Del signo al símbolo: cómo diseñar una marca con identidad y propósito

Por Manuel Joao Filomeno Nuñez

Convertir una idea visual en un símbolo capaz de representar una marca, una historia y una emoción colectiva fue el eje del workshop “Del signo al símbolo: cómo diseñar una marca”, dirigido por el diseñador argentino Esteban Ibarra. En este espacio, Ibarra propone entender el diseño como un proceso de transformación, donde cada forma evoluciona desde el trazo inicial hasta convertirse en un emblema cargado de significado.

“Como diseñadores y diseñadoras trabajamos todo el tiempo con formas, y el workshop trata de atravesar eso: cómo la forma adopta un espacio y logra reposar eternamente en un símbolo con una forma completamente definida”, explica Esteban Ibarra, diseñador argentino especialista en diseño gráfico e identidad visual.

Ibarra fue uno de los invitados estelares de Bienal de Diseño y Cartel Bolivia (BICeBé) 2025 el cual tuvo como una de sus sedes a la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, donde compartió con estudiantes y profesionales los principios conceptuales y narrativos que convierten un logotipo en una marca con alma.

Del trazo inicial al símbolo eterno

El proceso de creación de una marca no se limita a la composición estética. Ibarra sostiene que un signo es apenas el punto de partida: una forma que surge de la experimentación, la búsqueda y el trazo. Sin embargo, cuando esa forma se llena de valores, emociones y significados compartidos, se transforma en símbolo.

“Cuando hablamos de símbolos, estamos hablando de un signo que traspasa ciertas barreras y se vuelve representativo para su público. Tiene una carga emotiva y emocional, y es el espectador quien termina de elevar ese signo a otra categoría”, afirma el diseñador.

Ese paso —del signo al símbolo— marca el momento en que el diseño deja de ser un objeto visual para convertirse en un elemento cultural. En palabras de Ibarra, “es cuando el público adopta el signo y lo transforma en algo sólido, fuerte y contundente”. Así, el símbolo se convierte en un vehículo de identidad y pertenencia, capaz de condensar valores, historias y emociones colectivas.

Durante el taller, los participantes trabajaron en torno a tres ejes: conceptualización, narrativa visual y construcción formal, explorando cómo la mirada crítica y la práctica constante fortalecen la identidad creativa. “Es muy importante seguir entrenando el ojo: el crítico, el mecánico y el manual. Todo lo que hacemos mientras diseñamos es un microentrenamiento para estar preparados cuando llegue el momento de ejecutar un proyecto definido”, sostiene Ibarra.

En ese proceso, la creatividad y la técnica se complementan con la reflexión. El diseñador destaca la importancia de nutrirse de experiencias, intercambiar ideas y mantener una actitud abierta frente a las nuevas herramientas tecnológicas, como la inteligencia artificial (IA). Aunque reconoce su utilidad, advierte que no debe reemplazar la intuición humana ni la capacidad de imaginar. “Si vamos directo a la inteligencia artificial para comenzar un proyecto, evitamos pasar por situaciones que enriquecen el proceso creativo”, explica.

Para Ibarra, el diseñador contemporáneo debe encontrar un equilibrio entre lo manual y lo digital, entre la emoción y la técnica. La tecnología puede ser un recurso valioso, pero la esencia del diseño sigue siendo humana: una combinación de pensamiento, sensibilidad y oficio que convierte una forma en símbolo. “A los alumnos les diría que no dependan de la inteligencia artificial, sino que la tengan presente como una herramienta más, que en algún momento puede aportar y complementar su trabajo”, agrega.

El desafío actual, entonces, no es elegir entre tradición y tecnología, sino saber cuándo y cómo integrar ambas dimensiones para construir una marca con identidad, coherencia y propósito.

BICeBé y el compromiso de Unifranz con la creatividad

La Bienal Internacional del Cartel en Bolivia (BICeBé) es uno de los eventos más relevantes del diseño gráfico en América Latina. Más que una competencia, es un espacio de formación, inspiración y reflexión, donde se reúnen profesionales, docentes y estudiantes para intercambiar ideas, metodologías y tendencias del diseño contemporáneo.

Cada edición de la BICeBé funciona como una escuela viva de pensamiento visual, en la que convergen creatividad, disciplina y reflexión crítica. En este contexto, la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) cumple un rol fundamental como sede y aliada estratégica, albergando talleres y conferencias de destacados diseñadores internacionales, como el de Esteban Ibarra.

Esta alianza refuerza el compromiso de Unifranz con una educación innovadora y global, que conecta a sus estudiantes con experiencias profesionales de alto nivel. La colaboración con la BICeBé no solo impulsa la formación creativa, sino que consolida a la universidad como un espacio donde el arte, la tecnología y la reflexión convergen para formar a los nuevos protagonistas del diseño boliviano y latinoamericano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *