Cinco estudiantes del segundo semestre de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, lograron un destacado segundo lugar en la competencia Race X1 (Carrera de Robots), del Tinku Bots. Se trata de la segunda versión del encuentro de robótica más importante del país, un evento organizado por la Universidad Mayor de San Andrés.
Jhoel Condoreno Chura, Jesús Gabriel Cruz, Carlos Daniel Valverde, Carlos Del Carpio y Jhoel Rodrigo Herrera fueron los creadores del coche que causó sensación en la carrera de estudiantes de Ingeniería. Una pieza de aproximadamente 20 centímetros de largo por 12 de ancho, a control remoto, oscura y con las ruedas amarillas.
La construcción del vehículo se realizó en más de dos semanas. Y, para el cochecito ganador se seleccionó como controlador del sistema el Arduino Uno. Como base del carro robótico se utilizó un chasis de doble piso con cuatro motoreductores, para accionar los mismos se integró un driver L293D para Arduino y finalmente para la comunicación inalámbrica se empleó un módulo Bluetooth HC-05.
La máquina viajó a 3 metros por segundo en una pista de tierra y llena de curvas. El coche logró cubrir todo el recorrido en un minuto y 20 segundos, lo cual fue una proeza en esa ruta.
“Nos alegramos mucho por nuestro robot; eso sí, creemos que hay que mejorarlo porque el giro no está perfecto. Vamos a hacer una pieza más potente, con más componentes”, explicó Condorena. “Hemos competido contra robots muy completos y este podio es importante para nosotros, estamos muy felices y con ganas de hacer más aparatos similares”, sentenció.
El objetivo es que el vehículo sea mucho más veloz y los jóvenes trabajan en aquello. “Vamos a mejorar nuestro coche”, afirmó Cruz, otro de los jóvenes creadores.
Este logro es un reflejo del esfuerzo y dedicación de los estudiantes, quienes a pesar de tener menos de 20 años, lograron competir y sobresalir frente a estudiantes mayores de otras universidades de la ciudad.
Según Noemí Moller, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas, la creación de estas piezas fomenta el trabajo en equipo, una de las habilidades blandas más valoradas en los últimos tiempos. Además, los estudiantes se apoyaron en el principio “Aprende Haciendo”. “Este podio es especialmente significativo porque nuestros jóvenes, que aún están comenzando su formación académica, han competido de tú a tú con estudiantes de más años, muchos de los cuales han dedicado hasta cinco años a su formación en ingeniería. El hecho de que hubiesen trabajado en equipo es algo a destacar”, comentó Moller con entusiasmo.
El segundo lugar obtenido no solo es un reflejo de la destreza técnica de los estudiantes, sino también de su capacidad para innovar y experimentar con nuevas ideas y soluciones. “Este logro nos llena de orgullo porque demuestra que nuestros estudiantes no solo están aprendiendo los fundamentos de la ingeniería, sino que están aplicando esos conocimientos de manera efectiva en proyectos reales”, agregó la directora.
Otro de los factores clave detrás de este éxito, según Moller, es la filosofía educativa de Unifranz, que se centra en fomentar el desarrollo integral de los estudiantes, estimulando tanto sus capacidades técnicas como creativas. “A nuestros docentes les apasiona enseñar, y eso se transmite a los estudiantes. Cuando los jóvenes sienten esa pasión, nace en ellos un impulso por investigar y explorar más allá de lo que se les enseña en clase”, explicó Moller. Esta metodología permite que los estudiantes se adentren en el mundo de la robótica y la tecnología desde las primeras etapas de su formación.
José Francisco Aranibar, ingeniero y docente de la carrera, ha jugado un papel fundamental en la motivación y orientación de los universitarios para participar en competencias como los Tinku Bots. Aranibar señala que los jóvenes que ingresan a Unifranz están particularmente interesados en la robótica y la tecnología, y su formación está orientada a satisfacer esa demanda de conocimientos avanzados en estas áreas. “Desde el primer semestre, nuestros estudiantes reciben las bases necesarias para desarrollar proyectos innovadores, como la construcción de robots, y lo que más nos satisface es ver cómo aplican esos conocimientos de forma exitosa”, afirmó.
El enfoque práctico de la carrera permite que los estudiantes pongan en marcha todo lo que aprenden en clase. “Nos interesa que los estudiantes exploren su creatividad, por eso organizamos actividades que les permitan experimentar y llevar sus ideas al siguiente nivel”, agregó el docente. En este sentido, la universidad no solo se dedica a enseñar los aspectos teóricos de la ingeniería, sino también a generar espacios donde los estudiantes puedan materializar sus ideas y proyectos.
La competencia Race X1, organizada en el marco de los Tinkubots, consiste en una carrera de vehículos a control remoto construidos por los participantes. Los coches deben sortear una ruta llena de obstáculos, lo que pone a prueba tanto la habilidad técnica como la destreza en el diseño y construcción de los robots. En este certamen, los estudiantes de Unifranz destacaron por el alto rendimiento de su vehículo, que sobresalió por su velocidad, potencia y capacidad para enfrentar los retos de la carrera.
Unifranz sigue incentivando la competitividad y el espíritu de superación entre sus estudiantes. Un ejemplo de ello es la reciente organización de la competencia Batalla de Titanes, en la que participaron coches inalámbricos diseñados por estudiantes de todas las sedes de la universidad: El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y, por supuesto, La Paz. Este tipo de actividades no solo fomentan la competitividad, sino que también son una plataforma para que los estudiantes pongan en práctica lo aprendido y se enfrenten a desafíos reales, contribuyendo al fortalecimiento de sus habilidades.