Se dice que cuando el automóvil empezó a masificarse, los conductores de carruajes pronosticaron el fin del mundo como ellos lo conocían, sin embargo, al mismo tiempo, una infinidad de trabajos aparecieron, choferes, mecánicos, limpiavidrios, vendedores de combustible y repuestos o cuidadores de estacionamientos, entre otros.
Lo mismo sucede con la Inteligencia Artificial (IA). Esta tecnología, llamada a revolucionar el mundo ha generado temores entre algunas personas ya que tiene el potencial de hacer que sus trabajos y profesiones sean obsoletas (siempre y cuando estos profesionales no se adapten al cambio), pero también ha abierto nuevos campos para el desarrollo profesional.
“Siempre que una nueva tecnología emerge, se abren puertas para la aparición de nuevos trabajos, lo importante va a ser poder adaptarse”, explica el ingeniero de sistemas, experto en Inteligencia Artificial y docente de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Sergio Valenzuela.
De acuerdo con Valenzuela, estos nuevos trabajos van a ir volviéndose más específicos con el pasar del tiempo, como ya lo hacen en otras partes del mundo.
“En Estados Unidos y Europa, donde se tiende a la hiperespecialización, ya estamos viendo la aparición de profesionales específicos, sin embargo, en Latinoamérica aún existe espacio para su desarrollo”, agrega.
Algunos de estos nuevos trabajos surgidos gracias a la IA son los siguientes
Especialista en Ética de la IA
El trabajo de este profesional consiste en analizar y valorar los posibles efectos sociales, culturales y éticos de la IA y sugerir medidas que reduzcan los riesgos y fomenten su uso ético.
Valenzuela indica que es importante entender la dualidad del ser humano, que puede ser capaz de un gran bien, como de un gran mal, por lo que la ética siempre debe ir de la mano con los avances, ya que de esta manera se pueden reducir los riesgos.
“La IA no es inherentemente buena o mala, sin embargo, es importante que su desarrollo se guíe por principios éticos y se evite que a través de su uso se haga daño a la sociedad”, acota.
Artista de IA
Los artistas de IA utilizan las herramientas de la IA para crear, sin embargo, esto no significa que no requieran de conocimientos y habilidades artísticas, ya que el proceso implica también tener una visión creativa, una imaginación activa y un conocimiento profundo de cómo funcionan los algoritmos de IA y cómo se pueden utilizar para comunicar ideas y emociones.
“Es un campo interesante, ya que, si bien la IA no puede crear por sí sola, puede ser utilizada para crear arte muy atractivo y en menos tiempo. Esto no quiere decir que se esté sustituyendo a los artistas plásticos o a los diseñadores, sino que éstos podrán integrar estas herramientas en su trabajo”, puntualiza el experto.
Susurrador de IA o ingeniero rápido
Su trabajo consiste en analizar las respuestas que dan los chatbots a las preguntas y comentarios de los usuarios, y ofrecer sugerencias para optimizarlas.
La IA requiere de instrucciones para realizar su trabajo, mientras más precisas sean estas instrucciones, mejores serán los resultados que arroje la IA. El ingeniero rápido o ingeniero de prompts debe tener un conocimiento preciso de cómo funciona el algoritmo de la IA para saber cómo hablar con ésta y cómo obtener los mejores resultados, al mismo tiempo que puede ayudar a mejorar los modelos para hacer del chatbot más amigable con el usuario, al entrenarlo.
Verificador de datos de la inteligencia artificial
Los verificadores de datos de IA son profesionales que se encargan de evaluar y validar la información producida por los algoritmos de la IA.
“La IA está programada para siempre dar respuesta a las consultas que se les hace, incluso si no tiene la respuesta. Por esto, en ocasiones, los chatbots ‘alucinan’, es decir, se inventan las respuestas, por eso es importante contar con un verificador, que pueda ayudar a identificar las respuestas erróneas o con un sesgo marcado para retroalimentar a la IA y que no cometa el mismo error”, apunta Valenzuela.
Diseñador de experiencias emocionales
Trabajan generando interfaces de usuario que provoquen emociones positivas y que refuercen el vínculo emocional con los productos y servicios digitales.
La aparición de nuevas aplicaciones de IA ha generado un mayor interés en el diseño de interfaces o UX que sean amigables e intuitivas con el usuario, dice Valenzuela.
Ventas o marketing digital
Tienen el rol de informar y orientar a los clientes potenciales sobre cómo la IA puede mejorar sus procesos, resultados y experiencias.
De acuerdo con la consultora internacional Statista, la inteligencia artificial es una de las áreas tecnológicas con mayor proyección económica a corto y mediano plazo. Tanto es así que el valor de mercado de la misma podría rebasar la barrera de los 300.000 millones de dólares estadounidenses en 2025.
Por esta razón serán necesarios profesionales que puedan vender las aplicaciones de IA a potenciales clientes empresariales, lo que abre una ventana de especialización para los profesionales de las ventas.