Cuidar a quien cuida: el otro frente de batalla en la lucha contra el cáncer

Por Aldo Juan Peralta Lemus

Imagen Unifranz

Cuando una persona es diagnosticada con cáncer, no enfrenta la enfermedad sola. Junto a ella, los familiares y seres queridos atraviesan un proceso emocional complejo, cargado de incertidumbre, miedo y desgaste físico y mental. Por ello, el apoyo psicológico a las familias se ha convertido en un componente esencial dentro del abordaje integral del cáncer.

María del Pilar Hidalgo, directora de la Fundación Unifranz, explica que el acompañamiento psicológico cumple un rol fundamental en momentos difíciles, ya que permite a las personas «resignificar» sus experiencias. Es decir, ayuda a darle un nuevo sentido o una nueva perspectiva a lo que se está viviendo. 

“Toda la enfermedad, que es dura y difícil, se transforma en un motivador muy poderoso de cambio para todos, para las familias, y hasta las instituciones que hemos decidido tomar esta causa”, sostiene Hidalgo.

El apoyo psicológico a los familiares y cuidadores de pacientes con cáncer es crucial para mitigar el impacto emocional, social y físico que implica acompañar a un ser querido con esta enfermedad. 

Un estudio en Frontiers, y en el Hospital Vali-e-Asr de Irán, encontró que las personas, entre los cuidadores y familiares de pacientes con cáncer, presentaron cuadros de depresión y ansiedad. Estos trastornos se correlacionaron con la carga y responsabilidad del cuidado de los pacientes, destacando la necesidad de intervenciones específicas de apoyo. Los factores que aumentan la carga incluyen la falta de preparación y el impacto económico.

Según la American Cancer Society, el cáncer afecta el bienestar físico, emocional, social y hasta espiritual de los cuidadores. Sin embargo, estas personas, cuando reciben apoyo psicosocial reportan una mejor calidad de vida, subrayando la importancia de programas de apoyo estructurados.

Alfredo Aguirre, psicólogo especializado en el área de oncología que actualmente trabaja con la Fundación Nuestra Esperanza, sostiene que es un camino desafiante, pero también una oportunidad para fortalecer vínculos, descubrir nuevas formas de servir a los familiares y redescubrir la resiliencia que habita en cada persona.

“En mi experiencia, toda enfermedad —y especialmente las terminales— es devastadora. No solo afecta al paciente, sino también a toda la familia. Por eso, es necesario aplicar lo que llamo una ‘reingeniería familiar’: reorganizar los roles y funciones de cada miembro para brindar apoyo y acompañamiento durante el proceso de la enfermedad”, explica el especialista.

La reingeniería familiar en psicología es un concepto que se utiliza de manera simbólica y terapéutica para describir un proceso profundo de reorganización, transformación y adaptación dentro del sistema familiar, con el objetivo de mejorar el funcionamiento, la comunicación y el bienestar emocional de todos sus miembros.

“Primero es saber aceptar, saber prepararnos, para saber atender. También, darnos el tiempo necesario para poder acompañar al paciente con cáncer. A veces el silencio, la compañía es lo mejor para ellos”, destaca Aguirre.

Como indica el especialista, los primeros pasos del apoyo al acompañamiento terapéutico permiten que los familiares expresen sus emociones sin culpa. Muchos se sienten obligados a «ser fuertes» por el paciente y reprimen su tristeza, miedo o enojo. El espacio psicológico les ofrece un lugar seguro donde pueden desahogarse y aprender a procesar lo que viven.

El rol del cuidador principal, generalmente un cónyuge, hijo o madre, es particularmente exigente. A menudo debe reorganizar su vida para estar disponible todo el tiempo, lo que puede derivar en aislamiento social, agotamiento extremo o incluso pérdida de empleo. La terapia busca fortalecer su bienestar.

Gracias a este proceso, se logra una mayor conciencia de la situación personal que se atraviesa, lo cual es clave para entender mejor lo que sucede emocionalmente y, a partir de ahí, desarrollar herramientas para afrontar de manera más saludable y constructiva. Según Hidalgo, esta comprensión es el primer paso para empezar a sanar y salir adelante frente a la afección.

Los programas de apoyo psicológico más efectivos para familiares de personas con cáncer son aquellos basados en la psicooncología, que ofrecen atención especializada para manejar emociones como ansiedad, miedo, tristeza e incertidumbre, y fomentan habilidades de afrontamiento y autocuidado.

Un ejemplo de apoyo es la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc), que ofrece un servicio gratuito de psicólogos para familiares y pacientes. Este servicio ha sido destacado por usuarios en redes sociales por su calidad y accesibilidad.

Otro ejemplo, para cuidadores de pacientes, es el programa Family Caregiver Palliative Care Intervention (Fcpci), que ofrece sesiones educativas sobre manejo del estrés, cuidado físico y emocional del paciente, además de autocuidado. Los cuidadores que participaron del programa reportaron un 20% menos de carga emocional tras un mes de participación. Las principales características de estos programas comprenden:

– Atención integral y especializada: Psicólogos con formación en cáncer trabajan con familiares para expresar emociones, aceptar la enfermedad y mejorar la comunicación con el paciente.

– Apoyo continuo y adaptado a cada etapa: Se recomienda iniciar con sesiones frecuentes (semanales o quincenales) tras el diagnóstico, y ajustar la frecuencia según la carga emocional durante el tratamiento y recuperación.

– Terapia individual y grupal: Combinan sesiones personales con grupos de apoyo para compartir experiencias, reducir el aislamiento y fortalecer la resiliencia.

– Estrategias prácticas: Uso de técnicas para regular la ansiedad, llevar diarios emocionales, buscar aspectos positivos y mantener el sentido del humor, que mejoran el bienestar emocional.

La conciencia sobre este tema ha ido en aumento. Hoy se entiende que cuidar al cuidador no es un lujo, sino una necesidad. Atender la salud mental de los familiares no solo es un acto de humanidad, sino una estrategia terapéutica eficaz en el abordaje del cáncer.

“Tratar de resignificar este caos y ponerlo como algo positivo, porque al final siempre va a tener una lección poderosa, y lo único que tenemos es el día de hoy, para enfermos y no enfermos, así que, si no somos conscientes, no vamos a poder vivir una vida sana en comunidad”, enfatiza la directora de Fundación Unifranz.

Es evidente que detrás de cada paciente con cáncer hay una familia que también necesita sostén. Brindarles apoyo psicológico es reconocer su dolor, valorar su entrega y ayudarles a atravesar esa difícil etapa con mayor fortaleza emocional. Porque cuando uno enferma, todos sienten; y cuando todos se cuidan, la lucha es más llevadera.

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