En la búsqueda constante de una vida plena y saludable, el enfoque «health span» se ha convertido en un pilar fundamental en el campo de la medicina geriátrica. Más que “vivir más años”, se trata de garantizar que esos años adicionales estén llenos de vitalidad, independencia y bienestar.
El «health span» se refiere a la cantidad de tiempo que una persona vive en buena salud, sin enfermedades crónicas debilitantes ni discapacidades que afecten significativamente su calidad de vida. A diferencia del concepto tradicional de “esperanza de vida”, que se centra en la duración total de la vida, el «health span» pone énfasis en la calidad de esos años adicionales.
La directora de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Griselda Vargas, puntualiza que el health span se refiere a la cantidad de años en los que una persona puede mantener una funcionalidad física y cognitiva óptima, evitando enfermedades crónicas y discapacidades que afecten su calidad de vida.
“En la medicina geriátrica, se busca no solo prolongar la vida, sino también mejorar la calidad de esos años, priorizando la independencia y el bienestar del paciente”, indica la académica.
Para ello, según la médico, el bienestar y la vitalidad en la longevidad reflejan la importancia de mantener la salud física y mental a medida que envejecemos.
“El bienestar implica un estado de equilibrio y satisfacción en diferentes aspectos de la vida, mientras que la vitalidad se refiere a la energía y la capacidad de funcionar de manera óptima. Ambos son fundamentales para una longevidad saludable y activa”, especifica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo, las personas viven más tiempo que antes. Actualmente, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Todos los países del mundo están experimentando un incremento tanto de la cantidad como de la proporción de personas mayores en la población.
“En 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. En ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1000 millones en 2020 a 1400 millones. En 2050, la población mundial de personas de 60 años o más se habrá duplicado (2100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones”, afirma el organismo internacional.
Hábitos para un envejecimiento saludable
Para encarar un envejecimiento saludable, Vargas recomienda adoptar algunos hábitos saludables que incluyen:
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Una dieta equilibrada rica en nutrientes
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Práctica regular de ejercicio físico adaptado a las capacidades del individuo
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Mantenimiento de una vida social activa
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Estímulo cognitivo a través de actividades intelectuales
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Control de factores de riesgo como el tabaquismo o consumo excesivo de alcohol
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Seguimiento regular de la salud con un equipo médico especializado en geriatría.