Por Manuel Filomeno
La generación Z, nacida y criada en un mundo digital, ha demostrado ser tan vulnerable a los ciberataques como otras generaciones menos familiarizadas con la tecnología. A pesar de su aparente dominio de dispositivos y plataformas, su comportamiento en línea y la falta de conocimiento sobre ciberseguridad los convierte en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes.
“Hoy en día, hay tecnología que crea clones cibernéticos. La suplantación de identidad será mucho más compleja de detectar, se presentará de manera más frecuente y con mecanismos más sofisticados, lo que plantea desafíos tanto para las personas que están familiarizadas con la tecnología como para los nativos digitales”, explica Alejandro Rodríguez, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Según un estudio reciente realizado por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) el 57% de los jóvenes entre 18 y 29 años admite tener un conocimiento limitado sobre ciberseguridad, y el 28% cree erróneamente que es legítimo recibir solicitudes de datos sensibles de su banco por canales no oficiales como WhatsApp o SMS.
Aunque la generación Z se asocia con un alto uso de la tecnología, su nivel de confianza puede jugar en su contra. Muchos jóvenes no siguen consejos básicos de seguridad cibernética. Solo un tercio de ellos presta atención a las recomendaciones de sus bancos, una cifra significativamente menor en comparación con el 66% de los mayores de 65 años que sí siguen estas pautas.
“La digitalización no garantiza una mejor comprensión de los riesgos. La misma confianza en la tecnología y la percepción de invulnerabilidad los lleva a caer en trampas como el phishing, mensajes que parecen urgentes o atractivos pero que están diseñados para robar información personal y financiera”, explica Rodríguez.
Entrenamiento en ciberseguridad
En un contexto de crecientes amenazas cibernéticas, la formación en ciberseguridad es un factor clave para la protección de personas, empresas y organizaciones. La alfabetización digital y entrenamiento en ciberseguridad proporciona a las personas las habilidades y el conocimiento necesarios para identificar, mitigar y responder a las amenazas cibernéticas.
En entornos profesionales, Rodríguez indica que la prevención será la mejor arma contra los ciberdelincuentes, para lo que se requerirá de un fuerte programa de capacitación al personal, por áreas y con profesionales en seguridad informática actualizados. Mientras, en el caso de las personas, son necesarios conocimientos básicos que sirvan como un manual de prevención, con los mecanismos básicos necesarios para establecer un protocolo de seguridad.
El anticiparse a las amenazas es sumamente importante para saber cómo combatirlas. A continuación, algunas de las tendencias de seguridad que se aplican en el mundo.
Uso de la IA
La IA se ha convertido en un aliado crucial en la detección y análisis de amenazas cibernéticas. Para 2024, por ejemplo, se anticipa un uso más intensivo de la IA, destacándose en detección avanzada y precisa de intrusiones mediante técnicas de aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje; análisis exhaustivo de grandes volúmenes de datos para identificar potenciales riesgos y automatización de procesos de seguridad, optimizando la gestión de contraseñas y la identificación de anomalías.
Fortalecimiento de la seguridad en la nube
El crecimiento del cloud computing (computación en la nube) ha traído consigo vulnerabilidades específicas. En lo que queda de 2024, se prevé un aumento en las inversiones de seguridad en la nube, enfocándose en: implementación de robustos controles de seguridad; protección intensiva de datos sensibles almacenados en la nube y vigilancia continua de entornos cloud para prevenir ataques.
IoT: conectividad y seguridad en la era de la interconexión digital
El avance del Internet de las Cosas (IoT) ha traído consigo desafíos significativos en seguridad. A medida que el número y la diversidad de dispositivos conectados aumenta, también lo hace la superficie de ataque para los ciberdelincuentes.
Por lo tanto, es vital implementar medidas de seguridad adecuadas, incluyendo controles de seguridad específicos para dispositivos IoT, mantenimiento actualizado de estos dispositivos y monitoreo constante para detectar amenazas.
Autenticación multifactor (MFA)
La autenticación multifactor (MFA) es un método de seguridad crucial para prevenir el robo de credenciales, exigiendo la verificación de identidad a través de múltiples factores antes de permitir el acceso a sistemas y aplicaciones.
Combina elementos como conocimiento (contraseña), posesión (móvil o token) e inherencia (biometría), fortaleciendo la defensa contra accesos no autorizados. En 2024, su uso se considera fundamental en cualquier estrategia de ciberseguridad para proteger datos y sistemas críticos.
Una responsabilidad compartida
La ciberseguridad no es solo responsabilidad de los usuarios, sino también de las empresas que deben garantizar entornos digitales más seguros. Las entidades bancarias, por ejemplo, podrían reforzar sus campañas educativas para informar mejor a sus clientes jóvenes.
Además, la generación Z, al ser la generación más conectada, tiene una oportunidad única para liderar el cambio hacia un uso más seguro y consciente de la tecnología. Además, incorporar hábitos responsables y mantener una actitud vigilante pueden reducir considerablemente las posibilidades de convertirse en una víctima de ciberataques.
“En un mundo cada vez más digital, proteger nuestra información es tan importante como proteger nuestra vida física. La generación Z, a pesar de sus brechas de conocimiento, tiene las herramientas para mejorar. Todo empieza por tomar conciencia y actuar con precaución en cada clic”, explica Rodríguez