Estudiantes diseñan prototipos de robots para rescate y cuidado del medioambiente en entornos acuáticos

Imagen Unifranz

En contextos de emergencia como inundaciones, derrames de petróleo o búsquedas de personas desaparecidas en cuerpos de agua, los robots acuáticos podrían convertirse en herramientas de rescate cruciales. Del mismo modo, ante el aumento de la contaminación en lagos y ríos, estos dispositivos también podrían desempeñar un rol activo en la limpieza de entornos naturales. 

Bajo esa premisa, estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, desarrollaron prototipos de robots para operar en el agua, enfrentando desafíos técnicos y ambientales que no suelen abordarse en competencias convencionales. 

“Gracias a sus conocimientos en mecatrónica, robótica unida a la inteligencia artificial, los estudiantes generaron proyectos de investigación de aplicación y de impacto en nuestro medio, en nuestra sociedad, en nuestro medioambiente”, afirma Noemí Moller, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas de Unifranz.

Esta tarea no fue sencilla; involucró integración de conocimientos en electrónica, programación, mecatrónica e inteligencia artificial, marcando un importante paso hacia soluciones tecnológicas de impacto social y ecológico.

“Se presentó, por ejemplo, un submarino con capacidad de inmersión y reconocimiento visual artificial para detectar y remover objetos contaminantes del agua”, agrega Moller.

Estos prototipos fueron concebidos como parte del Grand Prix Aquabots, una competencia organizada por Unifranz en el Centro de Entrenamiento Naval de La Paz, donde más de 30 grupos de estudiantes pusieron a prueba sus diseños en una piscina semiolímpica. La actividad permitió evaluar no solo la creatividad e innovación, sino también la aplicabilidad real de los robots en entornos adversos.

Entre los desarrollos más destacados estuvieron los controladores por radiofrecuencia, la incorporación de microcontroladores como Arduino, motores brushless de alta potencia y tecnologías de comunicación como Bluetooth y Wi-Fi. 

Por ejemplo, Fabricio Torrez, uno de los estudiantes participantes, presentó un barco de alta velocidad controlado remotamente. 

“Este barco va a grandes velocidades. Estamos usando un microprocesador Arduino y un motor brushless. También incluimos un sistema de control por joystick con botones que comunican por radiofrecuencia con el dispositivo”, explica. 

Torres añade que, a futuro, estos modelos podrían escalar hacia aplicaciones de pesca, salvamento e incluso monitoreo ambiental.

“Podemos conectar varios robots en red que hagan trabajos simultáneos, como capturar peces en distintas zonas o rescatar personas en áreas inundadas”, acota.

Owen Óscar Terceros Vera, también participante y estudiante en Unifranz, diseñó un prototipo de lancha equipada con un sistema de control de timón mediante poleas, motores especializados y microcontroladores. 

“La motivación está en estas competencias. Aplicamos la lógica de programación, los componentes electrónicos, pero también la física. Usamos radiofrecuencia para controlar el timón y un motor potente para la propulsión. Queremos mejorar el aerodinamismo del barco para romper el agua con mayor eficiencia”, detalla. Su propuesta demuestra cómo los estudiantes integran habilidades multidisciplinarias para resolver problemas complejos en tiempo real.

Desde el punto de vista docente, el desarrollo de estos robots representa una oportunidad para unir la teoría con la práctica. José Araníbar, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas en Unifranz, destaca que “estos proyectos nos ayudan a explorar cómo mejorar áreas del quehacer humano. Aquí aplicamos principios de hidrostática para lograr que el robot se sumerja a distintas profundidades. Además, mostramos que la matemática no solo está en los libros y que es esencial para comprender fenómenos físicos y crear soluciones reales”.

La experiencia fue también una puerta hacia la investigación aplicada. Según Moller, el objetivo a largo plazo es generar desarrollos tecnológicos que no solo sean funcionales, sino también sostenibles. 

“Este es solo el inicio. Desde aquí se puede fomentar aún más la investigación. Si combinamos estos robots con visión artificial e inteligencia artificial, podremos abordar de forma más eficaz la contaminación en cuerpos de agua, explorar fauna y flora, e incluso apoyar labores de rescate en situaciones extremas”, puntualiza.

Los estudiantes demostraron que los desafíos técnicos no son una barrera, sino una invitación a la innovación. Al desarrollar sus robots, enfrentaron las limitaciones que impone el agua como medio, la necesidad de impermeabilización rigurosa, control de flotabilidad, estabilidad bajo presión y precisión de navegación. Sin embargo, lograron sobreponerse a estos obstáculos con creatividad y rigor científico.

El Grand Prix Aquabots no fue solo una competencia, sino una vitrina para visibilizar el potencial que tienen las nuevas generaciones de ingenieros para transformar el país con soluciones tecnológicas reales. Mientras tanto, en las aguas de La Paz, los robots acuáticos ya dieron sus primeros pasos hacia un futuro donde rescatar vidas y proteger el medioambiente no será solo responsabilidad de las personas, sino también de las máquinas creadas por ellas.

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Manuel Joao Filomeno Nuñez

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