Por Manuel Filomeno
La actualización tecnológica y metodológica es uno de los pilares de la educación en el siglo XXI y los educadores no pueden quedarse atrás en este aspecto, por el bien de los estudiantes, que viven en un mundo cada vez más globalizado. Por esta razón, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sugiere seis competencias TIC (Tecnologías de Información y Comunicación), claves para aplicar en las aulas.
“Los principales retos que enfrenta la educación están en la actual tecnología y digitalización, las cuales deben ser aplicadas de manera efectiva en la enseñanza y el aprendizaje”, señala Leslie Karen Vidaurre Flores, experta de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El uso de herramientas como la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) para crear experiencias de aprendizaje más interactivas y personalizadas y la implementación de plataformas de gestión del aprendizaje (LMS) han facilitado la transición hacia modelos de enseñanza híbridos y en línea, permitiendo una interacción más dinámica entre estudiantes y profesores.
Estas innovaciones no sólo mejoran la calidad educativa, sino que también preparan a los estudiantes para un mercado laboral cada vez más digitalizado.
“La IA y otras tecnologías llegaron para quedarse y facilitar muchos procesos de carácter económico y social; en este contexto la educación no puede ser ajena a estos cambios ya que los encadenamientos productivos están asociados a la tecnología y los ciudadanos requieren conocer sus potencialidades y manejo apropiado a través de una educación inclusiva e igualitaria”, expresa Reinaldo Cifuentes, coordinador general de la Red de Administradores Universitarios – América (RAUI).
Experiencias gratificantes, tanto dentro y fuera del aula, y la posibilidad de atender a clases presencial o remotamente deben ser las metas de las instituciones de educación superior y las universidades para evitar la deserción en sus salones de clase, señala el director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc), Francesc Pedró.
“La experiencia que tienen los docentes que están dando clases hoy, es que tienen las aulas más vacías de lo que las tenían antes de la pandemia y no porque la matrícula haya disminuido”, reflexiona Pedró.
La Unesco señala que la innovación digital ha demostrado su capacidad para complementar, enriquecer y transformar la educación y posee el potencial para acelerar el avance en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), que es “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, así como para transformar los modos de acceso universal al aprendizaje.
En este sentido, presenta un total de seis competencias TIC:
- Comprensión del papel de las TIC en las políticas educativas
Alienta a los docentes a entender la relación de las TIC con las prioridades nacionales en materia de educación, tal como se expresan en el marco de las políticas. Los maestros deberían tener conciencia de su importante papel: preparar a la próxima generación para que sus miembros sean componentes efectivos y productivos de la sociedad.
- Currículo y evaluación
Este aspecto explora de qué manera las TIC pueden promover objetivos específicos definidos en el currículo y cómo pueden ayudar a la evaluación.
- Pedagogía
Se anima a los docentes a perfeccionar sus métodos de enseñanza y aprendizaje aplicando las TIC. De esta manera, adquirirán competencias y, en una fase final, serán capaces de implementar pedagogías alternativas centradas en el alumno, basadas en la resolución de problemas de manera colaborativa.
- Aplicación de competencias digitales
Implica integrar las nuevas tecnologías en las tareas que desempeñan los docentes, vinculadas con la colaboración con otros docentes y la planificación. En este nivel, destacan las aplicaciones de correo electrónico, redes sociales, procesadores de texto y programas de presentación.
- Organización y administración
La Unesco sugiere modalidades para gestionar los activos digitales de la escuela y al mismo tiempo proteger a las personas que los usan.
- Aprendizaje profesional de los docentes
El último aspecto está encaminado a hacer que las TIC empoderen a los docentes para que estos pongan en marcha un perfeccionamiento profesional que durará toda la vida.
En el marco de estas innovaciones, el organismo internacional destaca que los educadores además deben conocer y aplicar las siguientes tecnologías en sus lecciones:
- Recursos Educativos Abiertos (REA). Cursos completos, materiales para cursos, libros de texto, videos, aplicaciones multimedia, podcasts y cualquier otro material diseñado para ser utilizado en proceso de enseñanza y aprendizaje, sin necesidad de pagar regalías o derechos de licencia.
- Redes sociales. Se usan con el objetivo de facilitar el aprendizaje interactivo, construir comunidades y mejorar la comunicación pedagógica.
- Tecnologías móviles. Estos dispositivos favorecen la productividad en el aula y el aprendizaje a distancia.
- Internet de las cosas. Aplicaciones distintas de ordenadores y smartphones que pueden trabajar de manera interconectada, al servicio de las necesidades escolares.
- Inteligencia artificial (IA). Se utiliza actualmente en forma de contenidos personalizables a través de programas de aprendizaje adaptativo, diagnósticos de rastreo y seguimiento, automatización de las calificaciones e incluso instructores de IA.
- Realidad virtual y realidad aumentada. Se hace uso de aplicaciones que ejercen la función de simuladores de entornos de aprendizaje reales.
- Codificación o programación. De la misma manera que los alumnos aprenden a escribir para poder organizar, expresar e intercambiar ideas, aprender a codificar les enseña a organizar, expresar e intercambiar ideas de nuevas maneras, con un nuevo medio.
- Ética y protección de la privacidad: El uso de las TIC debe contemplar unos valores éticos y velar por los derechos, privacidad y seguridad del usuario.
“En definitiva, la integración de las TIC en los entornos de aprendizaje comprende combinar adecuadamente la pedagogía y la tecnología en el aula en un proceso de aprendizaje que deberá suceder durante toda la carrera docente. Las políticas públicas deberán tener esto en cuenta para contar con un cuerpo docente adaptado, empoderado y listo para afrontar la educación de los ciudadanos del futuro”, explica la Unesco.
Sin embargo, Vidaurre señala que el papel de los educadores en esta revolución tecnológica debe fomentar en los estudiantes las habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad, para prepararlos para la cambiante práctica profesional.
“Debemos fomentar a los estudiantes las habilidades de pensamiento crítico, creatividad y resolución de problemas para que estén preparados en la práctica profesional. Es importante que la integración de la tecnología en la educación sea equitativa, considerando las diferentes realidades económicas y sociales de los estudiantes, y que se aborden los desafíos de manera proactiva para maximizar los beneficios de estas herramientas en el proceso educativo”, asegura la académica.