Unifranz fortalece su sistema bibliotecario con recursos digitales, tecnológicos y físicos

Por Aldo Juan Peralta Lemus

Las herramientas no solo amplían el acceso a contenido académico, sino que también promueven la equidad, la sostenibilidad y la alfabetización digital.

La Universidad Franz Tamayo, Unifranz, mejora el acceso al conocimiento al transformar su sistema bibliotecario en un espacio híbrido y tecnológico, donde la innovación digital convive con el valor de lo físico para potenciar la investigación y el aprendizaje. Los estudiantes y docentes encuentran no sólo libros, sino un universo ilimitado de recursos, conectándolos con el conocimiento global y herramientas de última generación que enriquecen cada etapa de su formación.

Roly Lázaro, encargado de la Biblioteca en Unifranz, sostiene que el sistema bibliotecario se ha fortalecido con recursos digitales, tecnológicos y físicos que amplían las oportunidades de consulta, investigación y aprendizaje para toda la comunidad universitaria.

“Este ecosistema es una autopista del conocimiento. No se trata solo de tener libros en digital, sino de abrir puertas a miles de fuentes de información y experiencias de aprendizaje que transforman la formación de nuestros estudiantes”, afirma 

La incorporación de recursos digitales y otras plataformas en bibliotecas universitarias garantizan el acceso a información actualizada, además de fomentar la investigación y apoyar el aprendizaje en entornos híbridos o remotos. Las herramientas no solo amplían el acceso a contenido académico, sino que también promueven la equidad, la sostenibilidad y la alfabetización digital.

En la biblioteca de Unifranz, el conocimiento circula entre pantallas y estanterías. Allí, los estudiantes transitan sin fronteras entre lo físico y lo digital, mientras algunos exploran simuladores en 3D para comprender el cuerpo humano, otros acceden en línea a bases científicas o consultan textos especializados desde sus hogares. 

Esta dinámica cotidiana retrata el nuevo pulso del aprendizaje universitario: uno que combina tecnología, autonomía y conexión global para formar profesionales capaces de moverse con soltura en ambos mundos.

El fortalecimiento de la biblioteca universitaria implica no solo sumar recursos, sino integrarlos de manera que respondan a las necesidades de cada carrera y perfil de estudiante. Plataformas como eLibro permiten acceder a más de 165 mil textos académicos en español e inglés. 

“La plataforma ofrece la posibilidad de leer, escuchar audiolibros, tomar notas digitales, utilizar un asistente de inteligencia artificial y generar bibliografía automática. Para los estudiantes, significa llevar una biblioteca entera en el bolsillo y estudiar desde cualquier dispositivo”, explica Lázaro.

Una de los portales es Research4Life, que abre las puertas al conocimiento sin fronteras. A través de sus programas especializados —HINARI, AGORA, OARE, ARDI y GOALI—, docentes y estudiantes pueden consultar bases de datos en salud, medio ambiente, innovación tecnológica, agricultura y derecho. Estas fuentes conectan la investigación universitaria con descubrimientos globales, pero siempre con la posibilidad de aplicarlos a problemáticas locales.

Según el estudio Digital Transformation Readiness: Perspectives on Academia and Library Outcomes in Information Literacy, sostiene que la adopción de plataformas digitales como Research4Life ha impulsado significativamente la alfabetización informacional en el ámbito académico. Los resultados muestran un aumento del 35% en las habilidades de búsqueda, análisis y uso crítico de la información, gracias al acceso a recursos actualizados y especializados que fortalecen tanto la enseñanza como la investigación en universidades.

El sistema de gestión KOHA moderniza la búsqueda y reserva de materiales, permitiendo un acceso rápido a repositorios como Redalyc y Scielo, que enriquecen la producción académica con contenido científico indexado. A la vez, los laboratorios virtuales complementan la formación práctica mediante simuladores en 3D, como los de anatomía humana, que permiten a los estudiantes experimentar de manera segura antes de enfrentarse a escenarios reales.

Sin embargo, la transformación de la biblioteca no se limita al entorno digital. Unifranz ha renovado también sus espacios físicos, creando ambientes que fomentan la colaboración y la investigación interdisciplinaria. Los estudiantes pueden trabajar en cubículos individuales, zonas para portátiles o salas grupales adaptadas a las necesidades de cada carrera. Así, la biblioteca deja de ser un depósito de libros para convertirse en un espacio de encuentro, aprendizaje y creación.

Este fortalecimiento del sistema bibliotecario incluye, además, alianzas estratégicas como el convenio interbibliotecario con la Universidad Privada Abierta Latinoamericana (UPAL), que permite el acceso cruzado a materiales y recursos académicos de ambas instituciones. Esta colaboración fomenta proyectos conjuntos de investigación y consolida la visión de Unifranz como una universidad abierta al mundo.

Cada uno de estos avances responde al compromiso de la institución con la innovación educativa y el modelo pedagógico basado en el “aprender haciendo”. Los estudiantes no solo acceden a la teoría, sino que la aplican en simulaciones, investigaciones y proyectos de impacto social.

“El objetivo es claro: formar profesionales globales, competentes y sensibles a las necesidades locales, capaces de transformar la educación en oportunidades reales para la sociedad”, concluye Lázaro.

El acceso a la información promueve el progreso, es por ese motivo que fortalecer y actualizar las bibliotecas universitarias no es una opción. En Unifranz, la biblioteca es más que un servicio: es el corazón académico de una universidad que mira al futuro con innovación, tecnología, conocimiento y humanismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *