Evitar aglomeraciones y reforzar la bioseguridad: guía clave para prevenir la influenza H3N2 variante K
La influenza H3N2 variante K se ha convertido en un foco de atención para las autoridades sanitarias a nivel internacional y nacional, debido a su creciente circulación y a su capacidad de propagación en temporadas de mayor movilidad y bajas temperaturas. Esta variante del virus de la influenza A ha sido detectada en países de Europa, Estados Unidos y Sudamérica, lo que ha motivado alertas epidemiológicas y un llamado a fortalecer la vigilancia y las medidas de prevención. En Bolivia, los servicios departamentales de salud activaron protocolos de seguimiento tras la identificación de casos sospechosos, principalmente asociados a viajeros procedentes del exterior, en un contexto de aumento general de infecciones respiratorias.
“Las infecciones respiratorias virales son algunas de las enfermedades más comunes, protagonizando pandemias, epidemias, endemias y hasta zoonosis. Con frecuencia, sin embargo, estas se presentan en olas y no todas al mismo tiempo, debido a que las poblaciones desarrollan lo que se conoce como inmunidad de rebaño”, explica Patricio Gutiérrez, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).
La variante K de la influenza H3N2 presenta síntomas similares a los de otros subtipos del virus, entre ellos fiebre superior a los 38 grados, escalofríos, malestar general, cansancio, dolor muscular y síntomas respiratorios como congestión nasal y tos. Especialistas advierten que algunas de sus mutaciones podrían permitirle evadir parcialmente la inmunidad adquirida por infecciones previas o vacunación, lo que facilita su transmisión en determinados contextos, sobre todo en espacios cerrados y con alta concentración de personas.
En Bolivia, la vigilancia epidemiológica se ha intensificado luego de que los servicios de salud de Santa Cruz y Cochabamba reportaran casos sospechosos vinculados a entornos familiares y a antecedentes de viaje internacional.
A nivel regional y global, organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han reiterado la importancia de la detección temprana y la prevención, especialmente entre los grupos más vulnerables, como niños, adultos mayores, personal de salud y personas con enfermedades de base, quienes suelen presentar cuadros más complejos frente a la influenza.

Recomendaciones para prevenir el contagio de la influenza H3N2 variante K
Las autoridades sanitarias y los especialistas coinciden en que la prevención individual y colectiva es fundamental para reducir la propagación de esta variante. Entre las principales recomendaciones se encuentran:
- Vacunación anual contra la influenza, como principal medida de protección frente a formas más severas de la enfermedad.
- Evitar aglomeraciones, especialmente en espacios cerrados y con poca ventilación.
- Mantener distancia física de personas que presenten síntomas respiratorios.
- Quedarse en casa en caso de enfermedad, hasta que los síntomas mejoren y no exista fiebre.
- Uso de mascarilla como estrategia adicional para reducir el riesgo de transmisión.
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón o uso de alcohol en gel.
- Ventilación adecuada de los ambientes y preferencia por actividades al aire libre.
- Limpieza y desinfección regular de superficies de uso común.
Aunque la circulación de la influenza H3N2 variante K muestra una tendencia creciente y mantiene en alerta a los sistemas de salud, los especialistas insisten en que la información oportuna, la calma y la aplicación constante de las medidas de bioseguridad son claves para evitar que la situación se complique.
La prevención sigue siendo la herramienta más eficaz para proteger a la población y contener la propagación del virus.