Creatividad universitaria: estudiantes crean sérum natural a base de yuca para sanar la piel

Por Lily Zurita Zelada

Imagen Unifranz

Frente al auge de productos cosméticos con largas listas de ingredientes artificiales, un grupo de estudiantes bolivianos apuesta por lo esencial: el almidón de yuca. Este ingrediente natural, extraído de una raíz ancestral, está revolucionando la manera de cuidar la piel, ofreciendo una alternativa más segura, económica y amigable con el planeta.

En la actualidad cada vez más personas buscan alternativas naturales para cuidar su piel, el almidón de yuca se posiciona como una opción poderosa, accesible y profundamente respetuosa con el cuerpo y el medio ambiente. Así lo demuestra un proyecto innovador impulsado por estudiantes de tercer semestre de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, quienes están desarrollando un sérum facial a base de almidón de yuca como parte de su asignatura de Proyecto Integrador.

Micaela Ríos, estudiante de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, quien formó parte del equipo, explica que el serum cicatrizante “es más que todo para controlar el acné, eliminar las manchitas y, de forma general, para cuidar la piel del rostro”. 

En tanto, Danitza Mamani,  docente de Bioquímica y Farmacia y mentora del proyecto, destaca que el almidón de yuca posee propiedades excepcionales para el cuidado de la piel. 

“Es absorbente, calmante, matificante y no obstruye los poros, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para pieles grasas o sensibles”, puntualiza.

La industria cosmética muestra un crecimiento constante en su producción y ventas a nivel global, con una tendencia hacia la innovación y la adopción de nuevas estrategias de marketing, superando los 400.000 millones de dólares de ingresos en 2023, con la previsión de alcanzar los 700.000 millones de dólares en 2032.

Sin embargo, en muchos casos, la producción de estos cosméticos utiliza ingredientes artificiales o sintéticos, tales como los conservantes, colorantes, fragancias, emulsionantes, siliconas o ácido hialurónico que podrían provocar efectos secundarios en la piel o generar impacto negativo en el medio ambiente. 

La yuca es un súper ingrediente natural

La raíz de yuca, conocida por su uso alimenticio en América Latina, esconde en su interior una composición química ideal para la cosmética natural. Su almidón está formado por carbohidratos complejos como la amilosa y la amilopectina, que otorgan propiedades suavizantes y absorbentes.

Rousse Adriana Arévalo Alcón, otra integrante del equipo, señala que ellos escogieron trabajar su proyecto con el almidón de yuca como una propuesta innovadora. “En ningún producto podemos ver las propiedades del almidón de yuca, en especial su cualidad para suavizar, calmar, absorber y sobre todo, ayudar a la piel”.

Además, contiene fibras dietéticas que ayudan a retener la humedad, minerales como el potasio, calcio y magnesio que nutren la piel a nivel celular, y compuestos fenólicos con una potente acción antioxidante.

“Gracias a esta composición, el almidón de yuca puede absorber el exceso de grasa sin resecar, calmar irritaciones gracias a su efecto antiinflamatorio y dejar un acabado mate muy valorado en cosmética”, señala Mamani.

Cosmética sin químicos: cómo se obtiene el almidón puro

El proceso de extracción del almidón de yuca es completamente natural y libre de químicos, lo que lo convierte en una excelente alternativa para quienes buscan productos más limpios.

Primero se realiza el lavado y pelado de las raíces, seguido de su trituración y prensado para obtener una pulpa líquida. Luego, se lleva a cabo un proceso de decantación y secado, tras el cual se separa el agua y se obtiene el almidón en polvo. Finalmente, mediante centrifugación, se eliminan las impurezas, logrando un producto fino y purificado.

“Este es un proceso sencillo pero efectivo que conserva las propiedades del almidón intactas. En algunos casos, se le puede añadir óxido de zinc o aceites esenciales para potenciar sus beneficios, pero el principio activo es siempre natural”, detalla la docente de Bioquímica de Unifranz.

Innovación estudiantil con impacto real

El proyecto integrador de los estudiantes de Unifranz se enfoca en aprovechar el almidón de yuca como ingrediente activo en un sérum facial innovador. Este producto, actualmente en fase experimental, se perfila como una solución cosmética más segura y ecológica frente a los productos convencionales, que muchas veces contienen compuestos sintéticos que pueden provocar reacciones adversas.

“Queremos demostrar que desde Bolivia se pueden desarrollar productos de alta calidad, con ingredientes naturales y una mirada responsable hacia el medio ambiente y la salud de las personas”, comenta Mamani.

La iniciativa no solo refuerza el aprendizaje práctico, bajo la metodología del aprender haciendo, de los futuros bioquímicos y farmacéuticos, sino que también abre la posibilidad de escalar el proyecto a una producción comercial, generando valor local y potencial económico para las comunidades productoras de yuca.

Suavidad, frescura y seguridad para todo tipo de piel

Uno de los puntos fuertes del almidón de yuca es su versatilidad y bajo nivel de riesgo. Al ser un ingrediente natural, las probabilidades de provocar reacciones alérgicas son mínimas, salvo en casos de sensibilidad específica.

“El almidón de yuca hidrata, calma y matifica. Y lo más importante, lo hace sin químicos agresivos, sin siliconas ni alcoholes que dañen la barrera cutánea. Es una opción especialmente recomendada para personas con piel sensible, mixta o grasa”, explica la académica.

Además de su uso facial, este ingrediente también está ganando popularidad en productos capilares, donde se utiliza para controlar la oleosidad del cuero cabelludo y aportar volumen sin necesidad de lavados frecuentes.

Cosmética con propósito: volver a lo natural

El trabajo liderado por los estudiantes de Unifranz responde a una tendencia global: la revalorización de lo natural en la industria cosmética. Frente a la saturación de productos llenos de ingredientes artificiales, el consumidor actual se inclina por fórmulas limpias, sostenibles y con beneficios reales para la salud de la piel.

“El almidón de yuca no solo es efectivo, también es sostenible. Su producción genera menos residuos y puede integrarse en una cadena productiva local que beneficia a productores rurales, estudiantes e incluso emprendedores en el área de cosmética natural”, concluye Mamani.

Este proyecto ejemplifica cómo la educación superior, la investigación y la innovación pueden unirse para generar soluciones concretas que mejoren la calidad de vida de las personas. Iniciativas como esta demuestran que las nuevas generaciones no solo sueñan con transformar el mundo, sino que lo hacen realidad desde el aula, desarrollando pensamiento crítico, empatía y la capacidad de responder a los desafíos actuales con una visión de futuro sostenible.

Esta mirada transformadora sobre la educación será uno de los ejes centrales del VI Foro Internacional de Innovación Educativa (FIIE), que este año se desarrollará bajo el lema “Educación para la sostenibilidad”, el 3 y 4 de julio en la ciudad de Santa Cruz. Organizado por Unifranz, el evento busca construir una hoja de ruta que impulse una educación inclusiva, de calidad y alineada con los objetivos de desarrollo sostenible en América Latina hacia el 2050.

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Lily Zurita Zelada

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