Por Guiomara Calle
La violencia de género es una realidad dolorosa que, en muchos casos, se oculta bajo capas de miedo, silencio y “naturalización”. Para muchas mujeres, identificar que están en una situación de maltrato no es sencillo porque las agresiones no siempre son físicas; el daño emocional y psicológico pueden pasar desapercibidos. Conscientes de ello, un grupo de universitarios creó el Violentómetro, una herramienta innovadora que busca orientar sobre situaciones de violencia desde una perspectiva preventiva.
Se trata de Munayki o “yo te quiero”, traducido del quechua, una aplicación pensada para ayudar a las víctimas de violencia, poniendo a su disposición recursos útiles: el Violentómetro, el botón de pánico, la ruta de denuncia, la ubicación de todos los lugares de ayuda y la información de las normas que cobijan a una persona en esta situación. Todos ellos creados por estudiantes de Ingeniería de Sistemas, Psicología y Derecho de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
“Es una aplicación que busca asistir a las víctimas de violencia de manera urgente, desde tres pilares fundamentales: el apoyo psicológico, la atención legal y el uso de tecnología avanzada para responder a las situaciones de peligro. El Violentómetro es una de las funciones más importantes porque ayuda a las mujeres a identificar si están viviendo una situación de violencia”, explica Fabiola Cadima, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas de dicha universidad.
El Violentómetro funciona como un test gratuito y confidencial, accesible desde la página web de Munayki, donde las usuarias responden una serie de preguntas cuidadosamente diseñadas. “Estas preguntas fueron elaboradas por estudiantes de la carrera de Psicología y están orientadas a detectar la violencia en sus diferentes tipologías”, explica Cadima.
Dependiendo de las respuestas, la herramienta emite tres niveles de alerta:
- “Debes estar atenta a estas conductas”. Es un aviso inicial, sugiriendo que algunas conductas podrían estar marcando el inicio de un ciclo de violencia.
- “Ten cuidado, no dejes que suceda, corres riesgo”. Una advertencia clara de que la situación puede escalar si no se toman medidas.
- “Tu integridad física y psicológica está en riesgo, no calles. ¡Denuncia!». Este es el nivel más grave, que insta a la víctima a buscar ayuda de inmediato para proteger su vida.
Lo que hace especial al Violentómetro es su capacidad para llegar a aquellas mujeres que quizás aún no han podido reconocer que están viviendo algún tipo de maltrato. “Existen formas de violencia que son invisibilizadas o que se han normalizado. El Violentómetro está diseñado para abrir los ojos ante estas realidades que a menudo están encubiertas”, reflexiona Cadima.
La Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia (348), promulgada el 2013, tipifica 16 tipos de violencia, entre ellas la física, psicológica, sexual, patrimonial, económica, laboral, simbólica, mediática y otras. La norma establece que la violencia contra las mujeres puede manifestarse en diversos entornos, como el familiar, laboral, educativo y comunitario, e impone medidas para la protección de las víctimas, así como sanciones para los agresores.
El Violentómetro pretende precisamente ayudar a difundir las diferentes formas de violencia con el cuestionario, que puede ser llenado de manera anónima, brindando a las usuarias un espacio seguro para reflexionar sobre su situación sin exponerse. “Descubre a través de este cuestionario si estás viviendo un episodio de violencia”, avisa la herramienta a sus usuarias, un mensaje que busca generar confianza y dar el primer paso hacia la búsqueda de ayuda.
Botón de pánico con funciones automáticas
Pero Munayki no se detiene en el análisis de la situación, pues ofrece el botón de pánico para situaciones de emergencia. Al activarlo, la víctima envía su ubicación, graba un breve audio y toma imágenes del entorno, todo de forma automática. Esta información se transmite directamente al Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y a tres contactos de confianza que la persona haya registrado previamente. Cadima menciona que la plataforma fue entregada a la Alcaldía de Cochabamba para su funcionamiento.
Paola Landia, miembro del SLIM de la Alcaldía de Cochabamba y quien trabaja en la prevención de la violencia de género, resalta la importancia de herramientas como Munayki. “Esta aplicación es vital porque permite detectar diferentes tipos de violencia y actuar rápidamente. Aunque en muchos casos las víctimas no pueden pedir ayuda de manera directa, esta plataforma les brinda una forma de alertarnos discretamente”.
Agrega que el SLIM tiene equipos de trabajo listos para actuar día y noche, monitoreando las alertas que llegarán desde la aplicación. “La plataforma no solo nos permite recibir la denuncia, sino que también podemos contactar a familiares de la víctima para coordinar su rescate y protección”.
A pesar de que la aplicación ya está instalada en los servidores de la Alcaldía de Cochabamba, aún falta su lanzamiento oficial para que toda la población pueda beneficiarse de ella. “El Consejo Municipal ya solicitó una normativa para que Munayki sea utilizada en todas las organizaciones territoriales de base (OTBs) y otras jurisdicciones”, menciona Cadima, a tiempo de señalar que Unifranz capacitó al personal del SLIM para el uso efectivo de la plataforma.
De acuerdo con los datos de la Fiscalía General del Estado, entre enero y agosto de este año se registraron 30.699 casos de violencia contra mujeres y 57 de feminicidio. El principal delito denunciado fue la violencia familiar, seguido de abuso sexual, violación y estupro. Santa Cruz es el departamento con más casos, seguido por La Paz y Cochabamba.
El Día de la Mujer Boliviana, celebrado cada 11 de octubre en honor a la escritora y activista Adela Zamudio, es una fecha clave para reflexionar sobre los avances y desafíos en la lucha contra la violencia de género en el país. Los índices de violencia contra las mujeres siguen siendo altos y recordando la necesidad urgente de continuar trabajando por una sociedad más segura para todas las mujeres bolivianas.