Brote de influenza en el país: vacunarse y acudir al médico a tiempo puede salvar vidas 

Por Lily Zurita Zelada

#image_title

Bolivia enfrenta un preocupante brote de influenza tipo A, con una elevada incidencia en departamentos como Santa Cruz y Cochabamba, donde ya se han registrado fallecimientos. Frente a este escenario, actuar con rapidez ante los primeros síntomas y acudir a centros de salud puede marcar la diferencia entre una recuperación oportuna y complicaciones severas.

“La influenza no es un simple resfrío. Es una enfermedad respiratoria aguda que puede tener consecuencias fatales si no se la trata a tiempo”, advierte Sinaí Claros, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y agrega que “la clave para mitigar su impacto está en la prevención, la detección temprana y el acceso inmediato a los servicios de salud”.

Influenza tipo A: el virus estacional que golpea con fuerza

La influenza tipo A es un virus altamente contagioso que suele propagarse en Bolivia durante los meses fríos, especialmente entre mayo y agosto, aunque pueden presentarse casos durante todo el año, sobre todo en regiones con climas variables como Santa Cruz o Cochabamba. Sus síntomas son intensos: fiebre mayor a 38°C, tos seca, dolor muscular, fatiga, congestión nasal y dolor de garganta.

En el país, circulan principalmente los subtipos H1N1 y H3N2, junto con la influenza tipo B. La capacidad de mutación del virus A lo convierte en una amenaza constante, con potencial epidémico y pandémico.

“Este año, estamos viviendo un brote epidémico de influenza con una letalidad que preocupa. Solo en Santa Cruz se han confirmado 20 muertes, y en Cochabamba, al menos una”, explica Claros. “Los más afectados son niños menores de cinco años, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas o de base”.

Acudir al médico a tiempo puede evitar complicaciones mortales

La influenza tipo A puede derivar en complicaciones severas como neumonía, miocarditis, encefalitis o miositis. En casos graves, puede llevar a la insuficiencia respiratoria y la muerte. Además, su rápida transmisión en espacios cerrados como escuelas, hospitales y lugares de trabajo puede saturar los servicios de salud, lo que agrava aún más la situación.

“El mayor error que puede cometer una persona es minimizar los síntomas o automedicarse. Ante fiebre alta, tos persistente o dificultad para respirar, se debe acudir de inmediato al centro médico más cercano. La atención médica oportuna puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una hospitalización”, enfatiza la docente de Medicina en Unifranz. 

Vacunarse es un acto de responsabilidad colectiva

La herramienta más eficaz contra la influenza tipo A sigue siendo la vacunación anual. En Bolivia, el Ministerio de Salud ofrece vacunas gratuitas a los grupos de mayor riesgo: niños pequeños, mujeres embarazadas, adultos mayores, personas con comorbilidades y personal de salud.

“La vacuna no solo protege a quien la recibe, sino que reduce la posibilidad de transmisión a quienes aún no están inmunizados. Vacunarse es un acto de responsabilidad social”, sostiene Claros.

Pese a la disponibilidad de vacunas, aún existe desinformación y resistencia en algunos sectores de la población. Claros insiste en que las campañas de vacunación deben intensificarse y estar acompañadas de estrategias de educación comunitaria para generar conciencia.

Recomendaciones clave 

Frente al brote de influenza que golpea al país, la Dra. Claros comparte algunas recomendaciones fundamentales para reducir el contagio y prevenir complicaciones:

  • Consulta médica inmediata ante síntomas como fiebre alta, tos intensa o dificultad para respirar.
  • Reposo y aislamiento domiciliario, al menos hasta 24 horas después de que la fiebre desaparezca sin el uso de medicamentos.
  • Buena hidratación con agua, infusiones o caldos para evitar la deshidratación, frecuente en cuadros febriles.
  • Uso de mascarillas y lavado frecuente de manos para evitar la propagación del virus.
  • Ventilación de espacios cerrados, especialmente en el hogar o el lugar de trabajo.
  • Monitoreo constante de síntomas y atención médica urgente si se presentan signos de alarma como dolor torácico o dificultad respiratoria.
  • Evitar la automedicación, ya que algunos fármacos pueden enmascarar síntomas y retrasar el tratamiento adecuado.

Impacto económico y social del brote de influenza

Además de las consecuencias sanitarias, el brote de influenza tipo A tiene un fuerte impacto económico. El ausentismo escolar y laboral, el gasto en medicamentos y hospitalización, y la sobrecarga en el sistema de salud son algunos de los efectos visibles de esta emergencia sanitaria.

“La influenza no solo enferma cuerpos, también paraliza actividades, debilita economías familiares y pone en tensión la infraestructura de salud pública. Por eso, no debemos esperar a que los síntomas empeoren para buscar ayuda”, reflexiona la médico.

El brote actual es una llamada de atención. Los sistemas de salud necesitan fortalecer la vigilancia epidemiológica, asegurar el acceso equitativo a las vacunas y reforzar la comunicación con la población.

“Como médico y educadora, hago un llamado urgente a la población: vacunémonos, cuidémonos y acudamos oportunamente a los servicios de salud. No dejemos que una enfermedad prevenible siga cobrando vidas”, finaliza la docente de Unifranz.

INFOGRAFIA BLOG INFLUENZA TIPO A
avatar de autor
Lily Zurita Zelada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *