Por Lily Zurita
Contar historias está dentro del ADN de los humanos, desde las pinturas en las cuevas que nuestros antepasados prehistóricos dejaron hasta los relatos de trovadores y juglares medievales que cantaban las hazañas de reyes y caballeros, llegando a los tiempos modernos con escritores, directores de cine, animadores y guionistas que siguen deleitando al mundo con relatos de todo tipo.
En este amplio espectro narrativo, el saber contar historias (storytelling) se ha convertido en una habilidad esencial y muy requerida en diversos ámbitos de la vida humana, la educación, el entretenimiento y la publicidad.
“El storytelling es el arte de contar historias, pero historias que emocionen, que convenzan y que seduzcan”, explica Gloria Ardaya, docente de la carrera de Publicidad y Marketing de Unifranz Online.
Ardaya agrega que en el storytelling publicitario, no basta con saber contar historias, sino que es sumamente importante saber hilarlas de manera que acerquen al cliente a las marcas y que conecten con él de manera emocional, generando empatía.
Es importante destacar la versatilidad de esta herramienta, ya que nos permite implementarla tanto en el marketing tradicional, como en el marketing digital y también en redes sociales, en campañas de Email Marketing (EMM), o en contenidos para blog.
Como toda buena historia, el storytelling debe contar con, al menos, estos tres elementos: una introducción, un desarrollo y un desenlace.
En la introducción comenzamos a contar la historia, pero antes es necesario presentar el contexto, darle al público la información necesaria para comprender el resto del camino. En esta etapa se presentan a los protagonistas, sus nombres, de dónde vienen, qué hacen, qué tipo de personajes son o dónde viven, entre otros aspectos.
Puede tratarse tanto de un personaje real, ficticio o de algún otro concepto abstracto que funcione para dar a conocer nuestra historia. Por ejemplo, en el caso de la refresquera se trata del concepto “familia”, y nuestra historia se desarrolla en casa o en algún lugar ambientado.
La primera etapa sienta las bases para el desarrollo de la historia, en esta parte es donde damos a conocer por qué deberían seguir nuestra marca. Aquí hacemos esa conexión con el consumidor y le doy el mensaje clave del por qué mi marca y el consumidor son iguales.
Aquí, el principal objetivo es asociar emociones a través del mensaje con nuestra marca y que el consumidor la sienta como si también fuera suya. Regresando al ejemplo del caso anterior, el vínculo y la emoción es la unión en familia, hacernos sentir cómo son parte esencial de nuestra vida y cómo podemos disfrutar los pequeños momentos a su lado.
Por último, y no menos importante, llegamos al final de la historia o desenlace, donde, ya con la atención del público puesta en el storytelling, entra de forma directa la marca, para que una vez creado el vínculo los consumidores puedan asociarlo a ella.
Pero, ¿cómo construir esta historia? A continuación, cinco tips para hacer piezas de storytelling de impacto, que seduzcan a nuestros públicos.
- Seleccionar a nuestro público
“El punto de partida para contar una buena historia es, primero, mirar hacia quién está dirigida esa historia, cuál es mi público y, desde ahí, empezar a narrar, siempre tratando de que esta historia nos lleve a lo emocional, a generar empatía”, expresa Ardaya.
Esto significa que es necesario definir a la audiencia. Esto permite saber cómo es el receptor, cómo piensa, qué siente y qué es lo que busca. De esta forma tendremos las herramientas necesarias para comunicarnos con la audiencia, generar empatía y captar su interés.
- Define qué historia quieres contar
“Debemos pensar qué queremos contar. Queremos contar la historia de alguna situación por la que atravesó la empresa y cómo salió de esa situación o la historia de cómo fue fundada o cómo nació esta empresa o institución”, dice la docente.
En este punto es importante definir el tipo de historia y qué valores deseamos transmitir en ella, tener en claro las ideas y principios de la empresa. Cuando se hayan definido habrá que plasmarlos en el guión para que capten la atención del público.
- Crea una conexión emocional con el público
“Una de las ventajas del storytelling es que, rápidamente, logramos esa conexión con la audiencia y esto hace que generemos confianza y credibilidad con nuestro público. Otra cosa que nos ayuda es que podemos fidelizar a los clientes”, manifiesta.
El storytelling se basa en causar sentimientos en el público y apelar a ellos en la historia que contamos. Esto es muy eficiente ya que a través de lo que sienten las audiencias, ya sea miedo, emoción o preocupación, se puede empatizar con ellos.
- Da vida a los personajes
Construir personajes que encarnan la historia que queremos contar es un punto clave. Es importante evitar que la marca sea la protagonista, simplemente debe ser parte del relato.
Por lo tanto, es clave crear un personaje protagónico con el que el público empatice, que represente los valores de la marca y que sea lo más auténtico posible.
- Cuenta una historia sencilla
La simplicidad es uno de los grandes secretos para contar historias y atraer la atención de las audiencias. No debemos elaborar una historia compleja que la gente olvidará. Lo mejor siempre será optar por historias comunes e inspiradas en el día a día. Esto ayudará a construir una relación de cercanía con el receptor.
“La importancia de saber cómo hacer storytelling radica en que una historia bien contada despierta el interés y conecta con las audiencias desde el inicio creando fidelidad. Es un verdadero arte el poder unir todos los elementos necesarios para enganchar a tu público objetivo”, expresa Ardaya.