Educación socioemocional, una estrategia que potencia el desarrollo integral de los estudiantes

Comprender nuestras propias emociones nos permite reconocer la importancia de estas en nuestro aprendizaje, este es el corazón de la educación socioemocional, una estrategia que potencia el desarrollo integral de los estudiantes.

Las emociones son respuestas naturales a nuestro entorno, diseñadas para ayudarnos a adaptarnos y sobrevivir, explica José Vásquez, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

Estas respuestas son fundamentales para nuestra supervivencia, ya que nos permiten reaccionar rápidamente a las amenazas y aprovechar las oportunidades en nuestro entorno. A pesar de esto, en nuestra sociedad a menudo se subestima la importancia de las emociones, viéndolas erróneamente como un signo de debilidad.

Vásquez explica que gestionar las emociones ofrece dos ventajas clave: primero, permite reconocer las emociones y trabajar con ellas de manera saludable, evitando que se conviertan en problemas mayores como la depresión. Segundo, ayuda a controlar nuestras respuestas emocionales, previniendo comportamientos inadecuados que podrían dañar nuestras relaciones o nuestra integridad personal.

“Es muy complejo que las personas puedan desenvolverse de manera adecuada en un entorno socio emocional, es decir, que no solo es el coeficiente intelectual lo importante, sino también la regulación emocional para la mejor interacción con nuestro entorno”, manifiesta el académico.

En este contexto, la educación socioemocional permite a los estudiantes gestionar sus emociones e integrarlas al proceso de aprendizaje.

“La educación socioemocional es un proceso de enseñanza y aprendizaje que permite a los estudiantes desarrollar habilidades emocionales, sociales y cognitivas para gestionar sus emociones, establecer relaciones positivas y tomar decisiones responsables. Su objetivo es formar individuos resilientes, empáticos y con una inteligencia emocional que favorezca su bienestar personal y social”, explica Leslie Vidaurre, experta en pedagogía y miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de Unifranz.

Este proceso tiene como objetivo que los estudiantes desarrollen y pongan en práctica herramientas para generar sentido de bienestar con ellos mismos y con los demás, esto puede ser mediante rutinas asociadas a las actividades educativas. También que aprendan a lidiar con sus emociones e impulsos para poder relacionarse.

La Secretaría de Educación Pública de México menciona que investigaciones demuestran que la educación socioemocional contribuye a que los estudiantes alcancen sus metas, establezcan relaciones y mejoren su rendimiento académico. Así que, a largo plazo, se puede asociar con el éxito profesional, la salud y la participación social.

Este proceso ayuda a los estudiantes a desarrollar las competencias fundamentales para la efectividad en la vida. Aquellas que necesitamos para manejarnos a nosotros mismos, nuestras relaciones interpersonales y nuestro trabajo en forma efectiva y ética.

Educar desde las emociones

“Educar desde las emociones es clave para el desarrollo integral de los estudiantes, ya que les ayuda a manejar el estrés, mejorar su autoestima y fortalecer sus habilidades de comunicación y resolución de conflictos. Además, potencia su rendimiento académico al promover una mentalidad de crecimiento y la autorregulación emocional. Un estudiante con habilidades socioemocionales bien desarrolladas tiene mayor capacidad de adaptación, toma mejores decisiones y se integra de manera positiva en su entorno”, acota Vidaurre.

Algunos de los aspectos claves de la educación socioemocional son la autoconciencia, la cual consiste en reconocer y comprender las propias emociones, fortalezas, debilidades y valores; la autogestión, que es regular las propias emociones, pensamientos y comportamientos de manera efectiva; la conciencia social, es decir, comprender y empatizar con los demás, incluyendo aquellos de diversos orígenes y culturas.

También se busca incentivar las habilidades de relación, establecer y mantener relaciones saludables y satisfactorias y la toma de decisiones responsable, que significa tomar decisiones éticas y constructivas sobre el comportamiento personal y las interacciones sociales.

Cómo implementarla

Para implementar la educación socioemocional, Vidaurre señala que las principales estrategias son las siguientes: 

  • Incorporar programas de aprendizaje socioemocional en las asignaturas, con actividades reflexivas y dinámicas grupales.
  • Fomentar la comunicación asertiva y el trabajo en equipo en el aula.
  • Utilizar técnicas para mejorar la concentración y el bienestar de los estudiantes.
  • Implementar tutorías y espacios de diálogo donde los estudiantes puedan expresar sus emociones y recibir orientación.
  • Capacitar a docentes en metodologías de enseñanza socioemocional para que puedan aplicarlas en su práctica diaria.

Para los docentes, según la experta, es importante evaluar cambios en la conducta, participación y relaciones interpersonales de los estudiantes, así como el comportamiento de los estudiantes dentro y fuera del aula.

“Para esto se pueden aplicar encuestas que midan el desarrollo de habilidades socioemocionales, bienestar emocional y nivel de satisfacción con su aprendizaje, realizar foros y debates para conocer la percepción de los estudiantes sobre su crecimiento emocional, analizar si la mejora en la inteligencia emocional impacta en la concentración, la resolución de problemas y el rendimiento en su formación profesional”, finaliza la docente universitaria.

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