Mujeres del penal de Obrajes se preparan para emprender y transformar sus vidas con el CIEN de Unifranz

Mujeres del penal de Obrajes se preparan para emprender y transformar sus vidas con el CIEN de Unifranz

Por Guiomara Calle

En las paredes del Centro de Orientación Femenina de Obrajes de La Paz, un movimiento silencioso pero poderoso está tomando forma. Mujeres privadas de libertad están viendo al emprendedurismo como una vía para reescribir su futuro. A través de programas de capacitación en marketing, contaduría, liderazgo, entre otros, ellas buscan activar 60 emprendimientos para no solo transformar sus vidas, sino también para desafiar los estigmas asociados con la vida en prisión.

“A veces se juzga a las personas en prisión sin saber cuál es la situación que han vivido, qué es lo que tuvieron que pasar para llegar a ese punto, solo les cierran las puertas. Con el Centro e Incubadora de Emprendimientos y Negocios (CIEN) queremos hacer todo lo contrario, enseñarles a emprender y triunfar en el camino para transformar sus vidas”, afirma Patricia Pozo, responsable del CIEN y directora de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Una de ellas es Miriam, con 40 años. Ella encontró en la repostería una salida a su complicado pasado. Cumpliendo una condena por tráfico de drogas, decidió utilizar su tiempo en prisión para forjar un futuro diferente, tanto para ella como para sus hijos.

Desde que llegó a Obrajes, hace seis años, dedicó sus horas a perfeccionar sus habilidades culinarias, heredadas de su mamá. A cinco años de su liberación, su sueño es abrir una pastelería, donde pueda no solo expresar su arte, sino también demostrar a sus hijos que es posible dejar el pasado atrás y vencer adversidades. 

 

Con cada día que pasa, su esperanza crece. Miriam visualiza su emprendimiento, un espacio donde también pueda impartir los conocimientos adquiridos a otras mujeres en situaciones similares. Su meta es clara: dejar atrás su pasado y construir un futuro brillante para ella y su familia.

Su amor por la repostería es evidente en cada pan y masa que prepara, pero también es consciente de que la creatividad en la cocina no es suficiente para garantizar el éxito de un negocio.

Miriam es una de las 60 mujeres que llenó los formularios del CIEN para iniciar su formación en marketing, asuntos administrativos y legales para emprendimientos, tecnología y contaduría para negocios. Estos cursos no solo se centran en habilidades técnicas, sino también en empoderamiento, liderazgo e inteligencia emocional, que son vitales para reconstruir la autoestima.

“En marketing, por ejemplo, les enseñamos desde cómo empacar un producto hasta como llegar a más personas para aumentar las ventas; en las áreas administrativas aprenden a conducir de la mejor manera las finanzas de su negocio, lo propio con los conocimientos legales”, señala Pozo.

Buscando una segunda oportunidad

Confección de mantas, artesanías, repostería y tejido; también servicios, como atención de peluquería de mascotas, limpieza y belleza, destacan entre las 60 iniciativas que proyectan las internas.

El proyecto es resultado de una alianza con la Dirección de Régimen Penitenciario de La Paz. “Primero fue el Centro de Rehabilitación de Qalauma (especializado en la atención de menores), ahora estamos entrando a la cárcel de Obrajes porque queremos empoderar a las mujeres, cambiar su presente y abrir puertas a un futuro con oportunidades”, enfatiza Pozo.

Bryan Esprella, coordinador departamental Post Penitenciario La Paz, destaca los resultados de la puesta en marcha del proyecto con una carga horaria con los cursos, la cual será valorada en los juzgados de ejecución para aminorar la condena. También señala que, en el ámbito social, las historias de éxito de los emprendimientos dejarán atrás el estigma hacia las privadas de libertad.

“Estas capacitaciones permiten que las privadas y privados de libertad puedan manejar de la mejor manera posible los recursos económicos que tienen junto con un capital de apoyo denominado ‘semilla’. El aporte de la universidad es muy importante y está respaldado en el artículo 74 de la Constitución Política del Estado, que habla sobre el apoyo de toda institución al privado de libertad para su reinserción social, rehabilitación y readaptación”, menciona Esprella.

En medio de las adversidades, el espíritu emprendedor de estas mujeres no se apaga; su determinación y ganas de salir adelante son un testimonio de que, incluso tras las rejas, los sueños pueden encontrar un camino hacia la realización. El interés y la creatividad de todas ellas es un recordatorio de que el cambio es posible y que cada esfuerzo cuenta en la construcción de un nuevo futuro.

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