Por Lily Zurita
Emprender no es sencillo, y el camino puede ser aún más desafiante para las mujeres. Sin embargo, el género no es un obstáculo para quienes tienen un objetivo claro, como lo demuestra Jaqueline Morales, fundadora de una innovadora startup tecnológica, denominada Blumbit.
Yaquelin nunca fue una niña común. Mientras sus amigas jugaban con muñecas, ella prefería los autitos y los juegos que implican crear, desarmar y volver a armar. Tal vez fue la influencia de su hermano mayor o, como dice entre risas, simplemente fue una chispa innata de curiosidad que la llevó a transitar caminos poco comunes para una mujer.
«Desde muy pequeña siempre supe que quería crear cosas, y la tecnología me parecía un mundo fascinante. No me interesaban las muñecas, lo que me apasionaba era entender cómo funcionaban las cosas y cómo podría mejorarlas», recuerda la joven emprendedora que participó en una Feria de Empleabilidad, organizada por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Esa curiosidad la llevó a la Escuela Industrial Superior Pedro Domingo Murillo, una institución en la que predominaban las carreras técnicas y, por supuesto, los hombres. Allí, Yaquelin se encontró con un mundo dominado por la electrónica, la mecánica automotriz y la informática, campos a los que muy pocas mujeres se atrevían a entrar. Pero eso no la detuvo.
“Cuando ingresé a la universidad, era una de las pocas mujeres. En algunas materias, era la única chica en todo el salón. Sin embargo, no me importaba. Sabía que mi lugar estaba en la tecnología”, comenta Yaquelin.
Historias de Bolivia: romper barreras para soñar en grande
Yaquelin Morales es la fundadora de Blumbit, una plataforma de educación online en tecnología para Latinoamérica, que ofrece cursos en vivo o grabados, enfocados en la creación de proyectos reales para un aprendizaje interactivo y práctico, en áreas avanzadas y para profesionales en el área de tecnología.
«Siempre supe que quería tener mi propia empresa, aunque al principio no tenía claro en qué. La tecnología y la robótica me fascinaban, pero también sabía que emprender en hardware era costoso. Con el tiempo, me di cuenta de que podía hacer una diferencia en el mundo del software y de la educación”, indica la emprendedora.
Blumbit es una historia de éxito en Bolivia sobre cómo las mujeres son capaces de emprender por oportunidad y pasión a fin de conformar un ecosistema emprendedor en el país, totalmente innovador.
Morales destaca que su startup es “una plataforma de educación en tecnología para profesionales. Actualmente, nuestros principales estudiantes, obviamente, están aquí en Bolivia, Perú, México y Colombia”
Según el Mapeo TIC 2024 que se presentó recientemente, los emprendimientos de base tecnológica de Bolivia tuvieron un crecimiento importante durante este último año. Pese al contexto de crisis económica que afecta a las startups a escala global, en el país el número subió de 147 en 2023 a 167 en la actual gestión.
El informe destaca que Santa Cruz mantiene su posición del departamento con mayor número de startups (41% del total), seguido de La Paz (36%) y Cochabamba (16%), Chuquisaca (5%) y Tarija (1%).
La clave es perseverar
Para Yaquelin, el camino del emprendimiento no ha sido fácil. «Este no es mi primer emprendimiento. He tenido varios proyectos anteriores que fracasaron, pero nunca dejé de perseverar. La clave es la pasión. Si te gusta lo que haces, sigue intentándolo, aunque falles mil veces».
Para ella, la tecnología es la clave para cambiar el mundo. Hoy, con las redes sociales y las nuevas tecnologías, las mujeres están ganando más visibilidad en el ámbito del emprendimiento y, particularmente, de las startups, que se caracterizan por tres elementos esenciales: tienen base tecnológica, son capaces de escalar aceleradamente y sus costos son bajos.
Poder de soñar en grande
Desde su oficina en El Alto, Yaquelin Morales tiene una visión clara: su startup no solo busca educar, sino también empoderar a las personas para que logren más con tecnología. En su opinión, nada es imposible si uno tiene la voluntad de intentarlo una y otra vez.
«Hoy, nada es imposible. Si tienes una idea, no te quedes mirando videos en redes sociales, ¡hazlo! Puede que falles, pero eso solo te hará más fuerte. Al final, lo importante es la perseverancia y la pasión por lo que haces», concluye la emprendedora.