Estudiantes transforman frutos rojos en productos naturales para el cuidado de la piel

Estudiantes transforman frutos rojos en productos naturales para el cuidado de la piel

Seis estudiantes de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo demostraron que es posible innovar en el cuidado de la piel mientras se protege el medio ambiente. Crearon perfumes, bálsamos, jabones y cremas elaborados con ingredientes naturales, sin conservantes, pensados ​​para nutrir y cuidar el cutis de manera ecológica. Con esta propuesta, los estudiantes no solo muestran su compromiso con la sostenibilidad, sino también con el bienestar de la piel.
Se trata de un proyecto integrador que hicieron estudiantes del área de Botánica. Ellos presentaron sus productos en la feria Patopalooza y el público fue testigo de las bondades de estas novedades.
Para hacer estas creaciones fue necesario mezclar talento, creatividad y trabajo. Así, en manos de los estudiantes, las fresas, moras, ciruelas, uvas y arándanos se convirtieron en un elemento potencial importante para el cuidado de la piel.
En la carrera de Bioquímica y Farmacia, de Unifranz, se forma a profesionales que desarrollan medicamentos innovadores, mejorando la atención médica y contribuyendo al avance de la ciencia para un futuro más saludable. Estos profesionales anhelan descifrar los secretos de la química de la vida y convertir sus conocimientos en soluciones innovadoras. Contribuyen a mejorar la calidad de la salud y el medio ambiente mediante la innovación. Aplican la ciencia y la tecnología para desarrollar y formular productos farmacéuticos, cosméticos y alimenticios que beneficien a la sociedad.
El proyecto representa una fusión entre biotecnología y cosmética, utilizando la fermentación como herramienta clave para maximizar los beneficios de los frutos rojos y proporcionar productos efectivos y sostenibles en el cuidado personal.
La estudiante Zdenka Taboada Calani contó algo del proceso: “El proyecto de fermentación de frutos rojos tiene como objetivo maximizar las propiedades de estas frutas a través de la acción de microorganismos, como bacterias lácticas y levaduras. Para ello, se utilizaron fresas, moras, ciruelas, uvas y arándanos, conocidos por su riqueza en antioxidantes, polifenoles y vitaminas. La fermentación transforma los azúcares naturales en ácido láctico, etanol y otros compuestos, enriqueciendo el perfil nutricional y sensorial de las frutas (sabor y aroma), además de mejorar su conservación y la biodisponibilidad de los nutrientes”.
El proceso incluyó la adición de azúcar y una etapa de reposo en oscuridad durante dos semanas. Al finalizar, se extrajo el alcohol mediante un proceso de destilación.
Se buscó desarrollar productos innovadores a partir de frutos rojos fermentados, aprovechando sus beneficios funcionales y sensoriales. Los resultados incluyen una línea de productos cosméticos y de cuidado personal que destacan por su naturalidad y eficacia.
Los estudiantes obtuvieron cuatro productos: un perfume duradero con esencia de frambuesa; un bálsamo para hidratar y proteger la piel; un jabón que combina las propiedades calmantes y exfoliantes de la avena con los beneficios antioxidantes y rejuvenecedores de los frutos rojos fermentados; y una crema nutritiva rica en antioxidantes y polifenoles, proporcionando hidratación profunda y un efecto regenerador.
La docente Leslie Vidaurre explicó: “Este proyecto demuestra el potencial de los frutos rojos en la creación de productos cosméticos y de cuidado personal. La fermentación potencia la biodisponibilidad y efectividad de los compuestos bioactivos, permitiendo desarrollar productos naturales con beneficios para el usuario y el medio ambiente”.
La educadora afirmó que el enfoque de “aprender haciendo” es especialmente beneficioso para los estudiantes de Bioquímica y Farmacia. “Les permite aplicar conceptos teóricos en entornos prácticos, consolidando sus conocimientos y habilidades en técnicas experimentales y análisis de laboratorio. Además, les ayuda a desarrollar habilidades críticas como la resolución de problemas y el pensamiento analítico, esenciales en sus futuros roles profesionales”, sentenció.

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