Por Lily Zurita
El deporte, con su inherente componente competitivo, no solo promueve la salud física, sino que también desempeña un papel fundamental en el desarrollo psicológico y emocional de las personas.
La competencia deportiva es mucho más que una actividad física. Es una escuela de vida que fomenta el desarrollo personal y el éxito en múltiples dimensiones. Al enseñar disciplina, resiliencia, trabajo en equipo y liderazgo, el deporte prepara a los individuos para enfrentar los desafíos de la vida con confianza y determinación.
“Podemos decir que el deporte y la competitividad son muy importantes para el desarrollo de ciertas habilidades en las personas. El deporte promueve la competencia sana, bajo normas y reglas del juego establecidas de acuerdo a cada disciplina, las cuales no se pueden transgredir”, indica Mónica Messa, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La competencia sana, según la académica, se convierte en una herramienta poderosa para fomentar habilidades y valores esenciales para la vida.
Este viernes 26 arrancan oficialmente los Juegos Olímpicos de París donde miles de deportistas competirán en 40 disciplinas con la misión de llevarse, al menos, una medalla a su país. La versión XXXIII prevé el breakdance como un nuevo deporte olímpico. Además, de la escalada, skateboarding y surf, como tres disciplinas jóvenes.
Según Messa, el deporte y la competitividad son muy importantes porque permiten desarrollar cinco habilidades blandas importantes en las personas:
- Automotivación y autodeterminación
La práctica deportiva exige altos niveles de automotivación. Los deportistas, impulsados por la necesidad de alcanzar sus objetivos, desarrollan una fuerza interna que les permite mantenerse enfocados y comprometidos.
Esta automotivación es fundamental no solo para el deporte, sino también para cualquier ámbito de la vida, donde la consecución de metas requiere dedicación y esfuerzo constante.
Asimismo, los deportistas se caracterizan por su autodeterminación y perseverancia. Están dispuestos a trabajar arduamente, enfrentar desafíos y superar obstáculos para alcanzar sus objetivos trazados. Esta actitud resiliente y proactiva es esencial para lograr el éxito en cualquier área.
- Autoexigencia y superación
La autoexigencia es una característica común entre los deportistas. Buscan constantemente estrategias para mejorar su rendimiento y alcanzar niveles más altos. Esta mentalidad de mejora continua les permite desarrollar un espíritu de superación, crucial para el crecimiento personal y profesional.
- Manejo de la presión y tolerancia a la frustración
El deporte también enseña a manejar la presión y a desarrollar una alta tolerancia a la frustración.
Los deportistas aprenden a mantener la calma y a tomar decisiones efectivas en situaciones estresantes o competitivas. Además, desarrollan la capacidad de recuperarse después de una derrota, demostrando resiliencia y fortaleza emocional.
- Orientación al logro y ética
Los deportistas son personas orientadas al logro. Establecen metas específicas y buscan constantemente desafíos que les permitan demostrar sus habilidades y capacidades. Este espíritu de superación es fundamental para alcanzar el éxito en cualquier área de la vida.
La ética y el juego limpio son otros pilares fundamentales del deporte. Los deportistas siguen las reglas establecidas, respetan a sus contrincantes y aceptan tanto la victoria como la derrota con humildad. Estos valores son esenciales para una vida equilibrada y exitosa.
- Desarrollo de habilidades sociales y valores éticos
El deporte no solo fomenta habilidades individuales, sino también habilidades sociales y valores éticos. La interacción con compañeros de equipo y contrincantes promueve el desarrollo de habilidades de comunicación, cooperación y liderazgo.
Además, el respeto por las reglas y por los demás jugadores fomenta una mentalidad orientada hacia el logro y la superación personal.
“Estos aspectos, entre otros, son factores fundamentales que llevan al éxito a las personas, preparándolas para la vida, promoviendo el desarrollo de habilidades sociales, valores éticos y una mentalidad orientada hacia el logro y la superación personal”, señala Messa.
La competencia deportiva, desde una perspectiva psicológica, es una herramienta poderosa para el desarrollo integral de las personas. Promueve la automotivación, la autodeterminación, la autoexigencia, el manejo de la presión, la tolerancia a la frustración, la orientación al logro y la ética.
“Estos aspectos son fundamentales para una vida equilibrada y exitosa en todos los ámbitos, preparando a los individuos para enfrentar y superar los desafíos de la vida con fortaleza y determinación”, concluye la profesional psicóloga.