Cada estudiante es un mundo diferente, cambiante y único. Con otras inquietudes, motivaciones, emociones y sentimientos, pero también capacidades o limitaciones. Por esta razón, muchas veces la educación estandarizada, aquella que se imparte por igual entre los alumnos, no es la respuesta para explotar todas las potencialidades de éstos.
En este contexto nace la educación personalizada, la cual se cimienta en que cada persona es diferente y, por ende, la enseñanza debe adaptarse a los estudiantes y no los estudiantes a la enseñanza.
Esto es posible mediante el conocimiento de los estudiantes, en primer lugar, por los educadores a través de la convivencia y el diagnóstico de sus habilidades y de una manera más profunda, a través de la tecnología, específicamente, a través del Big Data y la Inteligencia Artificial (IA).
“En el mundo en constante evolución tecnológica es importante estar al tanto de las herramientas tecnológicas y aquellos recursos que nos permiten transformar la educación y fomentar la creatividad y la innovación”, sostiene Whara Solano Garvizu, docente y miembro de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Algunos de los beneficios para los educadores son los siguientes: aumenta la eficiencia en el aprendizaje, disminuye la dedicación de tiempo, genera innovaciones inéditas y, sobre todo, permite el desarrollo de recursos educativos personalizados, facilitando la retroalimentación para apuntar al logro de nuevas competencias.
“La tecnología, hoy en día, se convirtió en una herramienta casi indispensable en el aprendizaje y permite la creación de contenidos educativos. De esta manera, podemos individualizar, ser más creativos al elaborar nuestro material para que se ajuste a las necesidades y niveles de habilidades de los estudiantes”, resalta la académica.
Una de las herramientas más poderosas para los educadores es el Big Data, un término que describe el gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, que inundan las aulas cada día.
Esto puede ser utilizado para lograr un aprendizaje adaptativo, en el cual se pueden recomendar recursos de aprendizaje específicos, como libros, videos o ejercicios, según las necesidades y preferencias de cada estudiante. Esto asegura que el contenido sea relevante y atractivo.
“La educación personalizada, tal como su nombre lo indica, personaliza e individualiza las estrategias y técnicas de aprendizaje enseñanza, esto con el fin de satisfacer las necesidades educativas del estudiante. Esto también va de la mano con la modalidad híbrida, o blended, en la cual la tecnología juega un papel muy importante (así como la presencialidad) con la creación de entornos virtuales de aprendizaje, en los cuales los docentes fomenten el aprendizaje ubicuo y los estudiantes tengan a su disposición todas las herramientas y recursos necesarios para desarrollar sus competencias”, explica Mario Ariel Quispe, responsable del JEA.
Por otra parte, los educadores, también, pueden utilizar la IA para ayudar a algunos estudiantes que tienen dificultades para retener información o para comprender conceptos abstractos. Los algoritmos de IA pueden identificar las áreas en las que un estudiante necesita ayuda y proporcionar sugerencias y recomendaciones específicas para ayudarles a comprender el material; o recurrir a la gamificación educativa para motivar a los estudiantes y hacer que el aprendizaje sea más divertido.
Esto es especialmente útil en el caso de estudiantes con algún tipo de discapacidad física o con problemas de aprendizaje, ya que la tecnología puede ayudarlos a interactuar de mejor manera con los contenidos que se imparten y recibir una educación personalizada.
“La tecnología es un igualador para que los estudiantes de educación especial se relacionen con sus pares, interactúen con los docentes, tengan confianza y generen conocimientos académicos. La mejor tecnología en la educación otorga a los estudiantes con necesidades especiales condiciones de competencias académicas equitativas”, explica Solano.
Los beneficios
Los expertos señalan que los beneficios más importantes de la educación personalizada son varios y empiezan por el potencial que tiene de mejorar significativamente el aprendizaje de los estudiantes. Al adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante, los profesores pueden ayudar a los estudiantes a comprender mejor el contenido y a progresar a su propio ritmo.
Por otra parte, la educación personalizada ayuda a motivar a los estudiantes y a que éstos se comprometan con su educación, al no agobiarlos y permitirles aprender a su propio ritmo y adaptar la enseñanza a sus necesidades, lo que los hace sentirse más involucrados en el proceso.
Un beneficio adicional es que la educación personalizada ayuda a los docentes a inculcar en sus estudiantes el desarrollo de habilidades como la autonomía, la resolución de problemas y la responsabilidad, las cuales les servirán a los estudiantes en su vida profesional.
Los expertos indican, en conclusión, que al adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante, los profesores pueden ayudar a los estudiantes a comprender mejor el contenido, mejorar su motivación y compromiso y desarrollar habilidades importantes para su futuro.