Tratamiento innovador para el dolor crónico: la neuromodulación como esperanza terapéutica

La neuromodulación es conocida como una de las técnicas más innovadoras en el campo de la medicina, ofreciendo esperanza a pacientes con afecciones difíciles de tratar. Gracias a avances tecnológicos, este enfoque permite modificar la actividad del sistema nervioso mediante estímulos eléctricos o químicos, brindando soluciones eficaces para el dolor crónico, enfermedades neurológicas y trastornos psiquiátricos.
Carmen Bucett, médico neurocirujana y docente de la carrera de Medicina en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que esta técnica se utiliza para normalizar el funcionamiento del cuerpo a través de estímulos sobre el sistema nervioso.
“Es un conjunto de técnicas terapéuticas que modifican la actividad del sistema nervioso, utilizando dispositivos que pueden enviar impulsos eléctricos o magnéticos, a zonas específicas del cerebro, la médula espinal o los nervios periféricos. El objetivo de la neuromodulación es restaurar, modificar o mejorar el funcionamiento del sistema nervioso en personas con trastornos neurológicos, dolor crónico o problemas psiquiátricos, de una manera menos invasiva que las cirugías tradicionales”, explica Bucett.
Las principales aplicaciones de esta técnica, ha demostrado ser efectiva en una variedad de condiciones médicas, entre las que destacan el dolor crónico neuropático, que refiere a un problema de los nervios que puede causar dolor, adormecimiento, debilidad muscular y otros síntomas.
También ayuda a mitigar el dolor lumbar, fibromialgia (una enfermedad crónica que causa dolor generalizado en el cuerpo además de fatiga, problemas de sueño entre otros) y las conocidas migrañas crónicas, esto cuando otros tratamientos no han sido efectivos. Esta técnica se ha convertido en una opción clave para tratar las enfermedades neurológicas como el Parkinson, la epilepsia y trastornos del movimiento.
Para los trastornos psiquiátricos “ha mostrado eficacia en el tratamiento de la depresión mayor y la ansiedad, especialmente en pacientes que no responden a los medicamentos”, sostiene Bucett. También se emplea en la rehabilitación neurológica, en la rehabilitación de pacientes con lesiones medulares y accidentes cerebrovasculares para recuperar la movilidad y mejorar la calidad de vida.
“Esta técnica funciona principalmente al regular la actividad eléctrica anormal en las áreas del cerebro o nervios que no están funcionando correctamente. Esto puede influir en cómo se procesan las señales de dolor, el control del movimiento, o incluso en trastornos del estado de ánimo”, asegura la docente de neurología y neurocirugía de la Unifranz.
Por otro lado, el dolor se considera un mecanismo de defensa y protección del organismo. El dolor es una sensación desagradable que genera en el cuerpo para alertar que algo en el cuerpo no está bien. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es definido como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión.
La neuromodulación consiste en la aplicación de una corriente a baja frecuencia en los nervios para influir en las señales de dolor que llegan desde estos al cerebro. Los dispositivos médicos neuromoduladores inhiben la conducción de estos estímulos mediante pulsos, a los nervios que envían estas señales.
Los dispositivos más comunes incluyen estimuladores de la médula espinal, estimuladores cerebrales profundos y bombas de infusión intratecal (un dispositivo que administra medicamentos directamente al líquido que rodea la médula espinal), que liberan medicamentos de manera controlada para aliviar síntomas incapacitantes.
Existen dos tipos de neuromodulación, la invasiva que implica la implantación de dispositivos como electrodos o bombas de infusión dentro del cuerpo. Es el caso de la estimulación de la médula espinal y la estimulación cerebral profunda. Y la no invasiva, que emplea técnicas como la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS), que no requieren cirugía y han demostrado eficacia en diversas patologías neurológicas y psiquiátricas.
Los avances en esta área han permitido mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes, ofreciendo beneficios como:
- Reducción del dolor sin necesidad de fármacos, se disminuye la dependencia de analgésicos y sus efectos secundarios.
- Mayor precisión en el tratamiento, porque actúa directamente sobre las áreas afectadas del sistema nervioso.
- Opciones para enfermedades sin cura, brinda alternativas terapéuticas a pacientes con condiciones difíciles de tratar.
- Mejora la función motora y cognitiva, porque permite recuperar habilidades perdidas debido a enfermedades neurológicas.
“La neuromodulación se está convirtiendo en una herramienta cada vez más eficaz y segura para tratar una variedad de trastornos neurológicos y psiquiátricos, mejorando la calidad de vida de los pacientes y brindando una alternativa menos invasiva que las intervenciones quirúrgicas tradicionales”, explica Bucett.
A pesar de sus beneficios, esta técnica aún enfrenta desafíos como el alto costo de los dispositivos y la necesidad de personal altamente capacitado. Sin embargo, se considera que es una técnica médica avanzada y efectiva para quienes padecen enfermedades crónicas y trastornos neurológicos.