Sube y bajas las gradas con agilidad, la sonrisa siempre está rondándole los labios y cuando se coloca la bata blanca parece enfundarse en el traje de un héroe. De alguna manera, el doctor Vito Rivas es un héroe que salva vidas desde su profesión. El médico tiene más de 40 años en la docencia y recientemente el III Congreso Boliviano de Anatomía de Sucre le entregó un reconocimiento por su labor educadora.
“Me dieron la distinción por ser uno de los docentes más destacados de Bolivia”, explica el médico mientras camina por los pasillos de la Universidad Franz Tamayo, sede La Paz.
Aunque él vive salvando vidas, uno de sus trabajos científicos más importantes está relacionado con la muerte, específicamente con la conservación de cadáveres sin el uso de formol. Esta técnica fue desarrollada y perfeccionada desde 2008.
Lleva más de 15 años en Unifranz y cuenta que el lugar ha mejorado con el tiempo. Él es testigo de aquellos cambios. Vio cómo la tecnología entró por la puerta grande de la Universidad y trajo consigo la innovación educativa. Habla con orgullo de los salones innovadores de la institución y de sus colegas que imparten la docencia, algunos de ellos fueron sus estudiantes. Se le infla el pecho de emoción al referirse a los médicos que formó en sus aulas y le resulta difícil cuantificar a cuántos profesionales habría enseñado. “Tengo más de 40 años enseñando, imagínese”, afirma.
En el ambiente médico, él es reconocido por su técnica de conservación de cadáveres, la cual fue creada junto con su colega Edgar Arené. Ambos bautizaron a la creación como Edviforcad, que es la conjunción de las palabras: Edgar, Vito, cadáver y formol.
Esta técnica permite la conservación de los cadáveres de forma entera o por piezas. Éstas no desprenden olor, ni tampoco liberan bacterias. Estos cuerpos sin vida, o partes de los mismos, se encuentran en plásticos y son ideales para que los futuros médicos puedan acercarse al cuerpo humano. “La materia de Anatomía debe aprenderse siempre en el cuerpo humano y si no se conoce el cuerpo humano no se conoce de anatomía”, explica el médico.
En honor a las contribuciones académicas del doctor Rivas, uno de los salones de Medicina lleva su nombre. Justamente en este espacio físico están sus creaciones al alcance de la población docente estudiantil. En el salón están ordenadas cuidadosamente las piezas sin vida, el sitio es limpio y no hay nada de mal olor porque cada objeto se encuentra limpio y resguardado.
“Medicina es una de las carreras que más mejoras tuvo con los años”, explica el doctor formador de galenos. En esta cruzada a favor de la formación integral en Unifranz se incorporaron los Health Labs. Estos espacios de simulación no sólo se encuentran equipados con tecnología de última generación, sino que también están diseñados para ofrecer una experiencia de aprendizaje inmersiva y realista a la comunidad educativa. Así, con tecnología de punta en el mundo de la medicina, los estudiantes aprenden haciendo.
El doctor Rivas lucha a diario a favor de la vida. Él indica que la mejor manera de cuidar al organismo es con una vida sana y él mismo es un ejemplo de sus palabras. Tiene más de 40 años enseñando, lleva una vida estudiando y no se cansa del proceso de enseñanza y aprendizaje. Es más, su espíritu es joven, sube y baja las gradas de forma veloz, va y viene con la premisa de conocer cada día más.