Por Matias Philco
Salir de casa y comenzar una vida independiente es uno de los pasos más importantes para cualquier joven. La transición de cohabitar con los padres a enfrentar las responsabilidades de vivir por cuenta propia es un hito que marca el comienzo de la adultez.
Sin embargo, no existe una fórmula única y perfecta que determine cuál es el «mejor» momento para dar este paso, ya que depende de diversos factores emocionales, económicos y personales.
Gabriel Arancibia, de 26 años, quien se independizó hace casi un año, comparte su experiencia. «Decidí independizarme cuando terminé la universidad y conseguí mi primer trabajo. Al principio fue emocionante tener mi propio espacio, pero con el tiempo me di cuenta de que la libertad viene con muchas responsabilidades. Gestionar mis finanzas, hacer las compras, limpiar y cocinar todos los días es algo que no siempre valoramos cuando vivimos con nuestros padres».
El joven comenta que los primeros meses fueron los más difíciles ya que al principio tuvo que ajustar sus propias expectativas.
“Pensaba que podría gastar en salidas o caprichos como lo hacía cuando vivía con mis padres, pero luego entendí que el presupuesto para mi día a día era muy diferente. A veces, no era tan fácil hacer cuentas entre los gastos y los ahorros, y eso me generaba algo de estrés”, reflexiona.
La decisión debe ser planificada
Tatiana Montoya, psicoterapeuta conductual y sistémica y docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, señala que la independencia no debe ser vista sólo como una señal de madurez, sino como una oportunidad para que los jóvenes desarrollen competencias emocionales, económicas y sociales.
“El momento ideal para salir de casa depende de varios factores, pero sobre todo de la capacidad del joven para gestionar la responsabilidad que implica vivir solo. Es importante que este paso no sea precipitado por presiones sociales o familiares, sino que sea una decisión consciente y planificada», indica la profesional psicóloga.
Luis Martínez, experto en economía familiar, añade que la independencia financiera es esencial para que el proceso de mudarse sea sostenible.
“Un joven debe tener un presupuesto claro antes de salir de casa. Esto incluye no solo el alquiler, sino también los costos de servicios públicos, alimentación, transporte y entretenimiento. Además, es prudente tener un fondo de emergencia, ya que los imprevistos siempre pueden surgir», señala.
Consejos para una independencia exitosa
Ambos expertos dan algunos consejos clave para que los jóvenes se preparen adecuadamente antes de independizarse:
- Crea un presupuesto detallado: haz una lista de todos los gastos que tendrás al vivir solo: alquiler, servicios públicos (electricidad, agua, gas, internet), comida, transporte y otros gastos personales.
- Ten un fondo de emergencia: es crucial tener ahorros para cubrir imprevistos como reparaciones, emergencias médicas o cambios laborales. Un fondo de emergencia ideal debería cubrir al menos 3 a 6 meses de gastos básicos.
- Evita las deudas innecesarias: es fácil caer en la tentación de usar tarjetas de crédito o pedir préstamos para decorar o comprar cosas que no son necesarias. Evita endeudarte, ya que esto solo generará más estrés financiero.
- Comienza con lo básico: al independizarte, evita la tentación de llenar tu nuevo hogar con todo lo que te gustaría tener. Empieza con lo esencial: una cama, utensilios de cocina, algunos muebles básicos, y poco a poco puedes ir complementando tu espacio.
- Sé paciente y flexible: la independencia es un proceso de aprendizaje, y al principio puede que las cosas no salgan como lo planeaste. Sé paciente contigo mismo y entiende que la adaptación lleva tiempo. Mantén la flexibilidad y aprende de tus errores.
Montoya destaca la importancia de que los jóvenes tengan una estabilidad emocional y económica antes de independizarse. «No se trata solo de pagar la renta o el supermercado, sino de ser capaces de manejar el estrés, la soledad y los problemas cotidianos que inevitablemente surgen cuando se vive fuera del entorno familiar».
Para el economista, independizarse sin una planificación financiera sólida puede generar estrés y provocar la necesidad de regresar al hogar familiar, algo que podría considerarse un retroceso para muchos jóvenes.
La independencia es un paso emocionante, pero también desafiante. Si te preparas con cuidado y sigues estos consejos, podrás disfrutar de tu nueva vida sin los problemas que a menudo enfrentan los jóvenes al salir de casa por primera vez.