¿Cómo la educación puede construir un futuro más justo y resiliente en la era de la IA?

By Paula Beatriz Cahuasa

La revolución de la inteligencia artificial (IA) generativa está redefiniendo cómo aprendemos, enseñamos y concebimos la educación. Lejos de ser solo una tendencia tecnológica, esta transformación representa una oportunidad histórica para construir un futuro más equitativo, inclusivo y resiliente.

En esta transición, Verónica Ágreda de Pazos, rectora nacional de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y Rodrigo Fábrega, director de la Fundación Puente y profesor invitado en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), reflexionan en torno a los retos y oportunidades que trae esta nueva era.

“La educación del futuro estará profundamente marcada por la inteligencia artificial generativa, que promete revolucionar no solo la forma en que aprendemos, sino también lo que aprendemos”, afirma Ágreda.

Bajo el lema “IA y educación: preservar la autonomía en un mundo automatizado”, este viernes 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación 2025. La fecha, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, busca promover una reflexión profunda respecto al papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo.

Herramientas como tutores virtuales y modelos avanzados de lenguaje personalizarán la enseñanza, adaptándola a las necesidades individuales de los estudiantes, asegura Ágreda. Esta capacidad para ajustar contenidos según el ritmo y estilo de aprendizaje de cada persona es una oportunidad para democratizar el acceso a una educación de calidad, especialmente en regiones o países con recursos limitados.

Rodrigo Fábrega, quien también es presidente de la Fundación Cruzando, complementa esta idea destacando tres pilares esenciales para entender el impacto de la inteligencia artificial en la educación.

“Primero, la IA nos hace más eficientes. Por ejemplo, permite estudiar documentos extensos en segundos, optimizando el tiempo para el análisis crítico. Segundo, nos invita a reflexionar sobre cómo pensamos y aprendemos, transformando la IA en una teoría educativa. Tercero, ofrece a los estudiantes la posibilidad de crear sus propios modelos de lenguaje y herramientas de aprendizaje, fomentando su creatividad y liderazgo en la generación de conocimiento”, indica.

Retos y oportunidades de la educación en la era de la IA

El avance de la IA generativa no está exento de desafíos. “Cerrar la brecha digital es imperativo”, advierte la también secretaria General de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP). Aunque la tecnología tiene un enorme potencial transformador, muchas comunidades aún carecen de acceso a dispositivos, conectividad y alfabetización digital. Además, surgen preocupaciones éticas sobre la privacidad de los datos estudiantiles y la seguridad en su manejo.

Por otro lado, Fábrega destaca la necesidad de integrar la IA en todos los niveles educativos y que “las universidades deben liderar este cambio”, con la inclusión de asignaturas sobre inteligencia artificial en las carreras de pedagogía o la creación de departamentos de IA, similares a los de matemáticas, lenguaje o educación física.

Las oportunidades son igualmente prometedoras. La personalización del aprendizaje, el acceso a recursos globales de alta calidad y la inclusión de contenidos innovadores, como pensamiento computacional y habilidades digitales, están redefiniendo el panorama educativo.

Como señala Ágreda, “la clave está en maximizar estas oportunidades mientras enfrentamos los retos con visión estratégica e inclusiva”.

Transformación de roles

El papel de los docentes y estudiantes también está evolucionando. Los profesores ya no serán simples transmisores de conocimiento, sino diseñadores de experiencias de aprendizaje.

“El rol del docente será matético (se refiere a quien aprende) , es decir, guiará a los estudiantes a aprender por sí mismos, utilizando la IA para potenciar su creatividad y pensamiento crítico”, explica Fábrega. Insiste en que los estudiantes deben asumir un papel más activo, porque “hoy tienen las herramientas para liderar la creación de nuevos modelos de aprendizaje. Esto no solo fomenta su autonomía, sino también su capacidad de innovar”.

Ágreda, por su parte, enfatiza que esta transformación también requiere educar a los estudiantes sobre el uso responsable y ético de estas herramientas. Enseñar a interpretar críticamente los resultados generados por la IA será esencial para evitar la desinformación y garantizar que la tecnología sea una aliada en el aprendizaje.

“Los profesores pasarán de ser transmisores de conocimiento a diseñadores de experiencias de aprendizaje. Mientras, los estudiantes serán los protagonistas de su propio aprendizaje. Gracias a la IA, tendrán acceso a plataformas interactivas que les permitirán aprender de manera autónoma y explorar contenidos adaptados a sus intereses y habilidades”, puntualiza.

A distancia, permanente y en línea: el futuro de la educación

La educación a distancia, permanente y en línea se consolida como una modalidad predominante en los sistemas educativos modernos.

Para Fábrega, estas plataformas no solo democratizan el acceso al conocimiento, sino que incorporan elementos de trabajo colaborativo y reflexión grupal, evitando una deshumanización del aprendizaje.

“La tecnología debe ser una herramienta para fomentar la creatividad y el pensamiento crítico, no un sustituto de las interacciones humanas”, reflexiona.

La vicepresidenta Regional de Países Andinos , en tanto, considera que estas modalidades serán esenciales para la capacitación continua porque permiten romper barreras geográficas y facilitan el acceso a contenidos educativos para poblaciones históricamente marginadas.

Estas plataformas no sólo impulsarán la educación formal, sino que también serán esenciales para la capacitación continua y la adquisición de nuevas habilidades en el mercado laboral del futuro.

“La flexibilidad, el acceso masivo y la adaptabilidad son atributos que harán de estas modalidades una opción atractiva tanto para estudiantes como para instituciones educativas. ¡El aprendizaje nunca ha estado tan al alcance de un clic!”, dice la académica, quien agrega que “la educación en la era de la inteligencia artificial generativa representa una oportunidad histórica para rediseñar nuestras sociedades hacia un futuro más equitativo, inclusivo y resiliente”.

Sin embargo, ambos expertos coinciden en que el éxito de esta transición dependerá de un enfoque colaborativo entre gobiernos, empresas, instituciones educativas y comunidades. La IA no solo es una herramienta tecnológica, sino también una materialidad que, como la plastilina en manos de un niño, permite imaginar, crear y reflexionar.

Finalmente, Fábrega sugiere que se debe enseñar a los estudiantes  a “utilizar estas herramientas en su favor, potenciando su creatividad y construyendo un futuro donde el conocimiento y la inclusión sean los pilares fundamentales”.

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