Estudiantes de Unifranz crean una impresora braille que convierte texto digital al sistema táctil

By Paula Beatriz Cahuasa

Por Luis Flores

Alejandra Apaza caminaba por La Paz cuando vio a una persona con discapacidad visual leyendo un libro con sus dedos en el sistema braille. Pensó que tener materiales nuevos o imprimir cualquier texto de Internet, por ejemplo, sería un desafío y no estaba equivocada. Es cuando se le ocurrió crear una impresora braille de bajo costo, que convierta cualquier texto digital al sistema táctil.

La joven estudiante de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y sus compañeros Henry Mayta, Sebastián Tarifa y Axel Uria buscaron impresoras braille en el mercado nacional, pero solo encontraron algunas opciones en Internet y a precios elevados, lo que los motivó a crear el aparato con un bajo presupuesto.

“Hemos desarrollado una impresora braille, más que todo para poder brindar a las personas con ceguera la información a la que no pueden acceder habitualmente”, comenta Apaza, mientras muestra el funcionamiento de la máquina. 

El braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos, explica la Organización de Naciones Unidas (ONU), en un boletín de prensa. 

El sistema creado por Louis Braille es usado por personas ciegas o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual y garantizar la comunicación de información importante para ellas y otras personas y representa competencia, independencia e igualdad, añade la ONU.

“Por ejemplo, nosotros podemos contar con diferentes libros que tienen muchísima información y ellos no pueden acceder de una forma fácil a la misma información. Las impresoras braille son muy costosas, oscilan entre miles de dólares, por eso hemos desarrollado este prototipo, que funciona con un bajo presupuesto”, suma la universitaria.

Datos del 2023 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dan cuenta que en el mundo “hay al menos 2.200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o lejana”. En 1.000 millones de esos casos, como mínimo, la discapacidad visual podría haberse evitado o todavía no se ha tratado.

El acceso a las tecnologías limita mucho a las personas que viven con una discapacidad visual. Una de las virtudes del proyecto integrador de los estudiantes de Unifranz es que posee un código libre. 

“Las personas pueden acceder al sistema de la impresora braile, porque es de código libre, y podemos darles las herramientas para que puedan desarrollar el hardware de forma libre también”, explica Apaza.

En la parte técnica, el equipo tecnológico cuenta con un microcontrolador PIC (controlador programable de hardware), que gestiona el control de un motor de sello y un motor paso a paso para los desplazamientos en los ejes X y Y. 

“Este diseño asegura una impresión precisa en braille, coordinando el movimiento de la hoja para lograr resultados óptimos y consistentes. En cuanto a la inversión en materiales, ha sido un desafío, ya que componentes como los motores y el solenoide, que es el encargado de generar el relieve en la hoja, representaron una parte significativa del costo”, comenta Uria, otro de los creadores.

Por otro lado, el software desarrollado permite traducir texto digital convencional a texto en braille. Este software se integrará en una plataforma donde los usuarios podrán cargar el contenido digital y generar automáticamente el texto braille, asegurando accesibilidad y funcionalidad, explican los universitarios.

El trabajo es parte de los proyectos integradores de Unifranz, que son trabajos investigativos que dan soluciones concretas a problemáticas reales de la sociedad boliviana.

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