La bioética guía la resolución de problemas éticos en el área de la salud 

La bioética guía la resolución de problemas éticos en el área de la salud 

Por Lily Zurita

Además de sus grandes beneficios en el campo de la salud o la investigación, el acelerado avance científico y tecnológico plantea dilemas éticos cada vez más complejos, donde la bioética surge como un faro de orientación humanística. 

Esta disciplina, que combina los principios éticos con la reflexión filosófica, busca promover el respeto por la dignidad humana y la equidad en la toma de decisiones relacionadas con la salud y abarca una amplia gama de temas, desde el consentimiento informado y la autonomía del paciente hasta la justicia distributiva y los dilemas éticos en la investigación médica.

Su definición es bastante diversa, dice Lucía Alvarado Arnez, bióloga y miembro del capítulo Bolivia de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo.

“Una de las más aceptadas se refiere al estudio y análisis de situaciones éticas o de conflictos éticos que puedan ser planteados por diferentes áreas del conocimiento que pueden ir, por ejemplo, desde medicina, políticas en salud, tecnología y ciencias de la vida”, puntualiza.

En tanto, para Patricia Avilés, directora de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, fusiona la biología, la medicina, la filosofía y la ética, para abordar dilemas y desafíos relacionados con la salud y la atención médica. 

“Sin embargo, el núcleo se encuentra en su compromiso con valores como la beneficencia, la no maleficencia, la justicia y el respeto a la autonomía de las personas”, afirma.

La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) define la bioética como “el estudio sistemático, pluralista e interdisciplinario para la resolución de los problemas éticos planteados por la medicina, las ciencias de la vida y las ciencias sociales cuando se aplican a los seres humanos, y a su relación con la biósfera, comprendidas las cuestiones relativas a la disponibilidad y accesibilidad de los adelantos científicos y tecnológicos y sus aplicaciones”.

La bioética, por ende, es un campo interdisciplinario que proporciona principios y pautas para guiar las decisiones y acciones en campos como la medicina y la investigación en salud, teniendo en cuenta los valores humanos, los derechos y la dignidad de las personas.

Avilés agrega que esta disciplina examina cuestiones como el consentimiento informado, los derechos del paciente, el acceso equitativo a la atención médica, la experimentación con humanos, el inicio y fin de la vida, la manipulación genética, entre otros aspectos éticos relacionados con la salud. Uno de los aspectos más relevantes es su capacidad para abordar situaciones éticamente complejas y conflictivas. 

Por ejemplo, en el contexto de la pandemia por el Covid-19, la distribución equitativa de recursos médicos escasos, como las vacunas o las camas de cuidados intensivos, planteó desafíos éticos significativos que demandan un enfoque cuidadoso y reflexivo.

Además, la bioética desempeña un papel crucial en la protección de los derechos de los pacientes y en la garantía de la calidad y seguridad de la atención médica. El respeto por la autonomía del paciente implica el derecho a tomar decisiones informadas sobre su propia salud, así como el derecho a ser tratado con dignidad y respeto en todo momento.

Aporte en el campo de la investigación en salud

En el ámbito de la investigación médica, la bioética se encarga de garantizar que los estudios se realicen de manera ética y respetuosa, protegiendo la integridad y los derechos de los participantes. 

Incluye la revisión de los protocolos de investigación, el consentimiento informado y la consideración de los posibles riesgos y beneficios para los participantes.

“La bioética desempeña un papel fundamental al establecer estándares éticos para garantizar la integridad y el bienestar de los participantes en estudios clínicos y experimentos biomédicos. Ayuda a equilibrar los avances científicos con consideraciones éticas y morales, promoviendo la transparencia, la responsabilidad y el respeto por los derechos humanos”, manifiesta Avilés.

La académica explica que también aporta elementos para la reflexión científica porque reconoce la importancia de considerar las implicaciones éticas de las investigaciones y prácticas médicas y fomenta la reflexión y el diálogo ético en procura de una práctica médica más ética, sensible y responsable, que prioriza el bienestar y la dignidad de los individuos.

Esta disciplina, que combina los principios éticos con la reflexión filosófica, busca promover el respeto por la dignidad humana y la equidad en la toma de decisiones relacionadas con la salud

Comités de Bioética

Desde la creación de su programa de Bioética en 1993, la Unesco ha elaborado y adoptado los únicos instrumentos normativos universales en este campo y trabaja con los estados miembros en su implementación y elaboración de legislaciones nacionales. Además, da asistencia a los comités nacionales de bioética.  

Los comités nacionales y regionales de bioética son grupos multidisciplinarios que tienen la misión de hacer frente a los dilemas éticos que presenta el ejercicio de la medicina y velar por el correcto cumplimiento de normas que protegen a los seres vivos sujetos a estudios experimentales.

Jimmy Alejo Pocoma, en su artículo Bioética Investigativa en Bolivia, señala que América Latina está consolidando una bioética multifacética y comprometida, que considera “el aspecto cultural desde la cosmovisión o cosmovivencia de los pueblos, y no limitarse a solo aspectos técnicos metodológicos (…)”.

¿Qué pasa en Bolivia? Según Zwareva Mashiri, en el país no existe el número suficiente de comités de bioética que velen por los derechos y la libertad de consentimiento de las personas que son sujetos de investigación, que son principalmente población vulnerable, y que nuestra legislación “tiene argumentos muy generales respecto a la protección de los sujetos de estudio”.

Por eso, Alvarado puntualiza que se debe involucrar a todos los profesionales y científicos vinculados a la salud en los Comités Nacionales. “Estamos obligados a colocar los avances científicos y de la biotecnología para el beneficio de la población (…). Idealmente, cualquier proceso investigativo que se lleve a cabo en un país tendría que contar con un documento de aprobación de un Comité Nacional de Bioética”, reflexiona Alvarado.

En un mundo en constante cambio, la bioética nos recuerda la importancia de la ética y los valores en la toma de decisiones relacionadas con la salud.

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