Pareciera que ocurren cada semana, crímenes horrendos en los hogares o espacios, supuestamente, seguros para las víctimas y perpetrados por parejas, amigos o conocidos cercanos, personas con las que las víctimas, siempre mujeres, guardaban una relación de confianza. Con violencia y saña, estos delitos siembran luto en la sociedad.
La búsqueda de justicia para estas mujeres tiene un largo proceso, una serie de pasos que inicia con su muerte y que culmina, al menos para la justicia, en la sentencia para los perpetradores.
“Desde la psicología vemos al feminicidio como la manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia mujeres. Se produce como consecuencia de cualquier tipo de violencia de género, como pueden ser las agresiones físicas, la violación, la maternidad forzada o la mutilación genital”, explica la psicóloga forense y docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Kyoko De Uzin Kawabe.
¿Cómo se investiga un feminicidio?
“María Gómez (nombre ficticio) fue hallada sin vida en una habitación de hotel, fue estrangulada con una funda de almohada, su cuerpo estaba cubierto de lesiones, recientes y de larga data. El administrador del alojamiento la encontró, luego de abrir la puerta por la fuerza, al ser alertado de gritos en el cuarto por otros huéspedes”.
Este relato ficticio, podría leerse en cualquier diario del país, cualquier día de la semana, como revelan datos relacionados a estos crímenes.
En pasadas semanas, el Ministerio Público informó que, durante el primer bimestre de 2024, se registraron 12 casos de feminicidio a nivel nacional, siendo el 58% de ellos en el departamento de La Paz, pero desde la publicación de este informe, las cifras aumentaron aún más de forma preocupante.
Hallar un cuerpo, el punto de partida
De acuerdo con el experto en criminalística y docente de la carrera de Derecho de Unifranz, Julio César Quiroz, la investigación de un feminicidio inicia con el hallazgo de un cuerpo.
“Todo inicia con una llamada de denuncia, alguien encuentra el cuerpo de la víctima y da parte a las autoridades”, explica.
Quiroz dice que, a partir del hallazgo, dos procesos se ponen en marcha, la llegada de la policía al lugar del crimen y la denuncia que realiza este de oficio al fiscal.
“Todo lo que suceda a partir de ese momento tendrá dos caras, la investigativa y la legal, sin que una interfiera o sobrepase a la otra”, agrega.
Recolección de pruebas
Una vez se activa la denuncia se inicia la siguiente fase de la investigación que es la recolección de pruebas. En esta fase, los investigadores de la Policía y los criminalistas recaban toda la evidencia dejada en la escena del crimen. Cabello, prendas, grabaciones de cámaras de seguridad, fluidos corporales, entre otros elementos son recogidos, numerados y empacados por los técnicos, mientras que otros efectivos realizan pesquisas entre los posibles testigos.
“Todo este trabajo se hace bajo la autorización escrita o verbal del fiscal, el cual está a cargo de la investigación y puede solicitar procedimientos adicionales a la Policía”, acota el experto.
Una vez el cuerpo de la víctima es levantado de la escena del crimen, es preservado y llevado a la morgue judicial, donde el médico forense examina el cadáver en busca de la causa del fallecimiento, así como más pruebas.
En este punto también se realiza la identificación de la víctima.
“Este paso es sumamente importante, porque brinda un contexto al caso y porque de esa manera se puede notificar a los familiares y brindarles todo el apoyo y consuelo que sea posible”, argumenta Quiroz.
Autopsia psicológica
Con la identificación de la víctima, también puede iniciar el trabajo de los psicólogos forenses, con la realización de la “autopsia psicológica”, la cual es un procedimiento científico que permitirá evaluar la vida íntima de la víctima, la reconstrucción psicológica de su personalidad, estilo de vida, historia de padecimientos o enfermedades, enamoramiento agudo, dependencia emocional, creencias religiosas o culturales o baja autoestima por violencia.
“Esta técnica pretende esclarecer las muertes de naturaleza dudosa o ambigua. Se busca determinar el contexto exacto del modo como ocurrió, determinar el proceso o forma en que se produjo y también conocer el modo cómo participó la persona fallecida en su propia muerte”, agrega el experto.
En este punto, gracias a la información recabada tanto por la Policía, los criminalistas y el psicólogo forense, la fiscalía puede empezar a trazar hipótesis sobre el o los posibles victimarios de la mujer, identificarlos, ubicarlos y citarlos en calidad de testigos para su interrogatorio.
En caso de que los sospechosos escapen, será labor de la Policía capturarlos y ponerlos en custodia.
“Primero se cita a los sospechosos en calidad de testigos y en base al interrogatorio y a las pruebas se determina su situación. Este interrogatorio se realiza con la presencia de un psicólogo forense que coadyuva a la investigación y puede ayudar a determinar los indicios de culpabilidad o de inocencia en base a su perfil”, acota.
Perfil psicológico del feminicida
De acuerdo con la psicóloga forense, los potenciales feminicidas encajan dentro de un perfil psicológico, el cual tiene las siguientes características:
- Tendencia a la manipulación: siempre van a buscar cometer el crimen de manera sutil.
- Buscan victimizarse: es aquella persona que siempre hace referencia a él, cómo le afecta todo eso y busca dar lástima para hacer sentir culpable a la víctima.
- Control: buscan tener el control sobre su pareja de alguna u otra manera.
- Sienten mucha desconfianza: desconfían permanentemente de todos. Se asocia a actitudes de celos. Y, finalmente, son egoístas y arrogantes.
Con las pruebas, el interrogatorio y el perfil psicológico, la fiscalía puede imputar al o a los sospechosos por el feminicidio, lo que da inicio a un nuevo proceso frente al poder judicial, en el cual el fiscal y los investigadores deberán probar la culpabilidad del imputado o imputados en el crimen en un juicio, que puede tomar desde meses, hasta años, pero que concluye con la lectura de la sentencia.
En el interín, el imputado o imputados pueden ser enviados a la cárcel con detención preventiva, hasta que el caso sea resuelto y la justicia sea aplicada.