Nuevos tratamientos que reducen el avance de Alzheimer

Por Aldo Juan Peralta Lemus

Los avances en el tratamiento del Alzheimer se han enfocado en atacar y reducir las sustancias dañinas al cerebro.

El Alzheimer ha sido, durante décadas, uno de los mayores desafíos de la medicina. Su impacto no solo se refleja en quienes la padecen, sino también en sus familias, que enfrentan el deterioro progresivo de la memoria, el lenguaje y la autonomía de sus seres queridos. Sin embargo, este tiempo ha traído consigo avances significativos, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, que alimentan la esperanza de frenar, e incluso modificar, el curso de esta enfermedad.

Laura Marín, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que esta afección es una patología en la que las neuronas del cerebro y la médula espinal se van deteriorando progresivamente, perdiendo su función y provocando síntomas cada vez más incapacitantes. El Alzheimer es el tipo más común de demencia.

“En general, las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, no tienen cura, pero sí presentan formas de retrasar su progresión o disminuir su impacto, sobre todo si se detectan temprano”, asegura la académica.

Este 2025, los avances en el tratamiento del Alzheimer se han enfocado en atacar directamente las causas que provocan la enfermedad. Principalmente, los investigadores han trabajado en eliminar o reducir unas sustancias dañinas llamadas placas de beta-amiloide y ovillos de proteína tau, que afectan el funcionamiento del cerebro.

También ha mejorado de manera considerable la forma en que se detecta la enfermedad, con nuevas herramientas que permiten un diagnóstico más temprano, incluso antes de que los síntomas sean muy evidentes. Esto es muy importante porque, como sostiene la docente de Unifranz, mientras más temprano se detecte el Alzheimer, más posibilidades hay de frenar su avance.

“La detección temprana es muy importante, porque permite identificar factores de riesgo modificables. Mientras la genética no la podamos cambiar, el control de enfermedades metabólicas sí está en nuestras manos”, explica Marín.

Avances importantes

Uno de los hitos más importantes ha sido el desarrollo de fármacos que actúan directamente sobre los mecanismos que generan el Alzheimer. En 2023, la Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó tratamientos diseñados para atacar las placas de beta-amiloide en el cerebro, consideradas como una de las principales causas de la degeneración neuronal.

Lecanemab: Ensayos clínicos publicados en The New England Journal of Medicine muestran que el medicamento reduce el deterioro cognitivo en un 27 %, al eliminar placas de amiloide. Este medicamento fue aprobado por la FDA en julio de 2023 y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en abril de 2025, para tratar el Alzheimer en etapas iniciales, como el deterioro cognitivo leve o la demencia leve.

Este medicamento es un anticuerpo que se une a las acumulaciones de proteína beta-amiloide en el cerebro, ayudando al sistema inmunológico a eliminarlas. Al reducir estas proteínas, el Lecanemab ayuda a frenar el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria en las primeras etapas de la afección.

El tratamiento está indicado para personas con Deterioro Cognitivo Leve (DCL) o demencia leve, siempre y cuando se confirme la presencia de amiloide en el cerebro. La vía de administración es por infusión intravenosa, generalmente cada dos semanas.

Donanemab (Kisunla): De la misma manera, es un medicamento para el tratamiento de la enfermedad en etapas tempranas. Se utiliza cuando ya se ha confirmado la presencia de placas amiloides en el cerebro. Su función es eliminar esas placas dañinas que se acumulan en el cerebro. Al hacerlo, ayuda a que el deterioro de la memoria y el pensamiento avance más lentamente.

Estudios han demostrado que puede reducir este avance en un 30 %. En algunos casos, incluso se ha logrado eliminar parte de esas placas dañinas. También se aplica en las primeras etapas del Alzheimer y puede dar a los pacientes más tiempo para seguir siendo independientes.

Sin embargo, puede tener efectos secundarios, como inflamación o pequeños sangrados en el cerebro, por lo que es necesario hacer controles médicos frecuentes para asegurarse de una aplicación segura.

Trontinemab: Este es un nuevo tipo de medicamento creado por la empresa Roche para tratar esta afección. Es un anticuerpo monoclonal de segunda generación, lo que significa que está diseñado específicamente para unirse a ciertas sustancias en el cerebro y ayudar a combatir la enfermedad de forma más precisa y avanzada.

En los estudios realizados, ha mostrado resultados positivos, logrando eliminar las placas de forma rápida y efectiva, así como mejorar otros indicadores relacionados con la enfermedad. En 2025, según Roche, este anticuerpo mostró una rápida reducción de placas dañinas. Después de un estudio, se considera que puede ser una opción futura más eficaz.

Estas investigaciones buscan ayudar al cuerpo, especialmente al sistema inmunológico, a eliminar las proteínas dañinas que se acumulan en el cerebro y causan el Alzheimer. Si bien estos medicamentos no son una cura, representan un cambio sustancial, porque no se limitan a aliviar síntomas, sino que buscan modificar la progresión de la enfermedad.

“Muchas veces pensamos que las enfermedades neurodegenerativas son inevitables, pero sabemos que hasta un 40 % de los casos podrían retrasarse o prevenirse si cuidamos la salud metabólica”, destaca la académica.

Los avances recientes muestran que la ciencia está más cerca de transformar al Alzheimer de una enfermedad devastadora en una condición tratable y manejable. La combinación de fármacos innovadores, diagnósticos tempranos y terapias complementarias brinda un nuevo panorama en la lucha contra esta patología que, durante mucho tiempo, parecía invencible.

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