Desde traductores automáticos, correctores gramaticales y ortográficos, apoyo a la pronunciación con modelos de lenguaje hasta tutores personalizados, la Inteligencia Artificial (IA) ha irrumpido en el mundo de la enseñanza de idiomas. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, todavía presenta algunas limitaciones.
“La IA se está utilizando de diversas maneras, por un lado, se están creando aplicaciones que permiten personalizar la enseñanza y ésta se adecúa al nivel y al ritmo del estudiante, además están disponibles las 24 horas del día, lo que permite una gran accesibilidad y una retroalimentación dinámica”, advierte el ingeniero Sergio Valenzuela, experto en IA y docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Valenzuela apunta que las aplicaciones que utilizan IA para enseñar idiomas, por ejemplo, permiten hacer correcciones al instante y sus usuarios pueden repetir las lecciones las veces que vean necesario.
“Como todas las cosas existe lo positivo y lo no tanto. Entre los aspectos positivos, la IA permite acceder a las clases las veces que uno quiera, cualquier día de la semana, y a cualquier hora, lo cual es algo que en las clases presenciales con un profesor humano no se puede porque existe la limitación de que solamente es presencial y esa clase no se puede repetir, repasar o replicar. En cambio, cuando tienes una plataforma, puedes repetir las veces que quieras hasta que uno quede satisfecho”, explica.
Valenzuela señala que actualmente hay una infinidad de plataformas y aplicaciones para aprender idiomas que no utilizan IA. Sin embargo, ya existen algunas que sí han incorporado la inteligencia artificial para corregir la gramática, responder a preguntas de manera escrita u oral en diferentes idiomas, además de evaluar la gramática y la pronunciación.
Es un reto para los ingenieros de sistemas y programadores del futuro, innovar y desarrollar nuevas aplicaciones y plataformas que incorporen la IA como una herramienta para colaborar en la enseñanza de idiomas.
Plataformas como Mosachat-AI, TalkPal AI, Duolingo MAX, Babbel y Rosetta Stone ya utilizan la IA para enseñar idiomas.
Otra de las tendencias emergentes es el uso de la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) que pueden ser utilizadas para poner a los estudiantes en entornos lingüísticos simulados. Lo que les permite practicar situaciones reales, como conversaciones cotidianas o negociaciones comerciales, en un entorno seguro y controlado.
Asimismo, el uso de chatbots de IA como tutores virtuales va ganando popularidad. Estos chatbots pueden interactuar con los estudiantes, responder preguntas y brindar orientación personalizada las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Sin embargo, el ingeniero advierte que, al aprender un idioma nuevo, no sólo se aprende las reglas gramaticales, la ortografía y la pronunciación, sino también parte de la cultura, los modismos y forma de ser de los hablantes del idioma, algo que una IA no puede brindar.
“Por ejemplo, alguien que no hable español y viene a Bolivia a aprender español, contrata un profesor y ahí, aparte de aprender las reglas gramaticales y todo eso, aprenden cosas muy particulares de la cultura, por ejemplo, algunos términos, modismos, comportamientos y ademanes”, agrega.
Asimismo, Valenzuela indica que los profesores humanos sienten y pueden identificar las emociones y estados de ánimo de sus estudiantes, ajustando sus lecciones a éstas, mientras que la IA no puede.
“Con un profesor humano se crea un vínculo y se desarrollan emociones y hay situaciones de empatía, cosa que en las plataformas de IA no están contempladas. La IA no reconoce emociones, no puede reconocer el ánimo del estudiante, si está triste o si está con problemas”, puntualiza.
Educo, una ONG internacional que trabaja por el derecho de niños y adolescentes de recibir una educación de calidad, asegura que hablar un segundo idioma tiene muchas ventajas.
“Entre ellas, el poder hablar y comunicarse con personas en otro idioma fomenta la independencia y mejora las oportunidades laborales. Pero además es una oportunidad fantástica de poder interactuar, aprender y descubrir otras culturas”.