Cuándo y por qué buscar ayuda en un profesional de la psicología

Por Paula Beatriz Cahuasa

La importancia de la salud mental ganó reconocimiento en los últimos años, pero todavía persisten tabúes que impiden a muchas personas buscar la ayuda que necesitan. El apoyo psicológico no debe ser visto como un signo de debilidad, sino como una herramienta para enfrentar desafíos que la vida presenta en distintos momentos, señala Carmen Aguilera, docente de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

“Es sumamente importante ir al psicólogo por muchas razones. A veces ocurre que ya tenemos estrategias para enfrentar problemas, pero no siempre estas son suficientes. En el momento en que el problema nos rebasa, es cuando deberíamos buscar ayuda”, explica.

Las dificultades pueden surgir en diversos ámbitos: laboral, familiar, sentimental o educativo. Los intereses y necesidades cambian con el tiempo, y lo que antes parecía manejable puede convertirse en un desafío en nuevas etapas de la vida.

Salud mental, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), es “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente e integrarse en su entorno. La salud mental tiene un valor intrínseco y fundamental, y forma parte de nuestro bienestar general”. 

Durante transiciones como en el paso de la adolescencia a la adultez, por ejemplo, las personas enfrentan problemas desde nuevas perspectivas. “Lo que antes no despertaba interés o preocupación, ahora puede tener un impacto significativo. No podemos decir que todos necesitan ir al psicólogo, hay personas que manejan sus estrategias de forma eficaz, pero eso no significa que en algún momento de sus vidas no requieran ayuda adicional”, aclara la experta.

Señales 

Las señales de que una persona precisa ayuda de un profesional de la psicología incluyen alteraciones en el sueño, cambios en los hábitos alimenticios, dificultades en las relaciones interpersonales o incluso problemas en la relación consigo mismo. 

“Cuando sientes que el problema te rebasa, que no puedes manejarlo, es el momento ideal para buscar ayuda. El psicólogo te ayuda a reconocer tus propias estrategias de afrontamiento y a manejar aquello que te quita el sueño, altera tus ciclos o afecta tus relaciones”, suma Aguilera.

No obstante, el estrés, las emociones intensas y los problemas cotidianos afectan a todos en algún momento. Sin embargo, es esencial diferenciar si los problemas tienen un origen psicológico o físico. 

“Sería un error generalizar y decir: ‘Cuando no puedes dormir, ve al psicólogo’, porque puede haber factores físicos que también influyen. Por eso, el proceso inicia con una evaluación para determinar si es necesario un proceso terapéutico”.

Barreras

Uno de los principales obstáculos para buscar ayuda sigue siendo el estigma asociado a la terapia. Aunque la percepción mejoró con el acceso a la información, aún persisten ideas erróneas. 

“Ir al psicólogo no significa falta de fuerza de voluntad ni debilidad o estar locos. Los tabúes han llevado a muchas personas a ocultar que están en terapia, pero la salud mental es crucial para todas las personas, independientemente de su edad”.

Desde la psicología educativa, clínica o laboral, los profesionales ayudan a las personas a enfrentar dificultades específicas, ya sea falta de concentración, bajo rendimiento académico o problemas en las relaciones interpersonales.

Buscar ayuda psicológica no debería ser visto como un último recurso, sino como un paso proactivo hacia el bienestar. Reconocer la necesidad de apoyo y dar el paso para obtenerlo es un acto de fortaleza y autocuidado.

“Ir al psicólogo no es una señal de fracaso, sino una oportunidad para reactivar estrategias y vivir una buena calidad de vida a nivel de salud mental”, concluye la profesional.

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