Marie Curie, Ada Lovelace, Hedy Lamarr, Carla Giacomelli, nombres importantes en el mundo de la ciencia, abrieron y abren caminos para otras mujeres que trabajan en materia de investigación. Ellas diseñaron medicamentos que salvan vidas, atravesaron las barreras del sonido, exploraron el universo y sentaron las bases para comprender la estructura del ADN. Son modelos a seguir para las generaciones futuras, aunque el camino por avanzar aún es muy largo.
De acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), hoy día, a nivel mundial, las mujeres representan el 33% de los investigadores en las ciencias, a pesar de que representan el 45% y el 55% de los estudiantes de grado y de maestrías y el 44% de los matriculados en programas de doctorado.
Además, numerosos datos indican que existe una baja representación de mujeres en áreas STEM (por las siglas en inglés ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en diferentes niveles de formación desde el pregrado hasta posgrado y posterior seguimiento de una carrera en éstas áreas.
“El informe (2019, con datos de 2017) de la UNESCO sobre la educación de las niñas y las mujeres en las áreas STEM, menciona que la educación en estas asignaturas puede proporcionar a quienes las estudian, los conocimientos, habilidades, actitudes y conductas necesarias para crear sociedades inclusivas y sostenibles. Especialmente, cuando muchos de los empleos proyectados para el futuro derivarán de estas disciplinas”, expresa Lucia Alvarado, coordinadora nacional de Investigación de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y miembro de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo (OWSD).
Por esta razón, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora cada 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha que busca incentivar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas para visibilizar su contribución decisiva en el desarrollo económico del mundo y también al progreso respecto de todos los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Según Alvarado, de acuerdo con este reporte (que se basa en una revisión de datos nacionales de más de 120 países, literatura, resultados de encuestas transnacionales y otras fuentes), si bien el acceso a la educación para niñas y jóvenes ha mejorado a nivel mundial, aún persisten importantes inequidades a nivel local, nacional y regional.
“El objetivo del 11 de febrero es, justamente, disminuir estas brechas de género, gracias a diversas estrategias, siendo una de ellas la visibilización de científicas mujeres, sus trayectorias y experiencias de vida en la ciencia, para que se pueda, de esta ,manera fomentar y empoderar la participación plena y equitativa en la ciencia para más mujeres y niñas”, puntualiza.
La Unesco reflexiona en torno a que las mujeres en las STEM tienen menos publicaciones, reciben remuneración inferior por sus investigaciones y no avanzan tanto como los hombres en sus carreras. A menudo, se les hace creer a las niñas que no son suficientemente inteligentes para las STEM o bien que los niños y los varones tienen una afinidad natural para desarrollarse en estas áreas.
“Es imprescindible que se motive desde los colegios a las niñas y en las etapas universitarias a las jóvenes, a desenvolverse en la ciencia y la tecnología, darles la confianza de que pueden ser excelentes ingenieras de sistemas, investigadoras científicas y mostrar ejemplos de mujeres en la ciencia que van desde Marie Curie a Carla Giacomelli para incentivar a nuestras mujeres y niñas a seguir ese camino”, expresa Zulma Aliaga, responsable de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de Unifranz.
A pesar de estos obstáculos, las mujeres y las niñas siguen siendo líderes en innovaciones en materia de investigación. Ellas han diseñado medicamentos que salvan vidas y han atravesado la barrera del sonido, han explorado el universo y han sentado las bases para comprender la estructura del ADN. Son modelos a seguir para las generaciones futuras.
Esto no quiere decir que no haya habido avances, en los últimos 20 años se han visto cambios sorprendentes en la ciencia, la tecnología y la innovación a nivel mundial, incluso en América Latina y el Caribe, las mujeres científicas han buscado formas de aumentar la presencia y la visibilidad en las nuevas agendas nacionales e internacionales. Sin embargo, si bien las mujeres han sido protagonistas de grandes cambios en estas últimas décadas, aún queda un largo camino por recorrer.
Es decir, si bien la participación femenina creció en los últimos años, aún esta evolución sigue siendo muy lenta. Esta realidad se refleja de manera contundente en las mujeres distinguidas con el Premio Nobel en áreas científicas: representan sólo el 6%.
De acuerdo con Aliaga, hasta ahora, la sociedad ha incentivado a los varones a estudiar ciencias puras, matemáticas, informática y otras carreras científicas, relegando a las mujeres a estudiar profesiones relacionadas con ciencias sociales como la psicología, el derecho, la sociología, entre otras. Por esta razón es imperativo fomentar el aprendizaje de las ciencias para todos.
“La lucha por lograr la igualdad de género se ha centrado en buscar la igualdad de oportunidades económicas, sociales y laborales, entre otras, por lo que debemos destacar este día ya que es sumamente relevante educar a la sociedad en su conjunto sobre el hecho de que la ciencia y la tecnología son áreas de estudio a las que puede aplicar cualquier persona, no sólo los varones”, expresa.
La ONU indica que, para cumplir con los objetivos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible serán necesarios todos los talentos, por lo que serán necesarios los aportes de las mujeres en todos los ámbitos del conocimiento.
“Abordar algunos de los mayores retos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible —desde la mejora de la salud hasta la lucha contra el cambio climático — pasa por sacar partido de todos los talentos disponibles. Esto significa que necesitamos que más mujeres trabajen en estos ámbitos. La diversidad en la investigación amplía la reserva de investigadores con talento, aportando nuevas perspectivas, talento y creatividad. Este Día es un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel decisivo en las comunidades científicas y tecnológicas y de que debe reforzarse su participación”, reflexiona en una declaración el organismo multinacional.