Cinco pasos para que desarrolladores bolivianos trabajen con empresas extranjeras

Imagen Unifranz

Acceder a mejores ingresos, ampliar la experiencia profesional y participar en proyectos innovadores sin abandonar el país son algunas de las principales ventajas que encuentran los ingenieros de sistemas y desarrolladores de software en Bolivia al prestar servicios para empresas extranjeras. En un mercado global cada vez más conectado y digitalizado, los talentos bolivianos en tecnología comienzan a ganar protagonismo.

“Tenemos mucha gente capacitada, experta en desarrollo (…). Lo bueno del desarrollador es que no necesita trabajar de forma presencial; puede hacerlo virtualmente, y eso ayuda bastante en este proceso”, señala Julio César Gómez, docente de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz y gerente de la empresa tecnológica Cegepa SRL.

José Ramos es un programador cochabambino de 32 años que trabaja para una empresa dedicada al desarrollo de software para mercados internacionales. 

“Normalmente, empresas de Estados Unidos, México o Europa contratan a los equipos para desarrollar o mantener distintos programas. Por ejemplo, hay equipos que incluyen nuevas características a un software de marketplace, otro equipo se dedica al mantenimiento y otro a las pruebas de rendimiento”, explica.

Ramos, como muchos otros profesionales del sector, ha logrado insertarse en el mercado internacional sin salir del país. Su experiencia le ha permitido acumular conocimiento, colaborar en proyectos de alto impacto y tener un salario competitivo. A partir de su trayectoria, se pueden identificar cinco recomendaciones clave para quienes desean seguir el mismo camino:

  1. Construir un perfil profesional sólido: un currículum bien estructurado, acompañado de un portafolio en plataformas como GitHub, Stack Overflow o un sitio web personal, es esencial para mostrar habilidades y logros.
  2. Buscar en plataformas internacionales: sitios como LinkedIn, Indeed, Monster y Stack Overflow Jobs son claves para acceder a ofertas globales. También existen portales especializados en trabajo remoto como We Work Remotely y Working Nomads.
  3. Mantener una presencia activa en redes profesionales: LinkedIn es fundamental para conectar con reclutadores y empresas. Actualizar el perfil, compartir contenido relevante y participar en grupos de tecnología puede aumentar la visibilidad.
  4. Obtener certificaciones: contar con certificaciones en tecnologías populares como AWS, Google Cloud, Python o Java agrega valor al perfil profesional.
  5. Prepararse para entrevistas en inglés: la mayoría de las empresas internacionales exige entrevistas en este idioma. Mejorar las habilidades de comunicación es crucial para superar esta etapa.

Estas cinco recomendaciones son impartidas desde los niveles iniciales a los estudiantes de Ingeniería de Sistemas en Unifranz, permitiendo el desarrollo de habilidades que, a futuro, los habiliten a aspirar a puestos en cualquier parte del mundo.

Trabajar para el exterior representa, entonces, una ventana de oportunidad para los desarrolladores bolivianos. No solo les permite competir a nivel global, sino también adquirir experiencia en contextos diversos, aplicar conocimientos de forma innovadora y acceder a una mejor calidad de vida. Aunque aún queda camino por recorrer en términos de apoyo institucional y fortalecimiento del ecosistema tecnológico, el talento nacional ya está demostrando que es capaz de cruzar fronteras —sin moverse de casa.

Una posibilidad real

Actualmente, trabajar para el exterior no solo es posible para los desarrolladores bolivianos: es una realidad creciente. Según datos de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), las exportaciones anuales de software desde Bolivia generan alrededor de 30 millones de dólares, siendo Cochabamba el principal polo de desarrollo tecnológico del país. Más de 160 empresas operan en esta ciudad, ofreciendo soluciones a mercados internacionales como Estados Unidos, México y países europeos.

No obstante, el crecimiento del sector tecnológico también enfrenta varios desafíos estructurales. Entre ellos, la falta de inversión en innovación, el escaso acceso a capacitación especializada y la limitada competitividad frente a mercados más desarrollados. A esto se suma un bajo nivel de alfabetización digital en algunos sectores y la necesidad de que las universidades y centros de formación adapten sus currículos a las nuevas demandas del mercado global.

Gómez sostiene que, aunque hay talento, falta un ecosistema que fomente su permanencia en el país. “Actualmente tenemos acá gente muy capacitada, que podría decirse que son genios, pero no se los valora como en otros países. Por eso optan por brindar sus servicios fuera”, enfatiza.

A pesar de estas limitaciones, la demanda internacional sigue abriendo puertas. Muchas empresas del exterior contratan directamente a equipos en Bolivia o a profesionales individuales para colaborar en tareas como mantenimiento de plataformas, diseño de nuevas funcionalidades, pruebas de rendimiento o implementación de soluciones específicas. Estas experiencias no solo diversifican el portafolio de los desarrolladores bolivianos, sino que también elevan su estándar profesional.

avatar de autor
Manuel Joao Filomeno Nuñez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *