¿Tus ojos están bajo presión?: avances y consejos para protegerlos

Por Aldo Juan Peralta Lemus

IMAGEN UNIFRANZ

La fatiga visual se ha convertido en una de las afecciones más comunes del siglo XXI. Demasiadas horas frente a computadoras, teléfonos y tablets han desencadenado un aumento significativo de pacientes que reportan visión borrosa, ojos secos, dolores de cabeza y dificultad para enfocar visualmente. Frente a esta creciente demanda, se ha comenzado a desarrollar soluciones innovadoras para prevenir y tratar este problema de manera eficaz.

Sirley Miranda, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz,  sostiene que en la actualidad existe un avance significativo para mitigar los efectos de esta afección en las personas. 

«Si bien la fatiga ocular suele estar vinculada principalmente a problemas de hábitos y ergonomía, también es importante considerar otros factores que pueden contribuir a su aparición. En muchos casos, una mala postura frente a las pantallas, la falta de descansos adecuados o una iluminación inadecuada pueden generar tensión en los músculos oculares”, explica Miranda. 

Los avances en medicina para la fatiga visual, especialmente la fatiga visual digital (FVD) o síndrome visual informático (SVI), han evolucionado significativamente en los últimos años, impulsados por el aumento del uso de pantallas digitales.

Según un estudio de la American Optometric Association, sostiene que más del 75% de las personas que trabajan frente a pantallas experimentan síntomas de fatiga visual, como sequedad ocular, visión borrosa, dolores de cabeza y molestias cervicales. La investigación también ha identificado que la reducción del parpadeo (de 15 a 20 veces por minuto a menos de la mitad al usar pantallas) y el esfuerzo continuo del músculo ciliar son las principales causas de la fatiga visual. Además, la exposición a la luz azul de alta energía contribuye al cansancio y daño retiniano.

Entre los avances tecnológicos y terapéuticos para combatir la fatiga visual tienen que ver con:

  • Terapias emergentes: Algunos fármacos que activan receptores de enfriamiento en la superficie ocular, están mostrando resultados prometedores para aliviar el ojo seco asociado a la FVD. Además, se están desarrollando biosensores portátiles (parches o lentes de contacto) que monitorean biomarcadores lagrimales en tiempo real, para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la superficie ocular.
  • Terapia visual interactiva: Empresas como Bynocs han desarrollado soluciones basadas en juegos interactivos para mejorar la comodidad ocular y tratar problemas de enfoque y vergencia (refiere al movimiento simultáneo de ambos ojos en direcciones opuestas), especialmente en casos de FVD severa. Estas terapias han mostrado resultados positivos en la reducción de síntomas como visión borrosa y dolores de cabeza.
  • Ajustes automáticos de pantalla: Tecnologías recientes integran ajustes automáticos de brillo y contraste según la iluminación ambiental, reduciendo la fatiga visual. Algunas aplicaciones también ofrecen recordatorios para descansos y ejercicios de relajación ocular.
  • Filtros de luz azul: han demostrado que los filtros para pantallas de visualización reducen significativamente los síntomas de fatiga visual y diplopía (ver dobles los objetos) tras un poco más de dos meses de uso.

Actualmente, se comercializan protectores de pantalla y gafas con filtros de luz azul que disminuyen la exposición a esta luz, aliviando la tensión ocular. Los avances en lentes oftálmicas han permitido el desarrollo de tecnologías que van más allá de las soluciones convencionales. Un ejemplo claro son los lentes con filtros de luz azul selectivos, que han evolucionado significativamente en los últimos años. 

Los avances más prometedores provienen del campo de la optometría digital, que ha introducido lentes inteligentes capaces de adaptarse en tiempo real a las condiciones de iluminación y al esfuerzo visual. Estos dispositivos cuentan con sensores que detectan cuándo el usuario está frente a una pantalla, ajustando automáticamente la tonalidad del cristal para reducir la fatiga y filtrar la luz azul de forma más eficiente.

«En la actualidad, existen diferentes avances tecnológicos para prevenir y mitigar los efectos de la fatiga ocular. Uno de los más destacados es el desarrollo de lentes oftálmicas con características específicas para mejorar la salud visual durante la exposición prolongada a pantallas”, explica la académica.

Según Miranda, estos lentes están diseñados para filtrar de manera específica el espectro de luz azul más perjudicial para los ojos, que es el principal responsable de la fatiga ocular digital y las alteraciones en el sueño, y lo más innovador de estos lentes es que permiten el paso de la luz azul «buena», aquella esencial para mantener la concentración y energía a lo largo del día.

Otro avance importante son los lentes antirreflejo de nueva generación, que ofrecen una mejora considerable en la reducción de reflejos y deslumbramientos. Estos lentes permiten una visión más clara y cómoda, especialmente en ambientes donde la exposición a pantallas es constante, como en oficinas o al trabajar desde casa.

De la misma manera, los lentes con diseños específicos para pantallas también han demostrado ser una opción eficaz para quienes pasan largos períodos frente a dispositivos digitales. Modelos como los lentes progresivos y monofocales, diseñados especialmente para el trabajo con ordenadores, están optimizados para ofrecer un campo de visión más amplio en distancias intermedias y cercanas. Esto reduce la necesidad de realizar movimientos incómodos de cabeza.

Una de las recomendaciones que realiza la especialista, para evitar la fatiga visual, es la regla 20-20-20. “Esta es una de las recomendaciones más difundidas y efectivas. Consiste en que, por cada 20 minutos de trabajo con pantallas, se debe descansar la vista durante 20 segundos mirando un objeto que se encuentre a seis metros aproximadamente de distancia. Esto ayuda a relajar los músculos de enfoque de los ojos y a reducir la tensión”, explica. 

Por su parte, la medicina preventiva también está promoviendo la incorporación de consultas visuales regulares incluso en personas sin antecedentes oculares. Gracias a nuevos equipos de diagnóstico temprano, como cámaras de retina portátiles y escáneres 3D de córnea, hoy es posible detectar signos incipientes de fatiga crónica y tratarlos antes de que se conviertan en afecciones mayores.

En definitiva, la medicina está avanzando a paso firme para responder a uno de los desafíos visuales más relevantes de la era digital. Desde lentes inteligentes hasta terapias, los nuevos desarrollos no solo buscan aliviar los síntomas, sino transformar el enfoque hacia una prevención integral que preserve la salud ocular a largo plazo.

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