La verificación de pagos es la mejor defensa ante las estafas con QR

Por Manuel Joao Filomeno Nuñez

Los códigos QR llegaron para facilitar la vida de millones de personas. En Bolivia, este método de pago se ha consolidado como una herramienta rápida y práctica para las transacciones diarias. Su crecimiento ha sido exponencial: solo entre 2020 y 2023, los montos transados pasaron de 36 millones a más de 9.200 millones de dólares, según datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban). Sin embargo, este éxito también ha traído consigo riesgos. En los últimos años, el aumento de estafas vinculadas a operaciones con QR ha encendido las alarmas de especialistas y autoridades.

“Las personas que utilizan este medio de pago deben estar atentas a posibles estafas, mediante la manipulación, el uso de códigos modificados o inversos”, advierte Alejandro Rodríguez, docente de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

En Bolivia, las denuncias por fraudes relacionados con transferencias a través de QR se multiplican. Lo que comenzó como una alternativa moderna y cómoda para enviar o recibir dinero, se ha convertido en un terreno fértil para la delincuencia digital. 

Casos recientes en ciudades como La Paz, Santa Cruz o Tarija muestran cómo compradores y comerciantes terminan siendo víctimas de comprobantes falsos o transacciones manipuladas. En Tarija, por ejemplo, un ciudadano transfirió casi 10.000 bolivianos para adquirir pasajes de avión inexistentes, quedando con su cuenta vacía. En Santa Cruz, una comerciante entregó mercadería tras recibir un comprobante QR falsificado por más de mil bolivianos.

La problemática va más allá de los casos aislados. Expertos advierten que alrededor del 91 % de las víctimas no formaliza denuncias, lo que genera impunidad y hace difícil dimensionar la magnitud real del problema. En paralelo, la ASFI y unidades policiales especializadas han reconocido la gravedad de la situación y alertan sobre la innovación constante de los delincuentes.

Modalidades de estafa más frecuentes

Los especialistas identifican tres modalidades principales de fraude a través de transacciones QR:

1. Manipulación de comprobantes
En esta modalidad, los estafadores presentan comprobantes falsificados para hacer creer que un pago fue realizado. 

Rodríguez subraya que “los usuarios deben verificar por su cuenta los pagos, muchas veces por rapidez o falta de cuidado no nos fijamos si el dinero ha entrado en nuestras cuentas y eso nos hace susceptibles”. 

El académico insiste en que nunca se debe confiar únicamente en una fotografía o en vouchers enviados por mensajería, ya que estos pueden ser fabricados en cuestión de minutos.

2. QR phishing
Aquí, los delincuentes crean códigos que dirigen a páginas fraudulentas, capaces de instalar malware o robar datos personales. 

“Existen aplicativos y herramientas que los ciberdelincuentes pueden utilizar para generar códigos o páginas fraudulentas que simulan ser legítimas y que pueden instalar malware en los dispositivos”, explica Rodríguez. 

Para prevenir estos ataques, se recomienda revisar que el QR no haya sido manipulado físicamente y escanear únicamente los provenientes de fuentes confiables.

3. QR inverso
Se trata de códigos diseñados para que el usuario, en lugar de cobrar, termine pagando al estafador. Rodríguez advierte que “estos códigos inversos están diseñados para tener un aspecto similar a los QR tradicionales, pero en lugar de generar pagos, generan solicitudes de pagos”. Para evitar caer en esta trampa, los especialistas recomiendan mantener actualizadas las aplicaciones bancarias, usar software antimalware y verificar con detalle cada solicitud recibida.

El QR ha revolucionado las formas de pago en Bolivia, promoviendo la digitalización de la economía y simplificando la vida cotidiana de las personas. No obstante, como toda tecnología, su adopción masiva abre la puerta a nuevas amenazas. 

Rodríguez lo resume de manera clara: la mejor defensa frente a las estafas es la verificación constante de los pagos y la precaución en cada transacción. En definitiva, el QR seguirá siendo un aliado práctico, siempre y cuando los usuarios aprendan a reconocer los riesgos y a protegerse frente a ellos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *