Alegría, tristeza, miedo, desagrado, ira, ansiedad, envidia, tedio y vergüenza son un conjunto de emociones que forman parte de la esencia del ser humano y que fueron sutilmente recreadas en la película Intensamente II, a través de la historia de una niña de 11 años, que pasa por grandes cambios y retos emocionales después de que sus padres deciden mudarse a otra ciudad.
En Intensamente, la historia se desarrolla en la mente de la protagonista, donde se muestran nueve personajes que representan estos sentimientos básicos de los humanos.
Luz Karen Meneses, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que las emociones, incluyendo la ansiedad, la ira y otras, forman parte de la esencia del ser humano.
“Son respuestas a estímulos internos y externos que las personas son capaces de experimentar, simultáneamente, como parte de su esencia. Una persona podría sentirse feliz y emocionada por haber aprobado un examen, sin embargo, paralelamente, experimentar preocupación, ansiedad y tristeza por la salud de un familiar”, indica.
La psicopedagoga puntualiza que las emociones no son malas, más al contrario, cumplen una funcionalidad y son respuestas normales a diferentes situaciones. Por ejemplo, la ira puede ser una respuesta natural ante una injusticia, “todo depende cómo expresamos y manejamos nuestras emociones”.
Las emociones conviven diariamente con nosotros, pero una mala gestión de las mismas, puede comportar la aparición de trastornos mentales y emocionales, como el estrés o la ansiedad.
“La correcta gestión de las emociones nos ayuda a evitar conflictos innecesarios, facilita la expresión de nuestras emociones, nos genera empatía con los demás, nos ayuda a orientarnos hacia los objetivos que nos planteamos y aprender de los errores propios y ajenos”, agrega la experta.
En la película, Alegría, Ira, Miedo, Desagrado y Tristeza deben aprender a convivir con nuevas emociones como la Envidia, el Tedio, la Vergüenza y la Ansiedad.
“Intensamente es una película que me ayudó mucho a comprender las emociones. A partir de ello, tengo claro que la alegría, la tristeza, el miedo, la ira y el desagrado interactúan e influyen en nuestro comportamiento y en la toma de decisiones”, dice la académica, quien destaca que, a partir de la película, se dio mayor atención a la salud mental y las emociones ya que “muchas veces queremos que nuestra vida esté controlada solamente por la alegría, pero que hay que valorar el rol de todas las otras emociones en nuestra vida.
Ansiedad, una de las más temidas
No sólo en el cine sino en la vida real, la ansiedad es una de las emociones más temidas y peligrosas. En la película, cuyo estreno está previsto para junio de 2024, Ansiedad promete revolucionar todo lo conocido hasta ahora.
«¡Hola! ¿Qué tal? ¡Ay, qué nervios! Soy Ansiedad. ¿Dónde pongo mis cosas?», es la forma en la que la protagonista llega, junto a las nuevas emociones, al centro de comando en Intensamente II.
La ansiedad es una emoción normal que experimentan las personas ante situaciones en las que se sienten amenazadas por un peligro, un sentimiento de miedo, temor o inquietud. Puede ser tanto un estado de ánimo normal como un trastorno, dependiendo de la situación y la duración de los síntomas.
Para Meneses, de alguna forma, todos hemos sentido ansiedad ante una situación de estrés o peligro, pero que no debe preocupar si sólo se trata de un estado de ánimo esporádico. “Sin embargo, si es persistente, dificulta nuestra actividad diaria y la persona presenta la mayoría de los síntomas, se convierte en un trastorno, que, si no es tratado oportunamente, podría desencadenar en depresión”.
El trastorno de ansiedad es una afección en la que la ansiedad no desaparece. Las personas con trastornos de ansiedad tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias.
“Genera en las personas episodios de ansiedad intensa y miedo o terror inexplicable por unos minutos (ataques de pánico). El trastorno de ansiedad puede empeorar con el tiempo y afectar en el desempeño laboral, académico y en las relaciones entre personas”, señala.
Tipos de ansiedad
Meneses asegura que, si bien existen varios tipos, los trastornos de ansiedad que más destacan son los siguientes:
- Trastorno de ansiedad generalizada. Las personas con este trastorno se preocupan por problemas comunes como la salud, el dinero, el trabajo y la familia. Pero sus preocupaciones son excesivas y las tienen casi todos los días durante al menos seis meses.
- Trastorno de pánico. Las personas con trastorno de pánico sufren de ataques de pánico. Estos son repentinos y repetidos momentos de miedo intenso sin haber un peligro aparente. Los ataques se producen rápidamente y pueden durar varios minutos o más.
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos (compulsiones) que interfieren en las actividades diarias, causan sufrimiento emocional y ansiedad.
- Fobias. Las personas con fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. Su miedo puede ser a las arañas, insectos, a volar, ir a lugares concurridos o estar en situaciones sociales (conocida como ansiedad social).
Entre otros, los síntomas de la ansiedad más comunes son la preocupación excesiva, la sensación de nerviosismo, inquietud, agitación o tensión, irritabilidad, tensión muscular, dificultad para concentrarse, problemas para conciliar el sueño (insomnio), sensación de peligro inminente, ataques de pánico, sensación de ahogo, aumento del ritmo cardíaco (palpitaciones), respiración acelerada (hiperventilación), sudoración, temblores, sensación de debilidad o cansancio, padecer problemas gastrointestinales o tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
Finalmente, una persona diagnosticada con trastorno de ansiedad y que presenta la mayoría de los síntomas descritos, tiene dificultades para relacionarse con otras personas, el exceso de preocupación desborda en su diario vivir, la falta de sueño y los ataques de pánico son recurrentes.
“Si son estudiantes, afecta significativamente su rendimiento académico, si son personas que trabajan, su rendimiento laboral e interpersonal se ve afectado e, incluso, podrían tener problemas en su entorno, tanto con sus compañeros de trabajos o jefes inmediatos por la irritabilidad, enojo e ira que podrían demostrar en el proceso”, reflexiona Meneses.