En un mundo donde las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una de las principales causas de muerte, la conciencia sobre la importancia de la salud cardíaca se ha vuelto crucial.
Sobrevivir a un infarto y cuidar el corazón son aspectos fundamentales para una vida plena y saludable e implican una combinación de reconocimiento temprano, acción rápida y un compromiso continuo con un estilo de vida saludable.
Gabriel es un deportista de casi 40 años, le gusta manejar bicicleta y jugar fútbol los fines de semana. Casado y con dos hijos pequeños, trabaja en una organización no gubernamental que aborda temas de salud y cuidado del medio ambiente en el área rural, por lo que se vio obligado a pasar cursos de primeros auxilios y logró una certificación como ‘paramédico’.
Cuenta que, en enero pasado, sintió una fuerte presión en su pecho al llegar a su casa luego de jugar fútbol con sus amigos, un sudor frío recorrió por todo su cuerpo, además de una leve dificultad para respirar. “Me di cuenta que esos síntomas no eran normales y, junto con mi esposa, me fui inmediatamente a un hospital, donde después de una serie de análisis me dijeron que había sufrido un preinfarto”, relata.
Maygueth Moya Chauca, especialista en cardiología y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz indica que un infarto, también conocido como ataque al corazón o infarto de miocardio, ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del corazón se bloquea repentinamente.
“Esto puede deberse a la obstrucción de una arteria coronaria por un coágulo sanguíneo o por la acumulación de placa de ateroma en las paredes de la arteria”, puntualiza.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al 29 de mayo de 2023, dan cuenta que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en el mundo. Se estima que anualmente se cobran 17,9 millones de vidas.
En Bolivia, se registran al menos 15 infartos cardiacos cada día, según el Sistema de Información de Salud (SNIS). Santa Cruz es el departamento más afectado por enfermedades cardiovasculares; sólo en el primer semestre de 2022 presentó más de siete mil pacientes. La Paz ocupa el segundo lugar con 6.530, Chuquisaca con 6.289 y Cochabamba con 2.486.
Claves para sobrevivir a un infarto
Para Moya, reconocer los síntomas y actuar rápidamente es fundamental para evitar las consecuencias fatales de un infarto. “La educación sobre estos síntomas es esencial para identificarlos y buscar ayuda de inmediato”.
También es importante, llamar de inmediato a un número de atención de emergencias médicas, ya que la rápida intervención médica puede salvar vidas, por lo que es importante tener acceso a un servicio de emergencias eficiente y confiable.
Mantener la calma y evitar actividades físicas, es otra actitud clave a fin de evitar empeorar la situación. El reposo absoluto es necesario para reducir la carga sobre el corazón y minimizar el riesgo de complicaciones.
Moya agrega que, si la persona está sola, debe buscar ayuda rápidamente o dirigirse al centro médico más cercano. No se debe subestimar la gravedad de los síntomas y es importante actuar con prontitud para recibir la atención médica necesaria.
“Una vez que se reciba atención médica, es fundamental seguir todas las indicaciones y tratamientos prescritos por el personal médico, como la administración de medicamentos, procedimientos médicos o recomendaciones para cambios en el estilo de vida”, puntualiza.
¿Cómo identificar los síntomas?
Para identificar los síntomas que podrían estar relacionados con un infarto, según Moya, se debe prestar atención a una serie de señales que el cuerpo envía:
- Dolor o molestias en el pecho: éste es uno de los síntomas más comunes de un infarto. El dolor puede sentirse como una presión, opresión, ardor o simplemente molestias en el pecho y puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, el cuello, la mandíbula o, incluso, la espalda.
- Sensación de opresión, ardor o presión en el pecho: a menudo se describe como una sensación de «pesadez». Esta sensación puede ser persistente o intermitente.
- Náuseas, vómitos y sudoración fría: estos síntomas pueden acompañar al dolor en el pecho y son más comunes en mujeres y personas mayores.
- Mareos repentinos y dificultad para respirar: un signo de que el corazón no está recibiendo suficiente oxígeno debido a la obstrucción de las arterias coronarias.
- Ansiedad o sensación de pánico sin causa aparente: esta reacción puede ser una respuesta del cuerpo al estrés causado por la falta de oxígeno en el corazón.
Reconocer estos síntomas y actuar rápidamente puede marcar la diferencia en la supervivencia y el tratamiento adecuado de esta condición médica crítica. “Los síntomas pueden variar de una persona a otra y no siempre se manifiestan de la misma manera”, explica la médico.
La rapidez con la que se busca atención médica es esencial para mejorar las posibilidades de supervivencia y minimizar el daño al corazón en caso de un infarto. La frase «tiempo es músculo» se refiere al hecho de que cuanto más tiempo pasa antes de recibir tratamiento, mayor es el daño que puede sufrir el músculo cardíaco debido a la falta de oxígeno.
“Los tratamientos tempranos, como la administración de medicamentos para disolver coágulos sanguíneos (trombolíticos) o la realización de procedimientos de revascularización coronaria, como la angioplastia con colocación de stent o la cirugía de bypass coronario, pueden restaurar el flujo sanguíneo al corazón y limitar el daño”, especifica.
Sin embargo, cuanto más tiempo pase antes de recibir tratamiento, mayor será el daño al músculo cardíaco y menor será la capacidad de recuperación. Cada minuto cuenta, y los tratamientos tempranos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, así como influir en la calidad de vida después del evento cardíaco.
Cómo cuidar el corazón
Cuidar el corazón no es solo una opción, sino una necesidad imperiosa en la búsqueda de una vida larga y saludable. Adoptar un estilo de vida que promueva la salud cardiovascular puede reducir significativamente el riesgo de sufrir un infarto y otras enfermedades del corazón.
La cardióloga resume en siete algunos consejos para el cuidado del corazón:
- Una dieta saludable, baja en grasas saturadas, colesterol y sodio.
- Realizar ejercicio regularmente.
- Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.
- Evitar el tabaquismo y reducir el consumo de alcohol.
- Mantener un peso saludable.
- Gestionar el estrés y buscar formas saludables de relajación.
- Control de los factores de riesgo cardiovascular.
Moya sostiene que es importante realizar chequeos médicos regulares y seguir las recomendaciones del médico para prevenir problemas cardíacos.
“La educación a la población desempeña un papel fundamental en la prevención de infartos y otras enfermedades cardiovasculares al proporcionar conocimientos, habilidades y recursos necesarios para adoptar estilos de vida saludables, reconocer los signos de advertencia y buscar atención médica oportuna”, afirma.
El cuidado del corazón es una responsabilidad que recae en cada individuo. Al adoptar hábitos de vida saludables y priorizar la prevención, se puede reducir significativamente el riesgo de sufrir un infarto y otras enfermedades cardiovasculares. La salud cardiovascular es un tesoro que debe ser protegido permanentemente.