¿Qué voy a estudiar? Guía para ayudar a los hijos a elegir la profesión ideal

Elegir una carrera profesional es una de las decisiones más trascendentales en la vida de cualquier joven. Para muchos padres, este momento representa un desafío porque desean lo mejor para sus hijos. Por ello, el rol de los padres no debe ser el de imponer, sino el de orientar, acompañar y fomentar una decisión informada, consciente y alineada con los intereses y talentos del joven.
Mario Ariel Quispe, pedagogo y jefe de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), considera que la elección de una carrera profesional representa uno de los momentos más significativos en la vida de un estudiante, ya que no solo implica definir un camino académico, sino también proyectar un futuro personal y profesional.
“El objetivo es que el estudiante encuentre su propósito de vida. La pasión será la intersección entre lo que es bueno y lo que ama hacer, y la vocación será la intersección entre lo que el mundo necesita y lo que le pueden pagar”, explica el académico.
La elección profesional no debe ser un salto al vacío, ni una respuesta a expectativas externas. A menudo, los adolescentes enfrentan presiones sociales, comparaciones familiares o incluso estereotipos culturales sobre qué carreras “valen la pena”. En este escenario, el acompañamiento de los padres se vuelve fundamental para brindar confianza, seguridad y perspectiva, sin caer en la sobreprotección ni en la imposición.
Un estudio de la Universidad de Warwick (Inglaterra) encontró que el 65% de los jóvenes considera la opinión de sus padres como un factor clave al elegir una carrera. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Oecd) en 2024, sostiene que los adolescentes que reciben orientación profesional estructurada (de los padres, escuelas y consejeros) tienen un 30% más de probabilidad de elegir carreras alineadas con sus habilidades y satisfacción personal.
“Estas generaciones buscan entornos donde se sientan reconocidos, puedan crecer y tengan impacto. Eso también debe ser parte del análisis vocacional”, destaca Quispe. Lo esencial es que los jóvenes se sientan capaces de tomar decisiones, adaptarse, aprender y crecer. Ayudarles a descubrir su propósito, más allá del título profesional, es el mayor regalo que los padres pueden darles.
Según Quispe, esta decisión es importante porque brinda al joven la posibilidad de construir algo propio, con base en sus intereses, habilidades y aspiraciones. A su vez, implica un ejercicio de responsabilidad, ya que compromete al estudiante con un propósito a largo plazo, y un acto de libertad, porque le permite tomar decisiones conscientes sobre quién quiere ser y cómo desea contribuir a la sociedad.
Muchos de los jóvenes exploran distintas áreas o descubren pasiones inesperadas en el camino. Lo importante es que se sientan apoyados en cada etapa, sabiendo que su bienestar emocional y su desarrollo integral son prioritarios. La flexibilidad, la confianza y la comunicación abierta permiten construir un vínculo saludable en esta transición hacia la vida adulta.
Estrategias para ayudar a los hijos a elegir una carrera
- – Fomenta la autoexploración: Conocer sus intereses, valores y habilidades es fundamental para tomar una decisión informada. Hablar con ellos sobre lo que les apasiona, qué asignaturas disfrutan y qué actividades extracurriculares les motivan.
- – Exponerlos a diferentes profesiones: La exposición a diversas carreras amplía la perspectiva y les ayuda a descubrir opciones que no conocían. Es útil visitar ferias de carreras, charlas con profesionales, acompañar o ayudar a alguien en su trabajo por un día.
- – Enfócarse en habilidades, no solo en títulos: Las habilidades transferibles como comunicación, trabajo en equipo o pensamiento crítico, son más valiosas a largo plazo que un título específico.
- – Hablar sobre el mercado laboral sin imponer: Es importante informarse y hablar sobre tendencias laborales, porque ayuda a tomar decisiones realistas, pero sin presionar por carreras “seguras”.
- – Apoyar sin controlar: Los jóvenes necesitan autonomía para sentirse dueños de sus decisiones, pero el apoyo parental les da confianza. La escucha activa, sin interrumpir cuando hablen de los intereses, para sugerir o explorar opciones intermedias.
Otro aspecto importante es ayudarles a identificar sus talentos. Esto no se trata solo de sacar buenas notas, sino de reconocer habilidades blandas, como la capacidad de comunicarse, liderar, resolver problemas o trabajar en equipo. Hoy más que nunca, las competencias transversales son tan importantes como los conocimientos técnicos. “Un test vocacional puede dar pistas, pero solo con reflexión y análisis se llega a una decisión informada”, destaca el experto.
Acompañar a los hijos en la elección de su carrera es un acto de amor, paciencia y respeto. Significa confiar en sus capacidades, brindarles herramientas y permitirles construir su camino con autonomía. Porque más allá de elegir una carrera, se trata de elegir una vida con sentido.