Por Manuel Filomeno
Las pequeñas acciones hacen la diferencia, aunque a veces parezca que no. Reciclar, plantar un árbol, evitar el desperdicio de agua, reducir el consumo energético, todas estas obras, si son realizadas por suficientes personas, pueden impactar de manera considerable en la huella que dejamos como humanidad en el planeta.
El uso de la tecnología no está desconectado de estas iniciativas y las compañías tecnológicas, año tras año, buscan reducir su huella y la de los dispositivos o programas que producen.
Apple, HP, Fairphone, Microsoft, Samsung y Lenovo, entre otros gigantes tecnológicos han iniciado mecanismos de mitigación de riesgos ambientales y empezado campañas de reciclaje y uso de materiales biodegradables, pero también el uso de algoritmos verdes.
“Los algoritmos verdes, son los que se utilizan para minimizar el impacto ambiental de la tecnología. Se centran en reducir el consumo de recursos, la huella de carbono y otros aspectos ambientales negativos”, explica Alejandro Rodríguez, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Rodríguez expresa que los algoritmos verdes son un conjunto de instrucciones o reglas definidas que consumen menos recursos y consiguen el mismo resultado que obtendría uno más complejo.
Sin embargo, como usuarios de teléfonos móviles también podemos contribuir al cuidado del medio ambiente con pequeñas acciones.
En palabras del vicerrector de Unifranz La Paz, Pedro Sáenz, es primordial involucrar a las futuras generaciones en la preservación del medioambiente y fomentar la conciencia sobre la responsabilidad individual y colectiva en este tema.
Los teléfonos móviles, a pesar de su tamaño, representan una fuente significativa de consumo energético y generación de residuos. La fabricación y uso de estos dispositivos emite aproximadamente el 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según estimaciones de la industria.
Además, la constante demanda de modelos más nuevos contribuye a un ciclo de consumo insostenible, donde los dispositivos desechados terminan generando toneladas de residuos electrónicos cada año.
Cinco formas sostenibles de usar el celular
- Alargar la vida útil del dispositivo
Los celulares se renuevan cada año, nuevos modelos aparecen con mejores características que la generación anterior y eso puede generar la tentación de adquirir un equipo nuevo, sin embargo, extender la vida útil de nuestro celular no sólo reduce la demanda de recursos para fabricar nuevos, sino que también disminuye la cantidad de desechos electrónicos.
- Reciclaje y disposición adecuada
Cuando un celular llega al final de su vida útil, es importante cuidar la manera en que éste es desechado, siempre optando por la opción del reciclaje.
Muchos fabricantes y tiendas ofrecen programas para reciclar dispositivos antiguos de forma segura, permitiendo la recuperación de materiales valiosos y minimizando el impacto ambiental.
- Uso eficiente de la energía
Al utilizar el celular de forma eficiente, bajo los ajustes de bajo consumo de energía, no solo se prolonga la vida del dispositivo, sino que también se reduce la demanda energética del mismo.
Ajustar el brillo, cerrar aplicaciones en segundo plano o no dejarlo conectado toda la noche son acciones simples y efectivas que los usuarios pueden adoptar para reducir la huella de los dispositivos.
- Reducción del consumo de datos
La transmisión de datos no solo aumenta el consumo de energía del dispositivo, sino que también implica un mayor consumo de energía en los centros de datos y las redes que soportan la actividad en línea.
Optar por redes Wi-Fi, cuando sea posible, y descargar contenido para su uso fuera de línea pueden ayudar a minimizar este impacto.
- Adopción de aplicaciones y prácticas ecológicas
Existen aplicaciones diseñadas para promover hábitos sostenibles, como el seguimiento del consumo de agua, la reducción de desperdicios o la movilidad sostenible.
Utilizar el celular como una herramienta para adoptar y fomentar prácticas más respetuosas con el medio ambiente puede tener un efecto positivo significativo.