Ser cuidadoso con las finanzas y evitar sobreendeudarse
Uno de los errores más comunes al emprender es lanzarse a grandes inversiones sin medir los riesgos. En tiempos de crisis, el control financiero es aún más determinante. “Saber hasta dónde podemos llegar y no tratar de endeudarnos mucho, hasta esperar que la situación pueda cambiar”, recomienda el docente de Unifranz.
Esto no significa dejar de invertir, sino hacerlo con criterio, priorizando la estabilidad y la supervivencia del negocio antes que el crecimiento acelerado.
- Utilizar la inteligencia artificial y la tecnología como aliadas
La era digital ha democratizado el acceso a herramientas tecnológicas poderosas. Hoy, la inteligencia artificial (IA) permite a cualquier emprendedor acceder a datos clave para tomar decisiones informadas.
Desde analizar patrones de consumo hasta mejorar el marketing digital o personalizar la atención al cliente, la IA se convierte en un aliado estratégico. Plataformas como TikTok también están siendo aprovechadas por emprendedores que buscan conectar con nuevos públicos y generar contenido de valor.
Convertir la crisis en oportunidad: el poder de la creatividad
Si bien los tiempos difíciles pueden generar miedo, también abren espacios para la innovación y la reinvención. “La crisis no hay que verla como algo malo, sino también como una oportunidad para hacer un poco de negocio”, sostiene Molina.
En Bolivia, ya se han visto casos de éxito de microemprendimientos que nacieron de una necesidad coyuntural: restaurantes que ofrecen comida a personas que hacen largas filas para cargar combustible, servicios de entrega de material de oficina desde librerías a empresas, o asociaciones de obreros que ofrecen servicios integrales de plomería, carpintería y pintura.
Andrea Cisneros, por su parte, pone énfasis en comprender a fondo al consumidor y en diseñar propuestas de valor ajustadas a sus necesidades.
“El emprendedor tiene que entender qué es lo que realmente le está vendiendo a las personas. Muchas veces nuestros emprendedores sacan un producto, pero ni siquiera saben por qué se está vendiendo. Hay que estudiar bien si la gente realmente va a comprar lo que estás ofreciendo”, apunta.
Rubros con potencial y sectores a evitar
Según ambos especialistas, los sectores con mayor viabilidad en tiempos de crisis son aquellos relacionados con servicios básicos, alimentación, salud, logística o cuidado de personas.
En contraste, los rubros ligados a importaciones, construcción o bienes de lujo presentan riesgos elevados. “Por el tema de los dólares, no puedes importar casi nada. Ha bajado la importación de electrodomésticos, vehículos o línea blanca. La gente no está pensando en comprarse un vehículo, sino en guardar dinero para que le rinda más adelante”, comenta el académico de Unifranz.
Finalmente, emprender con éxito en tiempos difíciles no se trata solo de arrancar bien, sino de sostenerse en el tiempo. Para eso, es necesario tener una actitud flexible y abierta al cambio.
“Tienes que ver cómo tu producto se va adaptando a las nuevas tendencias y cómo va cambiando y evolucionando en el transcurso del tiempo”, señala Andrea Cisneros. Adaptar la propuesta de valor a las preferencias cambiantes del consumidor, incorporar tecnología, diversificar los canales de venta y mantener una escucha activa con los clientes son prácticas que pueden marcar la diferencia.
El mensaje de los expertos de Unifranz es claro: la crisis no debe paralizar, sino motivar a actuar con inteligencia, responsabilidad y creatividad. Con una buena planificación, análisis de mercado y uso estratégico de la tecnología, es posible emprender con éxito, incluso en los tiempos más difíciles.