En Unifranz aprendes haciendo

Por Lily Zurita Zelada

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Mariana Mamani recuerda el momento en que una simple membrana de huevo la inspiró para crear algo que parecía imposible. Junto a sus compañeras de Bioquímica y Farmacia, transformó lo que muchos consideran un desecho en Hialuronic Cream, una innovadora crema cicatrizante con potencial en medicina regenerativa.

“Nuestro proyecto integrador fue la determinación de una crema cicatrizante a partir de ácido hialurónico obtenido de la membrana del huevo de gallina”, cuenta orgullosa la futura bioquímica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. Esta historia resume la esencia de esta Casa de Estudios Superiores: una universidad donde el conocimiento se construye a través de la experiencia, la creatividad y la innovación.

Aprender haciendo: el corazón de la educación

La filosofía del aprender haciendo va más allá de la teoría. Es un enfoque que desafía a los estudiantes a resolver problemas reales con soluciones tangibles. Desde proyectos de impacto social hasta desarrollos tecnológicos avanzados, los estudiantes de Unifranz demuestran que la educación práctica puede cambiar vidas.

El aprender haciendo es una cualidad de lo que, en la Universidad Franz Tamayo, denominamos “Proyectos Integradores”, asegura Gustavo Montaño, doctor en educación. 

“Se activan mediante el trabajo cooperativo, propuestas de solución a problemáticas propias de la vida profesional proporcionadas por los socios formadores aliados (instituciones públicas y privadas)”, puntualiza.

Para Montaño, el aprender haciendo permite a los estudiantes desarrollar competencias reales y rasgos de nuestro modelo de persona desde el inicio de su formación. 

“En Unifranz, no solo transferimos conocimientos, sino que desafiamos a nuestros estudiantes a aplicar lo aprendido en contextos prácticos, con proyectos, simulaciones, desafíos empresariales y experiencias colaborativas, sin perder el enfoque de una formación integral que trasciende lo técnico. Esto les permite graduarse con una mentalidad resolutiva, habilidades técnicas consolidadas y, sobre todo, con experiencias que los preparan para integrarse con éxito al mundo laboral”, indica. 

Innovaciones que nacen en el aula

Hialuronic Cream no solo es una propuesta académica, sino una alternativa sostenible que aprovecha el ácido hialurónico presente en la membrana del huevo.

“Nos sentimos muy felices por el resultado, porque ha sido muy positivo para nosotras cinco. Hicimos pruebas en personas y la verdad sí ha dado buenos resultados”, comenta Mamani.

Pero esta no es la única historia de innovación. Desde los laboratorios de Ingeniería de Sistemas, Gabriel Matheus Janco creó Helios One, un sistema de monitoreo inteligente para proteger a bomberos en incendios forestales.

“Mi mayor motivación fue un incidente que ocurrió en mi familia. Mi tío, bombero en São Paulo, murió en una operación por una fuga de gas. Ese hecho me marcó y me impulsó a crear una solución que ayude a salvar vidas”, relata.

Helios One monitorea en tiempo real signos vitales, niveles de gases y ubicación vía GPS, con alertas inmediatas ante cualquier peligro.

“No se trata solo de programar o ensamblar sensores. Es pensar cómo la tecnología puede cuidar a quienes nos cuidan”, concluye Gabriel.

Cosmética natural y salud femenina

El compromiso de Unifranz con el aprendizaje práctico se refleja también en proyectos con impacto en la salud y el bienestar. Un ejemplo es el sérum facial con almidón de yuca, desarrollado por estudiantes de Bioquímica y Farmacia, que ofrece una alternativa natural para el cuidado de la piel.

“Queremos demostrar que desde Bolivia se pueden desarrollar productos de alta calidad, con ingredientes naturales y una mirada responsable hacia el medio ambiente y la salud de las personas”, destaca la docente Danitza Mamani.

Otro proyecto es Sumaq Warmi, una bebida efervescente a base de fenogreco para aliviar cólicos menstruales.

“Lo probamos en nosotras mismas durante nuestros ciclos menstruales. En cada caso, con un solo sobre sentimos alivio”, comenta Madeline Condori, integrante del equipo. Este producto no solo atiende una necesidad femenina recurrente, sino que lo hace desde un enfoque natural y sin efectos adversos.

Emprendimientos con propósito

La creatividad y el espíritu emprendedor también florecen en la carrera de Contaduría Pública. Melany Dorado, estudiante de Unifranz, creó La Dulce Ilusión Orgánica, una línea de mermeladas para diabéticos endulzadas con miel del árbol de cupecí.

“Mi marca quiere brindar salud y tiene como objetivo principal eso. Este producto está diseñado para personas diabéticas, ya que pueden consumirlo varias veces al día sin que afecte sus niveles de azúcar”, explica Melany.

Su proyecto ganó el concurso Fondos Verdes de Save the Children, gracias a su enfoque en sostenibilidad y comercio justo con comunidades del Chaco boliviano.

Educación que transforma

Lo que une a todos estos proyectos es la metodología del aprender haciendo, donde el aula se convierte en un laboratorio de ideas y la teoría se valida en la práctica. Los estudiantes no solo desarrollan habilidades técnicas, sino también competencias blandas como liderazgo, empatía y trabajo en equipo.

“Estos proyectos nos permiten aplicar lo aprendido en contextos reales. Queríamos crear algo útil, accesible y confiable”, afirma Celeste Choque, integrante del equipo de Sumaq Warmi.

En la misma línea, Montaño considera que la mejor forma de aprender es vivir lo que se estudia, la mejor forma de aprender es saber cómo aprender, y que Unifranz aplica este modelo de aprendizaje (experiencial) desde el primer semestre. 

“Nuestros estudiantes desarrollan proyectos reales, participan en simuladores, realizan pasantías tempranas y trabajan en redes colaborativas. Además, articulamos constantemente con empresas, ONGs y comunidades, lo que les permite generar soluciones con impacto. Esta combinación de teoría y práctica transforma la formación en una vivencia profunda y significativa”, explica.

Una mirada al futuro

La Universidad Franz Tamayo impulsa una educación orientada a la innovación, el emprendimiento y la sostenibilidad. Cada iniciativa, desde el desarrollo de una crema cicatrizante hasta la creación de tecnología para salvar vidas, es prueba de que la formación práctica prepara a los estudiantes para un mercado laboral exigente y para un impacto social real.

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