Sinchy Díaz: humanizar los datos para transformar la huella digital en oportunidades

Por Manuel Joao Filomeno Nuñez

La huella digital o, en otras palabras, el rastro de datos que dejamos al usar internet en la vida cotidiana puede convertirse en una poderosa herramienta de inclusión o en un factor silencioso de exclusión. Esa fue la reflexión central que propuso Sinchy Díaz durante su ponencia en el TEDx Unifranz 2025, donde abordó el valor de los datos, el rol de los algoritmos y la necesidad de humanizar la tecnología para que el esfuerzo, los sueños y el potencial de miles de personas no queden invisibles ante el sistema, especialmente en el ámbito financiero.

Desde el inicio de su intervención, Díaz planteó una idea poderosa: frente a los problemas complejos de hoy, las personas —y también la inteligencia artificial— buscan respuestas en la evidencia. “Cuando tenemos un problema, lo primero que hacemos es tratar de resolverlo en base a lo que conocemos, en base a nuestra experiencia”, señaló, para luego explicar que esa evidencia, en la era digital, se traduce en datos. Datos que crecen de manera exponencial y que, lejos de ser abstractos, son la huella cotidiana de nuestras vidas.

“La evidencia revela lo que somos, lo que hacemos y hasta lo que podríamos llegar a ser. Esa evidencia son nuestros datos, es la huella de nuestra vida”, afirmó la speaker, al describir cómo cada acción diaria —desde lo que consumimos hasta los lugares que visitamos— va dejando rastros que hablan de nuestros hábitos, esfuerzos y aspiraciones. Sinchy Díaz subrayó que esta huella digital no solo muestra comportamientos, sino también patrones de constancia y potencial que muchas veces pasan desapercibidos para los sistemas tradicionales.

A partir de esa reflexión, la ponente lanzó una pregunta central que atravesó toda su charla: ¿quién tiene realmente el poder de esa huella digital? Díaz compartió su experiencia profesional como arquitecta de soluciones tecnológicas y reconoció que durante años su propósito estuvo enfocado en construir plataformas, hasta que una historia concreta la llevó a cuestionar el verdadero alcance de la tecnología.

La historia de Carla —una joven chef con ingresos informales y un sueño de emprender— se convirtió en el corazón emocional de la ponencia. A través de este relato, Sinchy Díaz evidenció cómo miles de personas quedan excluidas del sistema financiero no por falta de esfuerzo, sino porque su realidad no encaja en los modelos tradicionales de evaluación. “Si realizamos una lectura incorrecta de la evidencia, la conclusión siempre será la exclusión”, advirtió.

En contraste, planteó un escenario distinto, en el que los datos de Carla —sus pagos puntuales, su disciplina de ahorro, su constancia— sean valorados de manera justa. “Carla no sabe que cada día genera un activo valioso: su huella digital”, sostuvo Díaz, remarcando que ese activo hoy está subutilizado o mal interpretado por algoritmos entrenados para otros patrones.

La propuesta de la speaker se centra en el open finance o finanzas abiertas, una evolución del open banking que permite que las personas, con su consentimiento, puedan compartir sus datos para acceder a mejores servicios financieros. “El open finance es abrir los datos de las personas con su consentimiento, para que el sistema pueda ofrecer mejores servicios a mejores precios”, explicó, destacando que esta lógica cambia el paradigma: los datos ya no se quedan encerrados, sino que viajan con la persona para abrir puertas.

En uno de los momentos más aplaudidos de su exposición, Sinchy Díaz sintetizó su visión con una frase que resume su propósito: “Yo quiero humanizar la tecnología, humanizar al algoritmo, hacerle reconocer que detrás del dato hay un esfuerzo y un sueño que late”. Para ella, el uso responsable de los datos puede convertir la huella digital en una verdadera huella de oportunidad, especialmente para quienes hoy son invisibles para el sistema.

Los últimos minutos de su ponencia fueron un llamado a la acción colectiva. Díaz reconoció que la implementación del open finance requiere la participación de reguladores, bancos y empresas, pero insistió en que la tecnología debe ser entendida como una herramienta de justicia social. “Si utilizamos los datos de manera responsable y con un propósito, transformaremos vidas”, concluyó ante una audiencia visiblemente conmovida.

En TEDx Unifranz 2025, diversas historias auténticas mostraron cómo la tecnología, la ciencia, la resiliencia y el arte pueden reinventar la vida y el futuro. Junto a Díaz, Khalil García-Tornel desmontó mitos nutricionales y defendió la ciencia aplicada al día a día; Valeria Rivero inspiró con su emprendimiento de biogás frente a la crisis climática; Luis Eduardo Hinojosa conmovió al narrar su reinvención tras quedar cuadripléjico; y Rigo Bellot-Machi invitó a reescribir la narrativa personal desde la neurociencia y el cine. Juntas, estas voces recordaron que la transformación comienza en la mente, la comunidad y la capacidad humana de crear nuevas posibilidades.

Con iniciativas como TEDx Unifranz, la Universidad Franz Tamayo fortalece su rol como un espacio de diálogo académico y social, promoviendo reflexiones que conectan conocimiento, tecnología y humanidad, y que inspiran a la comunidad universitaria a ser protagonista de los cambios que el mundo necesita.

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