Por Manuel Filomeno
Desiertos blancos, selvas impenetrables, ciudades coloniales, cañones profundos y pueblos mágicos, Bolivia cuenta con una infinidad de destinos turísticos espectaculares y atractivos para cualquier amante de los viajes y en este 2025, año del Bicentenario de la independencia, el país invita a los visitantes extranjeros a conocerlos.
“Tenemos una infinidad de destinos para todos los gustos, pero nos falta promocionarlos en el extranjero de manera más intensiva, además de generar las condiciones para que los visitantes puedan pasar su estancia de manera cómoda”, explica José Fernando Villagra, director de la carrera de Administración en Hotelería y Turismo (AHT) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Villagra, citando datos recopilados por el Centro de Investigación, Innovación y Transformación Digital en Turismo (CIINTUR) de Unifranz, indica que los turistas que visitan Bolivia resaltan la belleza de los destinos; sin embargo, reconocen que existen ciertas falencias en la infraestructura, caminos y atención que reciben.
De la misma manera, indican que la promoción internacional de los destinos es casi inexistente y que el boca a boca o las recomendaciones en foros de internet son la principal vía de promoción del país.
“Tenemos un gran potencial, pero necesitamos promoción y trabajo duro para poder posicionar al país en lo más alto”.
Ante esta situación, recientemente, el Viceministerio de Turismo lanzó una convocatoria para encontrar los 200 destinos del bicentenario, de los cuales, los 20 mejores serán promocionados internacionalmente.
Según la proyección que se tiene en la agenda del Bicentenario, se pretende alcanzar los 2,5 millones de visitantes.
Además, que en el bicentenario se promocionará y fortalecerá la convivencia social a través del turismo comunitario.
También se prevé promocionar “circuitos turísticos e históricos” que conmemoran los 200 años de fundación de Bolivia, consistente en el desarrollo de paseos dirigidos a estudiantes del nivel secundario del Sistema Educativo en los diferentes municipios del país.
Tipo de turistas
Según Javier Rivera, director de la carrera de AHT de Unifranz en Santa Cruz, los turistas que visitan Bolivia lo hacen buscando dos tipos de experiencias: aventura y cultura.
“Usualmente las personas que llegan a Bolivia lo hacen buscando dos tipos de experiencias. Por un lado, la belleza natural de sitios que no van a poder encontrar en otras partes del mundo, como el Salar de Uyuni o el Madidi y, por otra parte, buscan el turismo cultural. En este sentido, intentan conectar con las culturas locales, aprender de ellas, ver sus procesos de producción, ver todo el conocimiento adquirido a través de generaciones y eso se ve a través de su cultura. Todo aquello que es resaltante como la belleza del salar, la exuberancia del Madidi o la experiencia de vivir en una ciudad de altura como La Paz son los detonantes que llaman la atención del que se anima visitar Bolivia”, dice el experto.
Siguiendo esta clasificación, Rivera recomienda cinco destinos turísticos para visitar en el año del Bicentenario de Bolivia.
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Salar de Uyuni
El Salar de Uyuni es el desierto de sal más alto y grande del mundo. Su extensión es de aproximadamente 12.000 km2. Además, es la mayor reserva mundial de litio del continente.
En época de lluvias, el agua queda en la superficie del Salar y produce un reflejo como el de un espejo. Muchos turistas lo visitan sólo para apreciar ese paisaje ya que el horizonte se pierde en el reflejo, el cielo se confunde con él y parecería flotar en las nubes.
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Madidi
El Madidi es la reserva natural y área protegida más rica del mundo, que se expresa en la diversidad de ecosistemas y de especies de flora y fauna. Contiene 12 grandes formaciones vegetales, el mejor ejemplo de sabanas prístinas y los bosques montanos más extensos y mejor conservados de Bolivia.
Por otra parte, es un área de gran diversidad cultural, habitada por diversos grupos culturales de habla tacana: toromonas, araonas, ixiamas, tacanas, cavinas, esse ejjas, uchupiamonas, eparamonas y pamainos. También compartieron el territorio comunidades de origen leco.
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Sucre y Potosí
La capital del país es un destino imperdible en el año del bicentenario, lugares como la Casa de la Libertad, edificio histórico donde se firmó la Declaración de Independencia de Bolivia en 1825, la Recoleta, antiguo convento franciscano que ahora alberga un museo y una iglesia, el cementerio general, conocido por sus elaboradas tumbas y mausoleos y el Castillo de la Glorieta, una construcción única en su tipo en Bolivia.
Potosí, por su parte, guarda en sus calles el estilo colonial que la hizo una ciudad cosmopolita e importante durante el auge de la plata que se extraía de su Cerro Rico. Entre sus mayores atractivos se encuentran las iglesias y catedrales y la Casa de la Moneda.
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Toro Toro
Ubicado en el departamento de Potosí. El parque nacional de Toro Toro es un lugar detenido en el tiempo, marcado por las huellas que dejaron los dinosaurios que pasearon por sus tierras hace millones de años.
Su cañón, el Vergel, la cueva de Umajalanta y la Ciudad de Itas son otros de los atractivos que ofrece este destino, que además es un punto mundial para la observación de aves y el ecoturismo en el país.
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Samaipata
Samaipata se ha ganado el corazón de los turistas internacionales que llegan cada año al municipio ubicado en el departamento de Santa Cruz a visitar su más grande atractivo, “El Fuerte” una roca tallada de hace más de 2 mil años, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Samaipata es, además, un sitio de encuentro de muchas culturas donde se festeja el Lucero del Alba, que para la cultura Guaraní significa el inicio de un nuevo amanecer renovando las esperanzas y la luz que los encamina a la “tierra sin mal”.