Educar para la vida, no solo para el empleo: el nuevo rol de la educación superior

Por Aldo Juan Peralta Lemus

Imagen Unifranz

La educación es un pilar fundamental para formar agentes de cambio comprometidos con un futuro sostenible. En este contexto, la transformación digital en el ámbito educativo no solo simboliza innovación, sino que se presenta como una oportunidad histórica para democratizar el conocimiento, reducir desigualdades y sembrar esperanza en cada estudiante. 

Fancesc Pedró, director del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Unesco-Iesalc) y experto panelista internacional invitado para el FIIE: VI Foro Internacional de Innovación Educativa, Educación para la Sostenibilidad, promovido por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que la tecnología en educación representa un puente, y no una barrera. 

“La transformación digital representa una oportunidad extraordinaria para democratizar el acceso a la educación superior de calidad. En Unesco-Iesalc, hemos observado cómo las tecnologías pueden eliminar barreras geográficas, permitiendo que estudiantes en regiones rurales o alejadas accedan a programas académicos que antes eran impensables”, sostiene el experto.

La educación digital, bien pensada e implementada, se convierte hoy en una aliada poderosa para cerrar brechas en lo que respecta al acceso en educación. No hablamos de pantallas y dispositivos como simples herramientas, sino como puertas abiertas al derecho universal a aprender. Porque educar con tecnología es, ante todo, educar con propósito.

Plataformas virtuales, contenidos abiertos, entornos flexibles: lo que era beneficio de algunos, hoy puede multiplicarse en cada rincón, alcanzando zonas geográficas o sectores sociales. Desde una comunidad rural hasta un barrio periférico, el acceso al conocimiento ya no depende del lugar donde se nace, sino de la voluntad colectiva.

El informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) denominado: «Educación Superior en la Era Digital», destaca que las tecnologías digitales, como las plataformas de aprendizaje en línea y los recursos educativos abiertos (REA), amplían el acceso a la educación para poblaciones marginadas, incluyendo comunidades rurales, estudiantes con discapacidades y grupos socioeconómicamente desfavorecidos. También asegura que las universidades que adoptan modelos híbridos o completamente en línea reducen barreras geográficas y económicas.

De la misma manera, un estudio de la Universidad de Stanford, en 2022, analizó cómo las plataformas de aprendizaje masivo en línea (denominandas MOOCs) han permitido que estudiantes de bajos ingresos, puedan acceder a cursos de universidades prestigiosas, aunque el éxito también depende de habilidades digitales previas y el apoyo institucional.

Estas plataformas de Stanford, principalmente a través de plataformas como Coursera (cofundada por profesores de Stanford), permiten que estudiantes de bajos ingresos de todo el mundo accedan a cursos de universidades prestigiosas de manera gratuita o a bajo costo, siempre que tengan acceso a internet. Estos cursos abiertos ofrecen contenido de alta calidad, flexibilidad horaria y la posibilidad de obtener certificados reconocidos, lo que puede incrementar las oportunidades académicas y laborales de quienes no pueden costear una educación tradicional o presencial.

“Es crucial entender que la digitalización por sí sola no es la solución. Debe ir acompañada de políticas que garanticen conectividad, formación docente adecuada y diseño pedagógico inclusivo”, destaca Pedró.

Sin embargo, los desafíos persisten. La brecha digital no es solo una cuestión de conectividad o dispositivos: es también una brecha de acompañamiento, de formación, de políticas públicas sostenidas. Si no se actúa con mirada integral, la digitalización corre el riesgo de reproducir las desigualdades que busca erradicar.

Mecanismos clave para cerrar brechas

1.Acceso ampliado: Las plataformas digitales eliminan barreras geográficas y reducen costos asociados a transporte o materiales físicos. Por ejemplo, los MOOCs de Stanford permiten a estudiantes de zonas rurales o urbanas marginales acceder a contenidos de calidad.

2.Personalización del aprendizaje: Tecnologías como la IA y el aprendizaje adaptativo ajustan los contenidos al nivel del estudiante, beneficiando a quienes provienen de sistemas educativos débiles.

3.Inclusión digital: Programas que proporcionan dispositivos, conectividad y capacitación en competencias digitales son esenciales para garantizar que la transformación digital no deje atrás a los más vulnerables.

4.Colaboración interinstitucional: Alianzas entre universidades, gobiernos y empresas tecnológicas (como Google o Microsoft) facilitan la creación de infraestructura digital y la capacitación docente.

Cerrar esta brecha exige una visión colectiva: inversión a largo plazo, articulación multisectorial, políticas inclusivas y comunidades comprometidas. Porque la tecnología no se transforma por sí sola, pero sí puede ser el vehículo para una transformación cuando la educación cobra un rol protagónico en la vida de las personas.

“En Unesco, hemos visto iniciativas prometedoras donde universidades utilizan plataformas digitales para llegar a comunidades indígenas, respetando sus lenguas y cosmovisiones. La clave está en que la tecnología sea un puente, no una nueva barrera”, sostiene el experto Pedró.

Educar en lo digital no es preparar solo para el empleo: es formar para la ciudadanía global, para generar personas que transformen sus realidades, poniendo a prueba sus conocimientos, con ayuda de docentes que inspiran, además de políticas que garantizan. Porque el conocimiento que no transforma, no basta. Y la educación digital, representa la oportunidad de invertir en un futuro, donde todos los niños y jóvenes, puedan aprender a crear y transformar. Esta no se espera: se construye hoy.

El VI Foro Internacional de la Innovación Educativa denominado: “Educación para la sostenibilidad”, promete ser un espacio de reflexión, diálogo y construcción colectiva entre los máximos representantes de organismos internacionales de educación, autoridades gubernamentales, instituciones de educación superior, empleadores y actores del ecosistema educativo. El evento es impulsado por Unifranz y tendrá lugar en los salones de la Fexpocruz, los días 3 y 4 de julio.

avatar de autor
Aldo Juan Peralta Lemus

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *