¿Cómo se logra para que un derecho protegido por las normas se materialice en la realidad? ¿Cuáles son las instituciones que dicen defender los derechos humanos y realmente buscan esos fines? ¿Qué está fallando cuando una entidad policial dice que busca garantizar los derechos humanos, pero no lo hace?
En materia jurídica, las normas están establecidas. Sus autores se sienten satisfechos por haber redactado tratados y normas sustanciosas y ampulosas; pero sin embargo su aplicación es otra realidad.
La práctica de la investigación jurídica puede ayudar a conciliar ambos aspectos, es decir, las normas establecidas y su puesta en marcha en la realidad.
La investigación jurídica es una rama del derecho que se enfoca en un fenómeno de la sociedad de manera interdisciplinaria, a la luz del derecho, para poder brindar una solución que mejore a la misma sociedad, define Beymar Paye, docente de Investigación Jurídica de la Universidad Franz Tamayo, Unifraz.
La investigación jurídica no se trata simplemente de realizar un estudio comparado entre las legislaciones mexicanas y bolivianas, por ejemplo, o que se analice un derecho que está protegido por la normativa internacional y por los tratados y acuerdos internacionales. “Sino se trata de investigar los hechos y la vida misma de las personas”, enfatiza Javier Contreras, director de la carrera de Derecho del Tecnológico de Monterrey, México.
El experto participó, desde México, en un webinar organizado por la carrera de Derecho. En el encuentro con los estudiantes de Unifranz, expuso algunos ejemplos. En materia de protección de los derechos humanos de las mujeres se han establecido varias normas, una de las cuales señala que ellas deben poder acceder a Centros de Justicia para la Mujer, algo así como los Centros Integrales Multidisciplinarios bolivianos, para atender sus denuncias de violencia.
Contreras asegura que las personas que concibieron esos centros seguramente sintieron que hicieron patria al plantear esas soluciones a la problemática de violencia contra la mujer, que se vive en Bolivia y en muchos países del mundo como México. Pero observa que no se pusieron a pensar en cuánto de presupuesto implica colocar estos centros en todo México, cuánto cuesta contratar jueces, psicólogos, médicos, abogados, y construir grandes infraestructuras en las que quepan todos estos profesionales para que la mujer pueda realizar la denuncia de violencia de una sola vez.
Contreras señala que se requiere realizar una investigación multidisciplinaria para implementar esos planes, con la participación por ejemplo de economistas y administradores de empresas, en este caso.
La investigación jurídica puede aplicarse a muchos campos del derecho y no sólo para conocer a profundidad de las normas, sino su aplicación en la realidad y en la vida de las personas.
Para ponerla en práctica existen muchas herramientas metodológicas, indica Paye. Están al alcance de todos los interesados y no sólo de los expertos. Para el académico boliviano, es momento de acabar con los mitos que dificultan la práctica de la Investigación Jurídica. Por ejemplo, que hay poca información o que todo ya está investigado.
Fabiola Ramírez, directora del Centro de Investigaciones Académicas de la Unifranz, indica que para emprender una investigación jurídica se debe tomar en cuenta principalmente el diseño metodológico. El método incluye el paradigma, que es el enfoque con el que abordará la problemática social planteada; el tipo de investigación, que está relacionado con al diseño del proceso investigativo, y el método propiamente dicho, que incluye las técnicas a utilizar.
Los expertos coinciden en que es vital impulsar en los estudiantes la investigación jurídica, porque así se mejora el nivel académico de los mismos alumnos, se muestra la calidad de enseñanza que se importe en este centro de enseñanza y, además, se aporta al beneficio y desarrollo de la sociedad.