Estudiantes crean enjuague bucal natural que promete sonrisas más sanas

Por Lily Zurita Zelada

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Un grupo de estudiantes de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, decidió que la ciencia podía tener sabor a frescura y aroma a salud. El resultado fue bautizado como Clamentol, un innovador enjuague bucal elaborado a base de clavo de olor y menta que ha demostrado un notable efecto antimicrobiano y beneficios directos para la salud bucodental.

La iniciativa surgió en 2024 como un proyecto interdisciplinario que unió a tres carreras y tres asignaturas distintas: Enfermería, bajo la guía de Vanesa Rocha en la materia de farmacología; Bioquímica y Farmacia, con Joseline Banegas en microbiología para determinar la actividad antimicrobiana in vitro; y Odontología, liderada por María del Rosario Córdova en microbiología y parasitología, quien condujo las pruebas in vivo.

En total, participaron 29 estudiantes y tres docentes, todos con el objetivo de “elaborar un enjuague oral a base de clavo de olor y menta y probar su eficacia en la salud bucodental de estudiantes de la Unifranz”, explica Córdova.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de enjuagues bucales como parte de una buena higiene bucal para prevenir la caries dental o reducir la carga bacteriana y viral en la boca. Una buena salud oral ayuda a disfrutar de la vida. Además, permite hablar con claridad; saborear, masticar y tragar alimentos deliciosos y nutritivos; y mostrar nuestros sentimientos a través de expresiones faciales como la sonrisa.

Un proceso guiado por la ciencia

Para obtener Clamentol, los estudiantes realizaron una extracción por maceración alcohólica de los principios activos de la hoja de menta y del clavo de olor. Luego, el producto fue preparado y envasado en frascos de 100 ml para su uso experimental.

Las pruebas de eficacia incluyeron dos fases:

  • In vitro: se evaluó la actividad antimicrobiana frente a bacterias patógenas orales mediante la técnica de difusión en agar.
  • In vivo: se trabajó con 29 estudiantes divididos en tres grupos (placebo, control positivo y experimental). El grupo experimental recibió Clamentol, el control un enjuague comercial y el placebo agua con colorante.

Los resultados sorprendieron incluso a los propios investigadores: Clamentol mostró un efecto antimicrobiano superior frente a Streptococcus pyogenes y microbiota oral, además de reducir significativamente los niveles de gingivitis y controlar la halitosis.

“En todos los participantes que usaron Clamentol hubo una reducción en el sangrado de encías, mientras que en el grupo placebo no se observaron mejoras”, detalla Córdova.

Más que frescura, un aliado natural para la salud

La elección de los ingredientes no fue casual. El clavo de olor es reconocido por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y analgésicas, mientras que la menta aporta frescura, propiedades antiinflamatorias y un efecto calmante. 

“Existen investigaciones que respaldan la acción del clavo de olor contra bacterias productoras de caries, gingivitis y periodontitis. Nosotros quisimos comprobarlo y potenciarlo con la menta”, afirma Córdova.

El impacto positivo no se limitó al entorno universitario. En el segundo semestre de 2024, el equipo realizó pruebas en la Unidad Educativa Paulo Freire II, donde prepararon 50 litros del enjuague para su uso en escolares. La prueba piloto reveló una reducción notable de la placa dental y una alta aceptación por parte de estudiantes y padres de familia.

Aprender haciendo: el sello de Unifranz

Para la docente, el valor del proyecto va más allá de los resultados científicos: “Profesionales teóricos hay muchos, pero en Unifranz formamos a través de la práctica, el trabajo de campo y la interacción con la población. El aprendizaje se consolida cuando el estudiante vive la experiencia”.

Córdova subraya la importancia de la colaboración entre distintas carreras, ya que permite a los futuros profesionales adquirir habilidades para el trabajo interdisciplinario, tan demandado en el ámbito laboral actual. 

“En nuestro país hay un enorme potencial de recursos naturales y talento humano. Lo que falta es fomentar más actividades que reten a estudiantes y docentes a mostrar lo que son capaces de hacer”, reflexiona.

Un futuro prometedor

Si bien el proyecto se encuentra aún en una etapa experimental, los resultados abren la puerta a una posible producción a mayor escala. Su origen natural, efectividad comprobada y aceptación por parte de la comunidad lo convierten en un candidato atractivo para el cuidado diario de la salud bucodental.

Para Córdova, la lección más importante que deja esta experiencia es clara. “La ciencia no está solo en los laboratorios. Está en las manos de estudiantes que se atreven a innovar y en las comunidades que se benefician de esos esfuerzos”.

Clamentol no es solo un enjuague bucal; es la demostración de que la unión entre conocimiento, trabajo en equipo y compromiso social puede generar soluciones reales para el bienestar de las personas, una sonrisa a la vez.

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