Por Lily Zurita
“Me di cuenta que mi hijito tenía autismo grave a sus dos añitos, después de haber consultado con 12 pediatras que no me daban respuesta a su problema. No hablaba, no me escuchaba o no me ponía atención”, recuerda Priscila, una mamá que hace 16 años sintió que su mundo se derrumbaba.
Le llevó varios años superar el duelo, reconstruirse y asimilar la discapacidad de su hijo. “Las expectativas que tenía sobre mi primer hijito se fueron por el caño y aprendí a aceptarlo tal como es”.
En este tiempo, según ella, aprendió que todo esfuerzo por ayudarlo va a tener réditos, porque “puede ser que tu hijo no vaya a la universidad, pero si tú le ayudas va a poder ser autosuficiente. Puede ser que tu hijo no hable, pero si le ayudas puede encontrar otras formas de comunicarse con vos”.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a uno de cada 100 personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los hombres y mujeres con el trastorno del espectro autista, presentan déficits en la comunicación, en las interacciones sociales y tienen interés restringido y conductas repetitivas.
Carmen Aguilera, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, indica que los niños con autismo presentan ciertos criterios diagnósticos que pueden ser indicadores de este trastorno, tales como:
● Dificultad continua en los planos comunicativos y de interacción social, con sus pares y su entorno.
● Falta de interés por relacionarse con otras personas o por relacionarse de la forma habitual y costumbre social.
● Falta de empatía para compartir intereses ya sea en lo referente a los juegos o funciones sociales.
● Restricción del comportamiento y repetición exagerada de palabras, acciones o hasta frases, que pueden presentar cierta coherencia.
● Falta de interés por el desarrollo de juegos según las reglas estipuladas de los mismos o sea juega diferente.
●Expresión literal del lenguaje, con una forma de manejo y entendimiento lineal, no en-tiende metáforas o dobles sentidos.
● Se le dificulta el contacto físico con otras personas, aunque estas sean pares.
● Tiene un escaso o casi nulo contacto visual con otras personas, así como expresiones afectivas o de empatía social, suelen ser introvertidos.
● Existe una hipersensibilidad sensorial.
● Presenta déficit de atención ante la voz de gente conocida o desconocida, no voltea cuando se menciona su nombre.
Cuando se atiende un niño con autismo, es necesario considerar aspectos biopsicosociales, puesto que una de las mayores falencias en el medio es la falta de información y concientización de la comunidad frente esta discapacidad.
“Los padres tienen que entender que un niño con esta discapacidad aprenderá y cumplirá hitos del desarrollo de forma diferenciada en comparación con otros niños de su misma edad”, explica.
Por eso, es necesario contar con las herramientas necesarias para que estos niños se adapten a su entorno, conocer y reconocer las emociones, establecer habilidades sociales que les permita lograr una interacción funcional con las personas que los rodean.
Qué es el autismo
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se refiere a una serie de alteraciones del neurodesarrollo que tienen manifestaciones clínicas heterogéneas, lo que significa que llegan a mostrar ciertos rasgos y dificultades propios en cada persona. Siendo que existen otros síntomas comunes, dependerá de los criterios diagnósticos del autismo el cómo algunos (TEA), presenten ciertas conductas de forma más intensa que otras, en la comunicación, la interacción social y un espectro restringido de sus intereses.
“De este modo se evalúa la dificultad que presentan en sus capacidades, habilidades y destrezas en la interacción social, así como la presencia de ciertas conductas o intereses repetitivas o restringidas, presentándose casi en su mayoría una serie de alteraciones en la forma de comunicación tanto comprensiva como expresiva”, puntualiza la académica.
El autismo se puede identificar a partir de los 18 meses del nacimiento del niño a través de técnicas de neuroimagen que establecen múltiples anormalidades estructurales en los pacientes.
Se desconoce las causas que lo producen, aunque se habla de factores de riesgo genéticos, endócrinos y ambientales, o discapacidades del desarrollo causado por diferencias en el cerebro.
El trastorno del espectro autista se presenta de diferentes formas y tipos. Aguilera indica que se han identificado los siguientes: autismo de Kanner o clásico, síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo infantil (Síndrome de Heller), síndrome de Rett y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Características del síndrome de espectro autista
Las principales características de este síndrome son que los niños presentan alteraciones en la comunicación, la interacción social, espectros repetitivos y restringidos de intereses del paciente, así como alteraciones en el lenguaje expresivo y receptivo y las emociones.